PROSA A LOS COLONIZADORES o USURPADORES. Heberto Guillermo Corea Guerrero



PROSA A LOS COLONIZADORES o USURPADORES. Heberto Guillermo Corea Guerrero

Llegaron, sedientos de fortuna, de locura oceánica, no sabían ni cómo se llamaban, ni quien los acompañaba, no traían ningún horizonte, partieron sin rumbo, con la bendición de seres humanos creyéndose dioses, dueños del mundo, escasos de territorios y de fortuna, tenían sus gobiernos y a sus pueblos en la lipidia.
Un hombre que decía representaba a Dios, por lo tanto dueño del mundo, Rey espiritual y terrenal, le emitió una Bula a otro que se autodenominaba rey terrenal,  regalándoles los territorios que descubriesen, como que nosotros estuviésemos perdidos. Este otro autodenominó a otro hombre: Virrey, Gobernador, Intendente, Tesorero, Alcalde Mayor en los lugares que descubriesen.
Éste llegó acompañado de otros hombres salidos de prisión condenados por asesinatos, homicidios, robos, secuestros, algunos familiares dispuestos a morir, por intelectuales sin trabajo que vinieron de escribanos y por Sacerdotes que nos consideraban sin conocernos hijos del demonio, sin percatarse que el demonio lo traían ellos.
Llegaron intimidándonos, “venimos del cielo, más allá del sol, nuestro objetivo es que voluntariamente acepten a nuestro Rey de la Española como su majestad y a nuestro Jesús amo y señor de la Iglesia Católica como su redentor. Si no lo aceptáis voluntariamente tenemos toda nuestra autoridad de imponérselos”.
El primer día, nos robaron todo el oro que encontraban, hasta se llevaron los cascabeles bañados en oro que usábamos para divertir a nuestros niños. Este primer codicioso huyó con el oro, un segundo codicioso se adentró más al territorio y robó mucho más oro, este trató de convencernos con espejos, un vestido de seda, una camisa de lana y un gorro de purpura, y huyó cuando los quisimos enfrentar con nuestras flechas.
Los asesinos que se habían ubicado en Panamá ingresaron matándonos con sus armas de fuego, nos echaban sus caballos encimas, sus perros, en esa época éramos más de seiscientos mil ciudadanos en este territorio, al cabo de dos años no llegábamos a ciento cincuenta mil ciudadanos, nos llevaron a vender como esclavos a su España, luego a Perú para mano de obra minera.
Más de dos mil esclavos vendió el primer colón en España, para disimular el representante de Dios en la tierra ordenó regresarlos a la América y enjuiciar al primer Colón, por los desmanes contra los naturales de esas tierras de Dios.
Los Pedrarias, Los Contreras, los Bobadilla, los Hernández de Córdoba, nos robaron nuestras mujeres, nuestras tierras, nuestra cultura, nuestra idiosincrasia, luego llegaron los Chamorros, los (Q) Cuadras, los Benard, los Buitrago, Los Terán, los Balladares etc. Y se asentaron en las dos ciudades, León y Granada, esos no se mesclaron con las Indias, los violadores fueron los españoles López, los Contreras, los Pérez, los García, los que venían como carne de cañón, los militares, la guarnición española.
Fueron los encomendados, los que se apoderaron de nuestras propiedades, hasta hoy subsisten las grandes haciendas, y se consideran criollos, ellos no se revuelven con el pueblo mestizo, el mestizaje fue de los hombres españoles pobres y empobrecidos con nuestras indias, fue muy raro un Indio con Española.
Como si fuera poco, los criollos una vez independizados de su original España, llamaron a otra colonización de Norteamericanos y Alemanes y los que venían le regalaban hasta quinientas manzanas en Matagalpa, Jinotega, Estelí, Granada, león, Chontales, siempre y cuando los apoyaban armados en su lucha intestina que se tenían entre ellos,  los Leones y Granadinos. Ahí están de muestra.

FRAY ANTONIO DE CIBDAD REAL- 1586

  RECOPILADO POR Heberto Guillermo corea guerrero FRAY ANTONIO DE CIBDAD REAL- 1586   Viaje de Fray Alonso Ponce desde México a Nica...