UNA VIDA EN EL FANGO.
Heberto Guillermo Corea Guerrero
Nació, como
nacen los grandes del mundo
Con un grito
de desesperanza, por la llegada de un
aire nuevo
Su pulmón
flexionó sus músculos, su garganta mostró las cuerdas vocales perfectas
No, no es hambre,
es su nueva vida, es su nuevo hábitat, su nuevo ambiente
Es poder
decir, ya llegué, aquí estoy, soy uno más en la imperfección del mundo
Vengo a
ayudar, a hacer una cadena de acero para unir las debilidades y crear fortaleza
Creció un
año, dos años, tres años, escuchando a los adultos sus lamentos, sus sinsabores
Vio y olió,
la vida que le rodeaba, preguntaba, “Que es eso” “y por que” “para que”
Sufrió de
calenturas, de catarro, de toz, de procesos infecciosos por el cambio climático
Llego a
pre-escolar, cantó, jugó, aprendió a compartir con amiguitos, lloró por caídas
Salió en
carnavales escolares, en las procesiones lo vistieron de angelito, se tomó
fotos
Jugó
pelotas, bicicleta, con carritos, con motos, con chocoyos picoretas
Pataleó para
conseguir un juguete, un sorbete, un dulce, una lanza burbujas
Llegó a
primer grado, aprendió a leer, a escribir, a sumar, a restar, a multiplicar
Aprendió
matemáticas, historia, geografía, español, física elemental, química básica
Jugó futbol,
basquetbol, volibol, bola pasada,
hándbol, trompo, chibola, tira la moneda
Conoció
amiguitas y amiguitos de ocho, nueve, diez y once años
Jugó en
computadoras nintendo, manejó los avances tecnológicos en juego electrónicos
Curso la
escuela primaria, como un estudiante promedio
Su primer
año en secundaria, fue su alegría, ya se sentía hombrecito, ya enamoraba
chavalitas
Su primer
día de clase fue un día lunes once de Febrero, lo escribió en su cuaderno de
español
Cursó
segundo, tercer año, curso el cuarto año y al fin se bachilleró un 17 de
Diciembre de 1978
Dijo, quiero
ser doctor, necesito curar a mi madre de sus dolencias
Logró el
examen para ingresar al primer año de estudios generales en medicina
Llegó el
primer día de clase, lo pelonearon, fue a la fiesta de los pelones entusiasmado
Ese día en
la fiesta conoció sus primeros compañeros y compañeras
Uno de ellos
le dio a probar un trago de ron, una jovencita
lo invito a fumar
Se tomó el
trago, le dio un sorbo al cigarro y luego él buscaba a la joven para otro sorbo
Buscaba otro
trago de ron, amaneció en el recinto de la fiesta dormido en el suelo
Lo
levantaron los conserjes, muchacho levántate que ya amaneció
Asustado
levanto su rostro, se pasó la mano por sus ojos, se fue a lavar su rostro al
grifo
Hoy tiene cincuenta
y cinco años, no logró estudiar, es tomador consuetudinario
Declama
poemas en estado de ebriedad, canta, imita voces para que le den un trago
Perdió su
matrimonio, destruyó a su hijo,
envejeció a su madre de tanto sufrimiento
El día que
pasa sobrio, se lamenta de su vida, ve a su alrededor y todo destruido en su
vida
Se lleva las
manos a la cabeza, y se dice, “Desgraciado, que hiciste”. “Que hice de mi”