EN TU NOBLEZA NACE EL CANTO. Heberto Guillermo Corea
Guerrero
Para mí Yolaina Andrea
En tu nobleza,
creciste con virtud de temple indígena
Firme en tus
decisiones, rectitud en tus actos cotidianos
Sobriedad en tu andar,
en tu vestir, en tu divagar permanente
Soltura en tus
pensamientos, desarrollo en las costumbres
Entendimiento en el
avance juvenil, comprensión de su cambio
Virtud en tus
consejos, aunque niña aún, sosiegas el tiempo
Atemperas tus
repuestas aún en enojos temporarios
Presagias
lo taciturno en el devenir del día
Eres mármol, alabastro, arenisca, caliza, cantera, mármol,
cuarcita.
Cuan dura es tu
temperamento ancestral, hija de mestizo,
Perennizas la estirpe
frágil pero altiva, con voz segura y cortes
Agitas el espejuelo
para dilucidar lo poco visible a lontananza
Cantas tus penurias
con resignación magistral
No denotas tristeza en
tus divagaciones al sentimiento
Respetas la decisión
del humano de ir al encuentro del
desaliento
Lloras en silencio
aunque tus lágrimas mojen tu interioridad
Suplicas al
invierno aunque el verano no te guste
Escuchas misa con la esperanza de encontrar a Jesús
No, no lo busques,
Jesús no se ha perdido
Está en tu corazón,
descúbrelo, él está intacto
Descubre tu interior,
y conocerás tu exterior
Descubre tu bondad,
para conocer la no bondad
Descubre el no, para
conocer el sí
Descubre la
desventura, para conocer la ventura
Recuerda tu niñez, tu
adolescencia, para verte adulta
Los recuerdos no
enseñan, pero vivifican tu entorno
La experiencia no es
repetible, pero alecciona tu vida
Lo aprendido a diario
hay que desaprenderlo para desarrollar y mejorarlo
Nunca esperes cantar
el gallo tres veces para actuar, el primer canto basta
La duda es normal,
perennizarla es alegoría de debilidad
Siente en tu cuerpo
los presagios, lo que hace que tu piel
se eriza
Tómalo con la
precaución debida, si puedes cambiar de acera hazlo
Pero que no sea una
forma de vida, sino sutileza, perspicacia, sagacidad.