MI
EQUIPO DE BEISBOL Heberto
Guillermo Corea Guerrero
Si
no me equivoco, fue un día miércoles quince del mes de Marzo del año 1972, a
eso de las cinco de la tarde, Rigoberto Silva, un profesor de Primaria del
Centro Escolar Angélica Viuda de Schick estaba llegando a casa de Rafael
Guerrero Gallo mi padre, ubicada precisamente a orillas del Centro Escolar
Angélica Viuda de Schick, invitado para dialogar sobre beisbol, al llegar
Rigoberto lo recibieron con la frase: “Ideay Chilote donde te has perdido”
Chilote riéndose le contestó, no joda don Payo, lo acabo de ver en el taller. Ven
siéntate; en la acera habían dos sillas mecedoras, no tipo abuelita, si no dos
sillas mecedoras de juncos pero patangas, se miraban fuertes, eran tan fuertes,
que todavía en el año dos mil doce existe una. En esa conversación jodedera, le
preguntaron a Rigoberto. Te harías cargo vos de ser entrenador y Manager del
Equipo de Beisbol que quieren formar los chavalos. Bueno, yo me rifo con los
chavalos, pero el que no haga caso lo corro del equipo. Córrelo, está bien,
porque lo que quiero yo es que jueguen beisbol, no importa quien sea, quiero
que se dirija con mano dura, como guardia. A mí no me andes con mariconadas, hacerlos
guevones es tu trabajo. Yo voy a invertir para que esos jodidos sean los
mejores del pueblo, yo nunca los voy a ir a ver jugar, pero quiero oír que son
los mejores en este pueblo. Crees vos que se logre. Bueno yo solamente le digo,
déjemelos y después veremos. Desde ese momento estaba dada la orden de formar
el “Equipo del Instituto Nacional de Nagarote”.
Este
fue el primer equipo de estudiantes que jugaría en la “mayor A” Municipal de
Nagarote. Se compró el primer utillaje y
para el treinta de marzo un jueves por la tarde, estábamos en el cuadro “La
Curva”, hoy es el barrio la Curva, otros le dicen Santa Elena. Los convocados a
la primera práctica fuimos. Antonio Mayorga Arteaga, (Filder), Luis Rolando
Zelaya Corea (filder) Jorge Luis Montoya (Filder), Bayardo Montoya Guerrero
(Filder), Ramón Pérez (Filder) Ramón
López (El Coyoleño- 3ra Base) El Flaco Héctor (Shorts Stop), Delgar Rueda Pérez,
Rolando Palacios García y Ángel (School) Gallo Figueroa (Segunda Base) Orlando
Toruño Escobar (1ra Base – Zurdo), Rafael Guerrero Delgado (Cácher) Omar Arana
Hernández (Cácher) y los Pícheres éramos:
Guadalupe García, Luis Manuel López Carrión , Mario Palacios García,
Heberto Corea Guerrero, Hugo Palacios Martínez (Zurdo) Basilio Zapata. Llegamos
alegres al cuadro, ese primer día no estrenamos utilaje, con unas manoplas viejas
practicamos, el entrenador las había conseguido prestadas. Ese día nos hizo
darle catorce vueltas al cuadro de beisbol, luego nos reunió el desgraciado y,
nos puso a hacer veinte sentadillas, luego nos mandó a hacer treinta
lagartijas. En ese momento le dije a Toño Mayorga, el desgraciado de Chilote
nos quiere ahogar, ponte detrás de él en posición de cuatro patas, yo pasaré
disimulando que sigo haciendo ejercicio y al momento de pasar por donde él, me
resbalo y lo empujo, para que de barquinazo. Toño mayorga acepta, pero el
pendejo de chilote, se da cuenta que estamos platicando y, cuando se acerca
toño, se voltea, se aparta e inmediatamente llama a los delanteros. La tercera
base, el Shorts Stop, a las segundas bases y a la primera base, en el momento que
los concentra al home, manda a los filderes a que se estén boleando con una
pelota vieja con tiros de largo alcance y muy altos, para correr la bola hacia
atrás. Luego a los Pícheres nos manda a calentar entre nosotros a bola suave.
De pronto vemos que coloca al Infielder en fila a unos dos pasos de él, y
comienza a tirarle suave con tres pelotas a cada uno de ellos en el momento que
se van alejando hacia su posición regular, al llegar a sus posiciones, saca de
un bolso una pelota de puro hule, que saltaba como pelota saltarina, toma un
bate y comienza a batearles a cada posición, Claro la pelota de regreso la
recibía Payo el Cácher, el entrenador sólo la golpeaba, la segunda base era el problema ya que habían
tres. El primer batazo se lo dirige a Ramón López (El Coyoleño) el pobre Ramón
ni la vio ni pasar, le regresan la bola los fielderes o jardineros, por eso los
había mandado a bolearse, porque sabía que iba ser difícil para el cuadro
interno, el Flaco Héctor capturó la bola, luego Rigoberto el entrenador se
dirige a segunda y grita para School, el resto se aparta, le pega a la bola con
el bate el entrenador y Ángel se va de frente al encuentro, de pronto se va de
espalda y cae desmayado, le dio en la frente la pelota, no la vio ni llegar,
llegan todos a socorrerlo y el entrenador grita échenle agua, llega corriendo un vecino que estaba viendo
la práctica, con una pana de agua, le levanta la cabeza y comienza a mojarle la
cabeza, volvió en si Ángel, pero con un gran chichón en la frente, le untaron
ungüento, lo sentaron bajo un árbol y de pronto desapareció, no lo vimos irse,
jamás volvió llegar a las práctica, esa
fue nuestra primera deserción. La práctica continuó con la pelota de hule dura
como un demonio.
El
instructor puso a descansar al cuadro interno, e inicio la práctica con los
jardineros, los colocó a unos veinte pasos de las almohadillas y puso a golpear
la pelota a Payo Guerrero, primero bateo bajo, luego pasó a bateo duro y
tendido, eran unos linces detrás de la pelota, los obligaba a correr hacia
atrás y nunca correr la bola hacia delante, Bayardo Montoya en corrida de
pelota hacia atrás era lo mejor. Luego pasó con lo Pícheres, pero ahí colocó a
todo el cuadro, quienes rotaban bateando, tanto delanteros como jardineros,
eran diez batazos cada uno y Payo Guerrero Cachando, El entrenador colocado
detrás de los pícheres les indicaba como caer después del lanzamiento, el mejor
pícher en caída era Lupe, tenía una perfección increíble en su caída. Esa era
el ejemplo para nosotros el resto de pícheres, Luis Manuel López Carrión, era
de mucho centro y tenía buena velocidad, Basilio Zapata tiraba una bola de
humo, lanzaba casi noventa millas por hora, Mario Palacios García, era bien
centrado y jugaba su juego con mucho respeto, Hugo el Zurdo Palacios era
nuestra estrella, tenía mucha viveza para pichar, además su velocidad era de
setenta millas por horas; yo era mañoso, curveaba, lanzaba tres curvas, lanzaba
por arriba y por debajo, pero creo que no llegaba ni a cincuenta millas por
hora y, cuando alguien se me embasaba, tenía que cuidarse la primera base,
porque si no le estampaba la pelota en el pecho, trataba de engañar que iba
hacia la loma y de pronto me volteaba y lanzaba hacia primera, Orlando Toruño,
nunca se me descuidó. En la práctica los pícheres lanzábamos como si estábamos
jugando y los corredores de igual manera, ahí se practicaba, robar base,
lanzamiento franco, abrirse de las almohadillas lo más que se pudiera,
arrastrarse en las bases, cometer Box, aprender a salirse de la caja de picheo,
pichar de frente con embasados en tercera y, para agarrar velocidad en nuestro lanzamiento,
el entrenador llevó una bola de hierro, de las que usan los atletas que lanzan
jabalina para adquirir fortaleza. Nuestro primer fogueo fue la liga Departamental
intercolegial, Desfilamos con nuestra Madrina Xiomara Guerrero Delgado y la
novia del equipo Francis Guerrero Delgado, nuestra mascota era Erving José
Guerrero Delgado, íbamos a León a Jugar en el campo deportivo Universitario (hoy
es la Facultad de Medicina) fuimos los mejores de esa liga, el final del campeonato,
ya el juego decisivo del campeonato lo jugamos en el Estadio Municipal de León,
fuimos los campeones Departamentales Intercolegial, para esa época ya nuestro
Manager era Juan Real. Así llegamos a
solicitar inscripción en la liga “Mayor A” de Nagarote, no sin antes llegar a
hacer campeones Departamentales en la Liga intercolegial de León. En la Liga
“Mayor A” Municipal de Nagarote llegamos
a pelear dos veces el campeonato municipal y, siempre el equipo contrario
contrataba como refuerzo a Chico Pérez Paiz. , quien era Center filder y lanzador del Equipo de Carazo
en primera División, y este siempre lo ingresaban al último juego a pichar y,
lo que hacía era comenzar a golpear jugadores nuestros, ya que tenía una
velocidad casi de 100 millas por hora, pero maldoso. Sí, claro que lograba que entráramos en temor, algunos
compañeros sólo llegaban a aventar el bate, pero retirados del Home, el único
era payo quien se le paraba con guevo. Nuestro manager era Juan Real y Leonzo
Real su coach, Juan y Leoncio Real nos pulieron como jugadores, nos enseñaron
más técnica del beisbol. Pero la garra del equipo fue creada e impulsada por
Rigoberto Silva Corea, el profesor de Primaria.
Este
equipo duró tres años dando guerra en el Municipio, arrastrábamos fanáticos en
cantidades, en el campo la Curva y el Aguacate,
donde es hoy el Instituto éramos los reyes, cuando jugábamos en el cuadro de
Lolo Baltodano, se llenaba ese cuadro de fanáticos nuestros. Hasta Ramiro José
Aguilar Hernández (ORIMAR) nos seguía donde jugábamos. El equipo de primera
División de León, con sus mejores jugadores, Panal Delgado, Arnoldo Muños,
Jarquín, Julio Medina, Julio Moya, Julio Juárez
nos llegaba a entrenar. Esto fue colaboración
de los árbitros de Beisbol de primera
División que llegaban a arbitrar a Nagarote y que nos habían visto jugar en
León, esos mismos árbitros nos escogieron a tres jugadores del Instituto para
llegar a hacer práctica y Jugar con el Equipo de primera División de León. Me
acuerdo que llegamos una mañana a las primeras prácticas al Estadio de León, en
las graderías estaban los jugadores viejos del León, nosotros estábamos
practicando con el equipo denominado el semillero del León. Del grupo de Nagarote
yo inicio mi práctica lanzando, cuando llevó unos veinte lanzamientos, escucho
un grito de las graderías. “Saquen a ese loco” y realmente me sacaron, era el
desgraciado de Julio Medina y Arnoldo Muños, quienes me corrieron del equipo.
Los otros dos escogidos Rafael Guerrero Delgado (cácher) Jugó un año en primera
División, pero en esa época el León tenía un cácher, que era el cácher de la
selección Nacional y era muy difícil para Payo sobresalir en el equipo, tenía
que ser un gran bateador, no lo logró y los cronistas deportivos de la época lo
corrieron con tanta crítica, de Igual manera el tercero escogido Hugo Palacios
Martinez, Pícher zurdo el cronista deportivo Sucre Frech, a quien consideraban
Scout de las grandes ligas, acabó al pobre Hugo, llegó a gritarle enano que no
servía para mucho, al final tuvieron que retirarse de la primera división, pero
yo no llegue ni al segundo día. Al menos Payo Guerrero y Hugo Palacios duraron
un año. Pero bien traigo a colación este episodio, porque es parte de la grandeza
del Equipo del Instituto Nacional de Nagarote, que llegaron dos de sus
Jugadores a primera división, porque yo no logré ingresar, me corrieron en sólo
la entrada. En sus últimos años en el Equipo Jugaron los Hermanos Baltodanos
Hijos de Don Lolo Baltodano, quienes se destacaron en primera División, como
Barney Baltodano.
En
la Liga Intercolegial de León, llegamos a obtener un respeto de equipo sólido y
capaz de enfrentarnos a cualquier equipo mayor A. Esa liga fue nuestro bautizo
para ingresar a la liga mayor A del Municipio. Que Historia la de ese Equipo.
Hay una cosa importante que hay que destacar la fraternidad en el Equipo, la
hermandad de los jugadores y lo amigo que éramos. De esa experiencia, Rafael
Guerrero Delgado y Orlando Toruño Escobar, formaron un equipo que le llamaron
“AMIGOS” que se convirtió en el mejor equipo del Municipio. Claro llevó los
ingredientes del Equipo del “INSTITUTO NACIONAL DE NAGAROTE”.