CON EL PUÑO CERRADO


CON EL PUÑO CERRADO
Heberto Guillermo Corea Guerrero. Febrero 2018
Blandiendo mi brazo levantado con el puño cerrado por el furor de haber vencido la desnudez sin causa, la vanidad intrigante, la mordaz delicia de tu concupiscencia, la sátira de tu elegante sonrisa envuelta en hojas de chagüite, el encanto del pájaro chogüi al amanecer en lluvia, el silbido de la paloma mensajera al pasar por el espacio inerme.
He vencido el holocausto a tu venerada presencia en seol, al devenir del futuro esplendoroso y vacío, el nacimiento de nueva vida sin dolor, el sueño del paraíso somnífero sin esfuerzo, el encanto de un mundo eterno asido de la mano de un ser espiritual, he vencido la diferencia entre alma y espíritu, el desencanto del paraíso sin trabajo y bien alimentado, la naturaleza pálida y desértica.
He vencido el don de los milagros de pastores pastoreados, la mentira del infierno por no dar el diezmo, el sueño de haber sido coronado celestialmente, el no ser parte de los 144,000, la vigencia de mi vida en pecado, la salvación de mi alma para no sufrir el purgatorio, la expiación de mi exuberancia personal.
He vencido la inocencia a los espantos, la existencia de otra vida exclusiva de los santos, a la espera en una tumba conmemorativa, a la llegada del Armagedón que seleccionará el mal del bien, he vencido tu mirada salvadora de pecados, la administración de mal en la tierra y, la llegada de la administración del bien, he vencido la esperanza por llegar, debo de construir mi propia salvación terrenal.

TU PERFIL


TU PERFIL
Tu silueta ya no más en mis ideas, en mi sentir, en mi ego, eres una sombra fría; tu periferia ya no existe delineación en mí.
Eres metamorfosis hacia lo etéreo, la nada es tu lugar en mi vida, no existes en mis suspiros, el vacío es un lugar perfecto.
Cantare el ostracismo de mi materialidad en tu ser espurio, erras como silbo en un campo sin límites tras la obscuridad.
Habré en un camino, cuyo reflector irradia luces a colores; donde tu sombra no quepa, ni apagada la multicolor fuente.
Jugueteare la rayuela de la vida, para cincelar tu estatua adulterada por tu ignominia, placentera tu vianda con jóvenes absolutos.
Reconvendrás el devenir de tu gansada, tu felicidad revolverá tu distintivo real, encubierto por la felonía en tus años mozos y no mozos.
Yo estaré a la espera de la resurrección del hito, firme en mi esperanza, sin sueños que derrumben el presente; oscilo entre el hoy y el mañana.
Tu figura imputable al bien, no cabe en mi reserva de decoro, el cuál es insondable frente a las acciones en desaciertos.


Avenida “Santiago Apóstol”


Avenida “Santiago Apóstol”

Heberto Guillermo Corea Guerrero 2018

Esta Avenida fue oficialmente abierta el 24 de Julio del año 2017, e inicia a unos cien metros del parque San Martín hacia arriba, en sus inicios se colocó un monumento en honor al apóstol Santiago, en imagen a caballo de un tamaño casi normal a un hombre promedio Nagaroteño, lo que llega a perennizar, que Nagarote, además de ser Mariano es de Santiaguito, por supuesto en referencia al pueblo católico, quienes por el momento es la iglesia de las mayorías de sus habitantes. Digo Mariano por que en el centro del altar mayor de la Iglesia Católica, desde su construcción por los años 1536 al llegar los españoles dirigidos por un sacerdote a la ranchería, María tomo su lugar en el altar mayor,  así lo decretaba la primer ley de Indias en vigencia en estos lares, esta construcción fue de palma, posteriormente se llevó a embarrada de lodo, luego adobe. Ya en los años 1600, con la nueva ley de Indias que permitió definir un patrón para cada pueblo de indias, y con la oportunidad del cambio de lugar de león, quien se denominaba “León Santiago de los caballeros” y de la decisión de los sacerdotes “mercedarios” de hacer el traslado de León con la virgen de “Mercedes” a la cabeza, nos dejaron a Santiaguito en imagen para montar a caballo utilizado en la conquista, por el capitán Benalcázar, quien lo trajo en su calidad de jefe de la caballería armada de Francisco Hernández de Córdoba, lo trajo montado en caballo blanco, de ahí la tradición del caballo blanco, desde esa facha fue que nos apropiamos del “Apóstol Santiago” y se nombre patrono de Nagarote. Ya ya en el año 1655, cuando deciden construir el pueblo de “San  Nicolás”, del Despoblado de Nagarote (Hoy la Paz Centro) es que se conoce a Santiaguito como patrono de Nagarote en el informe que se hace del nacimiento del nuevo poblado y, como el mismo párroco de Nagarote se hace cargo de dicha Iglesia, desde esa fecha la Iglesia de Nagarote está construida de una casa grande de paja, embarrada, para la iglesia, con su altar dentro formado por una cruz alta de madera, desde esa fecha inició su transformación para adobe, es ahí que su altar mayor se construye de madera preciosa y en su centro “María”, en el año 1700 ya es totalmente de adobe sin su parte frontal, este frente, fue construido en el año 1875 ( ya está demolido su campanario producto de daños del terremoto del 2014). En el año 1751 en un informe eclesial ya se dice: Las iglesias son de teja y tres naves, muy pobres y con un altar que es el mayor, sus titulares Santiago y San Nicolás. Bueno, dicho esto terminemos con la avenida. Esta pasa por la avenida España, pasa por la vieja estación del ferrocarril, sigue hasta llegar a empalmar con la entrada y salida vieja de Nagarote en estos tiempos modernos. Esta es la última de las avenidas construidas que nos empalman con la carretera.

EL INSTRUSO


  EL INSTRUSO
Autor Heberto Guillermo Corea Guerrero  Junio 2017
Un veintitrés de junio, a eso de las doce del día llegó a un barrio ubicado al final del pueblo el abogado Juan Menocal Parriles,  el pueblo “El Limonal”, era muy calmo, sólo pleito entre mujeres se dilucidaba en los tribunales policiales, era un pueblo de diez calles y diez avenidas, Menocal estaba llegando a la quinta calle noreste, partiendo de su centro, detrás de las viviendas corría un arroyo en invierno, la calle formaba parte del barrio el estación, todo el barrio era muy frondoso, en los patios abundaba la arboleda, grande, pequeña, mediana, en sus calles todavía existían árboles de madroño, pero la calle tenía un ambiente muy solitario, eso sí pasaba todo tipo de vendedores, carretoneros que venden verduras pasaban cada media hora por las mañana y por las tardes a eso de las cuatro de la tarde, pasaban de regreso ofreciendo los productos en liquidación. Menocal cuando llego al barrio era para vivir en él, y pensó que lo saludaría algún vecino dándole la bienvenida, la verdad del caso fue que los dos vecinos de enfrente cerraron las puertas, quizás no por desconsideración, quizás por no saludar o talvez porque estaban acostumbrados a salirse a su acera y a no tener a nadie en frente, bueno, pero Menocal bajo sus cosas de la camioneta cuyos dueños le ayudaron a introducir sus bienes, (que no eran muchos) a la casa. Volvió a ver a los lados, todo solitario, se fijó que a unos quince metros había una pulpería, se le ocurrió calmar su sed y se fue a comprar un refresco embotellado, lo recibió una maestra conocida, esposa de unos de sus amigos de niñez, el recibimiento de la maestra fue hostil, le sugirió que fuese a comprar a la pulpería de enfrente de su casa que le quedaba más carca, Menocal entendió que le dijo que no quería que llegara a comprar a su pulpería, en ese instante respondió, disculpe señora ya no voy a llevar el refresco, ay me disculpa por mi llegada. Se regresó a su casa, si, él iba a vivir en su casa, ya los vecinos lo habían visto llegar en días anteriores a supervisar las mejoras a la casa, quizás lo que no sabían era que él era quien viviría en dicha propiedad, al llegar a su casa volvió a ver la casa de enfrente y no se notaba pulpería alguna, pero en ese instante llegaron unos niños golpearon y compraron triquitratacas, le señora lo volvió a ver de reojo. Una vez que colocó sus cosas, se sentó a meditar y se dijo: No será que al verme llegar a vivir solo, las mujeres se alejaban de la tentación, ya que yo no era atractivo, pero si, circunspecto, delgado y de sesenta y cuatro años, joven viejo. “Ah” me dije yo mismo, yo que pierdo lo que piensen los demás, me fui al súper a comprar lo que necesitaba para no molestar a las pulperías del barrio. Así se llegaron las cinco de la tarde, saque una silla a la acera y me senté, aunque con cierta vergüenza, ya que llegaba despatriado de mi hogar y supuse que el barrio no lo sabía, ellos me conocían porque era originario del pueblo y  abogado del pueblo, tenía desde hace unos treinta y siete años de defender lo indefendible y de hacer escrituras. Se dieron las seis de la tarde y en la pulpería de enfrente bajo un hombre en bicicleta, con un machetillo en la mano, metió su bicicleta, y se puso a regar su acera, luego sacó una silla y se sentó, en el instante se puso de lado hacia donde estaba yo y se lanzó un pedo que se debió haber oído el menos a unos veinte metros a la redonda, mi aptitud fue de levantarme e ingresar a mi casa, encendí la televisión y ahí me quedé hasta las nueve de la noche que me acosté.
Esa noche no dormí pensando en que mi teoría de hacer amigos nuevos en el vecindario se me había venido al suelo, ya en la madrugada a esos de las tres de la mañana me quedé dormido. “ de pronto me desperté oyendo voces del barrio pidiéndome que me fuera del barrio…” Desperté ¡oh! tuve una pesadilla esa madrugada….. A las cinco de la mañana me levanté a terminar de arreglar mis cosas, me bañé y a las siete de la mañana tenía abierta las puertas, debido a que me había traído mis oficinas jurídicas; ahí era mi casa y mi oficina. Salí a la acera a terminar de conocer a distancia el barrio, las personas pasaban y no me decían ni buenos días, ni hola señor, hasta que pasó una persona que me dijo adiós Juan Menocal, de inmediato la volví a ver y era doña Vilma, una señora que me conocía de antaño, esos buenos días cambiaron mi ambiente, y respondí con unos buenas doña Vilma con alegría.
Continué en la acera un buen rato, nadie más me saludó, hasta que llegaron mis hijos a saludarme asustados de mi salida intempestiva de la casa, a ellos les dije: hijos la vida da vueltas y en esta oportunidad me tocó a mí, unos lloraron otros no, pero al fin nos entendimos. Yo nunca me iré de ustedes, aquí estaré hasta dentro de treinta y dos primaveras más. Un mes después la soledad me estaba traicionando, aunque las visitas de mis hijos eran semanales, había un vacío en mí que era imposible identificarlo, no era lo que había abandonado en la otra casa, mi vacío, era algo impreciso para mí, yo se lo achacaba a la soledad, el estar haciendo cosas del hogar que nunca había hecho, como barrer, lampacear, lavar, comer solitario sin alguien cerca: de abogado a trabajador doméstico, me sentía impotente, compré una tina grande ahí echaba la ropa sucia, luego la llevaba al patio, llenaba de agua la tina de plástico, le echaba ase para luego meter la ropa; la dejaba unas tres horas en la tina de plástico, luego en el lavandero le echaba agua para luego tenderla y, así lave durante quince días, hasta que me llegó una ayuda que me duró quince días, se me fue porque contrate a una joven que más bien llegó a buscar cómo ganar bien sin hacer mucho, de igual manera duró quince días, encontré quien me lavara la ropa semanal, pero a mí me ha tocado barrer, lampacear, cocinar. En esos días un marido celoso, me llego a quebrar mis ventanas, lo llamé a la policía a solucionar el problema, pero ese hecho me dio una fama de que yo no buscaba empleada sino una mujer. Nadie quiere trabajarme, entonces decidí realmente buscar una mujer, que difícil ha sido, no he logrado encontrar absolutamente nada y las muchachas se cruzan de acera cuando las encuentro en la calle, me he ido a otros barrios a buscar mujer y todas están ocupadas, busco viudas y no las encuentro, busco mujeres abandonadas y ellas no tienen interés en este señor. He decido quedarme en casa cantando aquella canción” Fumando espero a la mujer que quiero”. Ya cumplí un año y, no quiero acostumbrarme a estar solo, siento que una mujer me haría vivir los treinta años que me faltan de vida. Me fui a las páginas de mujeres que buscan hombres y, solo piden de 25 a 45 años. Qué problema el mío, una mujer no encuentro en mi pueblo, será que tendré que irme a otro pueblo a buscar la pareja.
En esos días llegó una joven hermosa a platicar conmigo sobre el trabajo, dialogamos y al final le hice una pregunta,” señora como hago yo para conseguir una mejor bonita como usted para quedarse conmigo” ella me quedo viendo tranquila y me dice: “Nos cuesta a nosotras conseguir un buen hombre y ahora a ustedes”. Yo me quede pensativo y de nuevo pregunté “Usted me mira viejo” me respondió: A pesar de sus sesenta y cuatro años, se ve muy bien, pero a nosotras las mujeres muchas veces ese no es el problema, nosotras buscamos estabilidad económica, fíjese usted que yo, días trabajo días no trabajo y tengo que comer diario con mi hija, es a esa inestabilidad de nuestro trabajo a lo que le tenemos miedo, mi marido descansa más que lo que trabaja, y, no siempre le va bien, el vende en los mercado ropa, muchas veces nosotras las mujeres nos quedamos con alguien por nuestra seguridad económica y, no porque lo amamos, yo creo que las mayorías de las mujeres pensamos de igual manera, la sexualidad esta en segundo plano, aunque nos es muy importante. Yo quisiera tener la experiencia de enamorarme de un hombre que no tenga pene, para ver si sólo con caricias y otras cosas me satisfago como mujer, yo pienso que es posible, tengo amiga lesbianas y ellas me cuentan que no necesitan penetración alguna, que son felices con sus caricias y sus revolcadas, pero con amor. En ese momento le pregunte. “Me decís todo eso porque crees que yo ya no respondo”, no se lo cuento como una terapia para mí. Vea yo tengo mi marido diario me exige sexo, de las siete veces a la semana dos se lo hago con ganas, las otras cinco veces por cumplir y peor cuando llega borracho, Así es que no crea que todo es color de rosa para nosotras las mujeres y, es peor cuando el hombre es causa de inseguridad económica, dan ganas de aventarlo cuando se le sube a uno. Pero ahora pregunto yo “Cuanto gana usted”. Bueno lo mío es una pensión fija de un mil cuatrocientos dólares, que se traducen en 43,000 córdobas. En eso ella asombrada me dice y, ese dinero es mensual, además gana como abogado, significa que usted bien recibe cincuenta mil córdobas mensuales, ese capital mensual es para mí un año de comida, nosotros nos rebuscamos cuatro mil córdobas al mes, todo eso que me ha dicho a cualquier mujer en el estado actual mío, y que en este barrio abundamos, usted es un excelente partido. Casi todas las mujeres de este barrio somos trabajadoras domésticas, unas tenemos un empleo fijo, otras como yo, que no podemos estar fijas, sólo vamos a lavar y planchar y de regreso a nuestra casa, pero ganamos lo mismo, yo trabajo en tres lugares, es muy cansado pero no queda de otra, doscientos córdobas por casa, se nos hacen seiscientos semanales, el resto lo esperamos del marido y, si este nació cansado, irresponsable y borracho, y todavía golpeador, nos lleva la que nos trajo. Ya estoy pensando en ser candidata, pero deshacerme del susodicho sería mi problema. No niña no te preocupes, que con sólo limpiar la oficina y lavarme la ropa, te daré dos mil córdobas mensual y sólo duraras una hora en dicha labor, porque sería la ropo diaria la que lavarías, tres piezas a lo sumo, la limpieza de la casa que lo hagas en media hora, te queda todo el resto del día para ir a trabajar a otro lado. Señor si usted me da es oportunidad con gusto comienzo desde el día de hoy 25 de Julio, además si me permite hacerle ese trabajo por las tarde, sería mi salvación, porque yo trabajo desde las seis de la mañana en esas casas, aunque no diario, Lunes, Miércoles y Sábados. El trabajo es tuyo Rufina pero le decís a tu marido, no se preocupe que él ni cuenta se da donde trabajo yo, ni de que trabajo, unas veces le digo que cuido niño, otras veces le digo que cocino y otras que lavo y plancho, a él le da igual. Bueno como soy un hombre solo, quizás él se ponga al brinco. Bueno le voy a decir la verdad, yo le conté que venía donde usted a buscar el lavado y la planchada y, le dije que era un hombre solo... Lo que me dijo fue: si es un viejito, yo lo conozco. En ese instante aproveche y le dije: Bien joven es suyo el trabajo. Esta joven no dilató ni un mes debido a que le gustaba llegar a platicar conmigo todas las tardes para hacerme compañía y como los dos éramos platicadores, nos sentíamos bien en esa compañía, al marido no le gustó y la obligó a renunciar. Después de esa joven nunca llegó otra muchacha a buscar el trabajo, por lo que sigo, limpiando la casa, lavando los trastes, cocinando cuando no salgo a comer fuera, y doy a lavar y planchar en el barrio San Martín.
Mi Esperanza
Todos los días me levanto a las siete de la mañana, doy una vuelta en mi patiecito caminando, luego me meto al baño, a la media hora estoy vestido, tomo medio litro de leche de caja con una torta simple, me lavo los dientes que todavía tengo, los otros los lavo desde la noche anterior. Ya van un año y cinco meses en soledad, pero tengo menos vergüenza de lo que me pasó en mi casa de origen, ya mi estrés ha disminuido, las enfermedades que me envolvieron en ese primer año han desparecido, me siento más fuerte, camino mejor, todavía no puedo correr, el azúcar se me controló un 70%, el doctor Brenes me ayudó mucho en esa crisis diabética fuerte que me causó mi salida de casa, bailo un poco cumbias, perdí fuerza casi en un 50%, me adelgace de 39 de cintura a 36 de cintura, de 210 libras a 180 libras, mi altura es siempre 1.77, todavía estoy recto, circunspecto, ha cambiado de pantalones, las camisas son las mismas, todavía se ven bien me dice la que me las lava, salgo a caminar media hora tres veces a la semana unas veinte cuadras, llevo siempre la esperanza en dicho trayecto me tope con una damisela que me pregunte la hora, estoy dispuesto de regalarle un reloj y hacerme su amigo, pero no aparece. Las quirománticas me auguran un gran amor todas las semanas, al menos me hacen soñar que la encuentro. Una vez divise una preciosa mujer que se dirigía hacia el Este de mi casa, al pasar frente a mi casa y, en el instante que le iba a decir adiós, ella me saludo con su mano meneándola en estilo abanico, yo de inmediato respondí; de pronto mi rostro se puso colorado, que vergüenza, saludándome de calle a calle y de mano abanicada con un hombre, era gay el desgraciado, yo volví a ver e todos lados y por desgracia todo el barrio estaba afuera, mi amigo francisco me salvo, cuando el hombre dobló la esquina, me grito de su casa, en otras te fijas bien Heberto, yo asentí con mi cabeza e hice una mueca de hombros recociendo mi equivocación, la muchacha hija de mi amigo, estaba en carcajada, estoy seguro que se reía por lo de viejo Rabo Verde. En este barrio existen unas diez jovencitas muy bonitas, de unos 30 años, dos de ellas están solteras y muy lindas, pero no me paran bola. Leyendo un libro que se llama “Ningún amor es imposible” me volvieron las esperanzas reales, encontré en dicho libro una verdad insoslayable “Las buenas intenciones no se ven”.
A partir de esa frase, traté de aprender como descifrar las buenas intenciones. Cuando una joven me apartaba su carita, yo me decía, parece que le caigo mal, otras no me paraban bola, yo me decía, quizás no me conocen; otras me saludaban, a esas no las identificaba, trataba de ir a dar vuelta en el carro para volverlas encontrar, al verme me decían “se perdió don Heberto” eran las amigas de mis hijas. Yo con mucha vergüenza, disimulaba e inventaba cualquier pretexto, porque ya me había pasado una vez, una de mis hijas llego a la casa, me saludó, platicamos y al irse de casa me dijo, papá dice la María Gertrudis que usted le lanzó piropos. Yo hija, ella dice que usted quizás no la reconoció, porque no creen de usted esa actitud. Pero hija yo no puedo hacer eso, eso es un asedio y, es penado por la ley. Bueno papá cuídese, nos vemos. Muy pensativo me quedaba, y eso me limitaba a seguir sin buscar compañía, me decía con el pensamiento, algún día llegará y, ya tenía 65 años, lo más cerca es la muerte la que me puede llegar me contestaba yo mismo.
Un día de tantos escuché buenas, la voz se oía melodiosa, bonita, joven, yo estaba lavando los trastes, como la velocidad de la luz, deje los quehaceres y me dirigí a la puerta, en efecto era una muchacha muy pulcra, bien arregladita, con un cuerpo esbelto, de unos veintitrés años, durante el trayecto para abrir la puerta pensé” Muy Joven”. Buenas me dice la muchacha, quito el cerrojo de la verja, la haga pasar adelante, le pido que se siente y lanzo la frase; “en que puedo servirle señorita” en servirme muy poco, me respondió, gracias por lo de señorita, vengo en su búsqueda profesional, quiero casarme y esta sería la tercera vez; una amiga me dijo que usted tiene buena mano, a las que casa, les dura el matrimonio muchísimo tiempo, quiero probar con usted esta tercera oportunidad. Quede viendo a la muchacha, linda la joven, ella lo nota y me dice; soy modelo profesional y usted está notando mi juventud y examinando mi cuerpo, no soy cualquier peluche, tengo lo mío, pero no sé porque los  maridos se me corren; como se llama usted le expresé: Sofía, pero todos me llaman “sofí”, Sofía porque no vino acompañándola su novio, es que él trabaja doctor, pero yo quiero que firme la solicitud de matrimonio, se supone que usted me trajo el último divorcio, si doctor, si me permite los documentos yo se le llevo a firmar hoy por la noche y mañana se los traigo. Sofía si me permite, yo le puede asesorar, por favor doctor hágalo. Mire usted le facilita todo demasiado fácil a sus novios, recapacite en estos momentos, ni el esfuerzo de venir con usted a llenar la solicitud matrimonial hace, de seguro de que usted ya tiene contactos sexuales con él, de seguro que los gastos matrimoniales usted los está asumiendo, hace fiesta, si doctor, usted paga la fiesta verdad, es que el gana muy poco y como tiene un hijo, le ayuda al hijo y a su mamá, a la mamá del hijo o a la madre de él; no a la madre de él. Mira niña los otros matrimonios también tenían responsabilidades previas. Doctor quizás usted no me comprenda, pero yo a los hombre de mi edad, ni los vuelvo a ver, no trabajan, unos estudian, otros son bixeros y todos borrachos, prefiero buscar ya mayores profesionales, el primero era mayor que yo quince años, porque la primera vez que me casé tenía quince años, estudiaba modelaje, dos años duró ese matrimonio, el segundo era un enamorado conocido, pero estaba casado, mayor que yo veinte años se divorció, nos casamos y duramos un año, luego el regresó con su esposa anterior, Enrique, que es con el que me voy a casar es un solterón, nos conocimos en los buses, ya tiene cuarenta años, es ingeniero civil, tuvo un hijo con una vecina sin noviazgo, cuando el salía a orinar al patio ella de casualidad salía también y así tuvieron relaciones, nadie los vio de novios, es más ni se hablaban si se encontraban, ella nunca dijo de quien era su barriga, fue él que lo reconoció cuando el niño tenía dos años, Yo soy su primera novia, pero nunca ha llegado a mi casa, porque él vive en San Martín y yo en el Santiago, de punta a punta, en los buses es que nos vemos, es noviazgo de buses, yo si he llegado a su casa, conozco a su mamá, me presentó como su novia, su mamá me dijo que era muy bonita. Me ha gustado su familia son muy amables conmigo. Por eso que le estoy contando quiero que usted sea el que me case, quiero durar para el resto de mi vida con él, no es bueno estar cambiando de esposo, lo mío es suerte que me hacen caso casarse conmigo antes de hacer el amor. Bien señorita llenemos los documentos y el sábado quince la estoy casando. Muchas clientes mujeres llegaban a mí, por eso, se había corrido la bola, que los que yo casaba eran eternos en su matrimonio, bueno la verdad que conozco muchos que casé en los ochenta y todavía viven juntos. También yo tengo la esperanza de encontrar una no tan joven, pero que dure con ella unos treinta años, mi esperanza es dejar este mundo en el 2047 a las once de la mañana.
En el barrio de la estación donde llegué de intruso, ya tuve mi primer aventura amorosa, pero fue una bandida que se había puesto de acuerdo con su marido para sacarme la pensión de jubilación, al inicio me convenía, pero ya al cabo de un año, ya hasta quería ir a cobrar ella la jubilación, y eso que tenía su marido en casa, mi hice el viejo celoso y rompimos relaciones, ella entendió por qué me llamó por teléfono y me dio la razón de los argumentos expuestos, “Digo yo” a la postre es su estrategia, pero yo ya me aseguré, cubrí de verja mi casa y nadie adentra si yo no abro. Esa relación era esporádica y casi clandestina, pero todo el barrio se dio cuenta, así que las muchachas del barrio, se me cruzan de acera, otras ni me paran bolas y son muchachas muy lindas con un niño y solteras, pero un día de estos me dije “No hay mujer imposible”. Encontré a la primera guapa la chava de unos treinta y dos años, delgada, blanca, pelo lizo, gatita, cuando la vi venir me dio nervio a los 65 años, pero me dije, inténtalo, porque a los 66 sos más viejo. Cuando la tenía a un metro le dije: Señorita, quisiera dialogar con usted un minuto, cuidado menos, sólo quiero hacerle una pregunta, hágala me dijo, lo escucho. ¿Cómo hago yo para tener una mujer tan linda como usted? Me respondió de inmediato. Ser unos veinte años menor, tener al menos una moto y un carro del 2016, poseer una fortuna de unos doscientos mil dólares en bancos, un ingreso mensual de cuarenta mil córdobas mensuales para gastos, ahí está incluía la comida, una casa de dos pisos no muy grande pero lo suficientemente amplia para vivir con mi hijito. Con eso básico usted puede dialogar hasta conmigo, ah me faltaba, aunque no me es muy prioritario, poder contraer matrimonio para optar a la pensión del seguro social que debe de ser no menos de treinta mil córdobas mensuales. No crea estoy asegurando lo mínimo para una mujer bonita así como usted la busca. Puede ser que existan otras de menor costo, pero no serán bonitas como la que está hablando. En ese instante le dije: Gracias señorita por aceptar responder mi pregunta, lo que me confirma que “No hay mujer imposible” lo que falta es más comodidad en este señor. Entendió muy bien lo felicito me dijo. Si alguna vez tiene otra pregunta que lo incomoda no me detenga en la calle, llegue a mi casa, vivo a la media cuadra, pase por la calle y si me ve, me llama que yo con gusto lo atenderé en la acera, mi nombre es Karelia. Gracias Karelia, ante de irme, te ruego que si la bajas un poco a esas características cuando tengas cuarenta años y yo siempre buscando me lo dices. A lo inmediato me dijo: Y que es lo que usted no cumple. En estos momentos sólo la cuenta bancaria, porque puedo construir dos cuartos al fondo del patio de dos pisos para mientras subo la parte delantera, el resto de las características las puedo asumir. Ah pero los veinte años menos como los va a cumplir me espetó, porque cuando le dije veinte años menos, le quise decir que una mujer bonita como yo, requiere un hombre de cuarenta o cuarenta y cinco años, para mis treinta y un años. Ahí se me jodió, me mató las esperanzas en usted. Gracias y mucha suerte. Yo no perdí nada, más bien gané valor, ahora le puedo hablar a la de la pulpería que tiene unos cuarenta años, pero está casi siempre me voltea el rostro, llego a comprar y como que no me mira, y siempre hay clientes comprando, bueno intentaré con la vecina, a ella la veo imposible porque es señorita, nunca ha tenido novio, ya le he dicho lo linda que es y, siempre me responde, así dice mi novio, pero esa frase es como un valladar que ella quiere colocar entre ella y mi persona. En fin existen unas cinco jóvenes en este barrio que pueden ser candidatas para este vejestorio, no me rendiré muy fácil.
A orillas de mi casa, más bien en el costado Este existe un negocio de piscina, pero casi siempre las jóvenes son de otros barrios, las jóvenes del barrio no utilizan esa piscina, sólo una, pero ella está casada sin hijos, y se nota muy enamorada de su marido, “descartada” dentro de las musas. En esas elucubraciones estaba; cuando me acorde de Omar Vogl Montenegro, yo tenía unos diecisiete años y de pronto llega al patio donde estaba platicando con Emilio Montenegro, su tío y, nos dice; No jodan ustedes me acaba de pasar una pendejada, iba pasando por la barbería San José, sobre la calle 15 de septiembre, cuando de pronto vi una chavala muy linda de pie en la acera sobre dicha calle, yo me dije esa chava busca pareja, me acerco y le digo, ando veinte dólares te vas conmigo, me vuelve a ver enojada, y me dice, que crees vos que soy mujer de la vida alegre, señor policía este hombre me está molestando, a lo inmediato doy la vuelta, camino una cuadra, regreso donde ella y le digo, te doy 50 dólares, son los únicos que ando: Desgraciado y seguís molestando, por favor señor policía este hombre me está insultando, me doy la vuelta en un pie y le digo, ok te voy a dar los 100 dólares. La mujer me vuelve a ver, se me acerca y me dice, ves aquel taxi que esta allá, espérame ahí que voy para allá. Di la vuelta y me dije, desgraciado por falta de dinero perdí esa mujerona. Este jodido de Omar Vogl esa misma tarde me dice, primo lo invito a dos cervezas, me lleva al Cantón Oriental frente a la barbería San José, pidió ocho cervezas, cuatro cada uno, de pronto me dice, aprovecha ahorita y hace que vas a orinar y te largas de aquí, yo cumplí al pie de la letra lo que me dijo, salí rumbo para donde mi tía Lidia su abuela, al llegar a la casa, en ese instante ingresó todo sudado, había llegado corriendo y me dice Emilio, no jodás Juan casi te digo que Omar iba a hacer la Leonesa, Esas dos anécdotas me estaban haciendo reflexionar. La primera era: Que para mi edad, las mujeres tienen su precio, nadie se uniría a mí como pareja sin interés monetario y, la segunda es: Que no me la puedo robar, pero si debo de garantizar unas mentirillas por ahí, para poder conseguirla, ya en el camino y con ella en mi casa, podré modificar esas mentirillas sin que se note tanto, puedo disimular una mala inversión etc. Para luego expresarle mi verdadero caudal económico que no llega ni a cinco mil dólares en banco.
Así pasaba el tiempo, levantándome, bañándome, desayunando, sentándome en la computadora a leer o escribir tonterías, luego me salía afuera de la casa o sea en la acera, pero me parecía que todo el vecindario comentaba que salía a cazar mujeres, al fin y al cabo era cierto, era mi necesidad; pero lo que noté ya para esa época que las muchachas tímidamente me volvían a ver y otras se atrevían a decirme adiós entre dientes, eso me alegraba, pero no sentía que era para llenar mi vacío, más bien eran recomendaciones de sus padres para que no me sintiera tan sólo en el barrio y deprimido. En todo caso mi situación estaba mejorando, sólo una muchacha nunca me dijo adiós, yo notaba que le gustaba que yo la quedara viendo, era muy bonita y, esa bonitura le permitía sentirse agradable no pasar desapercibida. A esa muchacha le hice un poema, claro ella no lo sabe, pero ustedes si lo conocerán:
MI DECLARACIÓN
Estoy tan deslumbrado de tu bella estampa, que no atino a saber si eres un ángel enviado por mí
O quizás seas una quimera de mis desazones encubiertas, en sonrisas, contemplaciones efímeras, desalientos por sentirte tan lejos, aún tan cerca de tu estado físico.
Eres bella como la naturaleza, fina como la exquisitez de la fragancia, despiertas en mí el furor de la vida, las ansias de soñar, el deseo de ser músico alegórico, la necesidad de pintar tan excelso cuerpo.
Representas la estampa del amor en mí, aún a distancia de épocas, es imposible detener mi ímpetu, lo sobrellevo como un peregrino bajo la lluvia.
Quizás sea un sueño mi estulticia adulta, pero con sentido humano, no me eres imposible, esa posibilidad la lucharé hasta lograr que sepas que me enamoré de ti sin límites, sin descanso, sin desesperanza, aún sin saber tu nombre, el cual debe de ser bello, como se realza en tu cuerpo.
HGCG - uno de junio 2017
Será que me estoy volviendo loco me dije al finalizar los versos libres, oh será que la seriedad de la joven llena mis expectativas de la mujer que busco, si la encontrara de unos cincuenta años esa sería la prueba de mi capacidad de conquista.




FRAY ANTONIO DE CIBDAD REAL- 1586

  RECOPILADO POR Heberto Guillermo corea guerrero FRAY ANTONIO DE CIBDAD REAL- 1586   Viaje de Fray Alonso Ponce desde México a Nica...