DESAPRENDER

DESAPRENDER

Delirante es mi obsesión cuando tus pasos te llevan con premura tierna, casi te sueño que caminas sin tocar el polvo de la calle, para que tus piececitos no necesiten ser lavados, pulcritud en la piel de tus pies, los  beso encantado, su tamaño es lindo, pequeño, pero bien formado, colmado de llenura humana, tus dedos, que preciosidad, tu talón, que sabrosura al lamer su piel, que delicia tu dedo gordo, como gritas cuando beso el meñique, el centro del pie en su parte trasera te hace cosquillas inaguantables. Cuando concluyo del pie, levanto tu pierna y me voy a la pierna izquierda, gimes de gozo, mi lengua con mis besos la recorre cerca del portal de belén, pero no llego al portal, cruzo a la otra pierna, luego pido que gires tu lindo cuerpo y, lanzo mi boca hacia a lo que más sobresale de tu cuerpo, ahí te doy dos besos para subirme a la nuca, cuando te levantas el pelo, yo estoy inaguantable mi lengua recorre toda la nuca, voy bajando poco a poco, llego al centro de tu espalda, tomo tus pechos con mis manos y en ese lugar busco lo más sensible y succiono para sensibilizar más esa parte, luego suavecito te acaricia mi lengua y mis besos, ya es el momento de bajar a las popas, succiona a cada lado, en el centro paso la lengua muy despacito, en ese momento escucho que estas en éxtasis, llega el momento de bajar por la piernas, te sugestiona un giro, me dirijo a tus labios que están carnosos y siento tu bravura de mujer, bajo a los pezones succiono y beso sus lados, luego bajo rápido al ombliguito, tan lindo, bien hechito y, siento tus manos en mi cabeza que me inducen que baje, yo como buen alumno hago caso y “plus” despierto.

Que me pasa Jehová Dios, estoy de lascivioso, pero recuerdo cada uno de los pasos, centímetros por centímetros, será esa la forma correcta de hacer el amor. El día que se resuelva una susodicha, lo pondré en práctica y buscaré su rostro al concluir, si se denota placentero, sonriente y amorosita, me diré por fin aprendí.

SIGO SIENDO UN SOÑADOR. Heberto Guillermo Corea Guerrero 1917




SIGO SIENDO UN SOÑADOR. Heberto Guillermo Corea Guerrero 1917

Es muy edificante para el hombre vivir su experiencia de vida, nada le puede privar de su satisfacción, el tener una esposa y ver a sus hijos nacer, crecer, desarrollarse, educarse, profesionalizarlos; es el triunfo de cumplir como hombre tu papel en esta vida. Es la vida misma encantada por el espacio y el tiempo, es la supremacía del macho hombre; te sientes orgulloso al ver llegar a los niños ya en su primer día de trabajo, viéndolos querer adquirir su espacio para ser independientes, querer ser hombrecitos o mujercitas con responsabilidad, ver su cambio de vida, de hijo a ser padre o madre, de emitir ordenanzas a su nueva familia, administrar sus propios bienes monetarios, su bien inmueble o su carro. Que gozo es verlos decir “adiós papá me voy para la casa o para el trabajo”; que alegría produce su vida en familia nueva organizada. Una vez que salen para su nuevo hogar queda uno en su casa donde los vio nacer y crecer, esperando su llegada del fin de semana visitando su viejo hogar, con sus nuevas crías in crescendo, el primer nieto, hasta el número doce porque más de dos ahora es muchedumbre.
En esa época ya nosotros no influenciamos en los nombre de los nietos aunque algunas veces disimulando tratamos de dar nombre bonitos, aunque recibamos como repuesta, esos son nombres  bíblicos, tienen más de seis mil años. Yo le voy a poner “Mia” la mía se llamará “Kiara”, y así nos vamos llenando de nietos hasta llegar a la Santa Cena, y nosotros siempre, ponle Jesús, ponle María, no mejor se escucha  bonito Jesshua.
Así pasamos el tiempo felices, alborozados con las nuevas familias, celebrando navidades, cumpleaños, los cuales hoy son cada mes, la gritería, las fiestas de Santiago, Semana Santa, fin de año, el día del padre, el día de la madre, hoy duran un mes comercialmente, el día de los enamorados, en fin el comercio ha llegado a saturarnos la vida, hasta hacen su cuenta, tanto sale de aguinaldo, tanto ganaremos.
Satisfacción es la palabra correcta, cuando los hijos prosperan, cuando ellos denotan en su rostro pureza, piel fresca, sonrisa sencilla, no pretenciosa; cuando tu como abuelo ves llegar a tus nietos cursando la primaria, la secundaria, la universidad, quizás no sea mucha exigencia, que grandioso sería ver los biznietos, aunque ya no lleven tu apellido pero si tu sangre indómita, graduarse de la profesión del bisabuelo, ya este no le diría abuelo, sino tata, es mucho soñar, pero es un derecho, lo indigno de ese bisabuelo es que le quiten ese derecho, echándolo de su casa que construyó con tanta pasión, con tanto sacrificio, sólo porque la bisabuela a sus 60 años decidió detener la camioneta compradora de chatarras y chunches viejos y vendió al bisabuelo.

FRAY ANTONIO DE CIBDAD REAL- 1586

  RECOPILADO POR Heberto Guillermo corea guerrero FRAY ANTONIO DE CIBDAD REAL- 1586   Viaje de Fray Alonso Ponce desde México a Nica...