Heberto Guillermo Corea Guerrero
Re recopilador
Las Crónicas más antiguas sobre Nagarote
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La Historia del descubrimiento y Colonización de Nicaragua, se conoce por las Cartas enviadas por los descubridores y Colonizadores, por las declaraciones verbales de los tesoreros de la expedición ante los corresponsales pontificios, por los escritos de gente que la visitó, por clérigos que pasaban revisión a sus iglesias, por diplomáticos cuyo papel es recopilar historias de las poblaciones asignadas (Inteligencia) y la vivencia de sus pobladores.
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CONTENIDO
INTRODUCCIÓN DEL RE RECOPILADOR
Base de estas
notas: Estas notas las he entresacado
de cantidades de Libros que en estos días se facilitan por internet, ya que yo
no tengo posibilidades de ir a España, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra,
Portugal, México, Guatemala, Colombia, lugar donde se encuentran sus
originales, pero bien nuestro interés es resumir lo que corresponde a Nagarote
y sus circunstancias. Estos libros son: Nicaragua en los Cronistas de Indios.
Serie. Cronistas N° 1 al 10 Colección Cultural del Banco de América. Recopilado
y elaborado por Jorge Eduardo Arellano y otros.
Libros de
Cronistas ubicados en la Web del Ingeniero Enrique Bolaños Geyer. Ex presiden-
te de Nicaragua llamada “Sajurín”. Recopilados en su
mayoría por el hermano, el Doctor Alejandro Bolaños Geyer, todo digitalizado
por Sajurín.
En todos ellos respetamos su escritura original.
El re
recopilador HGCG
Creo muy necesario que conozcamos algunos datos que no
precisamente fueron escritas visitando Nagarote, pero si, sus circunstancias, o
sea áreas cercana a Nagarote que identifican aspectos que se reproducen en esos
momentos en dicho poblado indígena por ser del mismo origen y vecindad de los
otros pueblos de donde se recopilaron. Son muy importantes porque está
reflejada nuestra idiosincrasia, nuestro ambiente, nuestra sociedad en general.
INICIO DE NUESTRO CASI EXTERMINIO TOTAL. 1529
INICIO DANDO A CONOCER ESTE JUICIO DESARROLLADO EN
LEÓN, DEBIDO A QUE LOS PRINCIPALES PERJUDICADOS FUERON LOS INDÍGENAS DE NUESTRO
PUEBLO NAGAROTE E IMABITA, AQUÍ SE DIO EL INICIO DE NUESTRO CASI EXTERMINIO
TOTAL. AÑO 1529.
“De la
actuación de los usurpadores nuestra gran mayoría del pueblo Imabita de la
región de Nagrando huyó hacia las montañas, andaba casi nómada. (para esa fecha
la Paz Centro no existía).”
JUICIO DE INSTRUCCIÓN, Iniciado en León el 13 de Julio
de 1529 a Solicitud del Alcalde Mayor Licenciado Francisco de Castañeda, contra BARTOLOME RUIZ y otros, para
averiguar la sacada de españoles e indios, hacia Panamá. Pliego de acusación
formulada por el fiscal Licenciado Villalobos.
(Archivo General de Indias, Sevilla, legajo 1030. Ramo 2.)
Sacaron españoles e indios por el puerto del rio de la
posesión sin licencia, y cuando se les notificaba judicialmente de tal
ilicitud, intimidaron con armas al alguacil notificador y se fueron con su
cargamento ilegal.
Proceso desarrollado ante: Alcalde Mayor. Francisco de Castañeda. Escribano.
Diego Sánchez. Oficial Notificador Hernando de Guzmán. Testigos del acto de
notificación fallido: Alonzo Pérez de Valer y Juan Quiñonez. Capitanes del
navío: Hernando de Soto y Fernando
Ponce. Dueño del Navío Bartolomé
Ruiz, Maestre de Navío Juan Cabezas.
Nombre del Navío. Santiago.
Gobernador de la provincia de León. Pedrarias
Dávila. Primer Gobernador
NAGAROTE USURPADO EN ENCOMIENDA. 1523- 1539
1)
Nuestro pueblo
fue usurpado (legalmente nunca la obtuvo) en encomienda por un militar de
nombre Sebastián de Benalcázar, (Belalcázar) (1523) Militar que llegó con Francisco
Hernández de Córdoba, jefe del primer regimiento militar Español, quienes
traían a Santiago Apóstol (Santiago de Compostela) como Patrón Militar. En sus
luchas militares su grito era” Santiago
y a ellos” grito usado por Hernán Cortés en México y donde había batallado
Benalcázar, y usado por Francisco Hernández de Córdoba cuando intentó tomarse YUCATAN, México. Grito que surgió de la
Batalla de Clavijo en el año 844 contra los Moros y de donde surge la leyenda
que Santiago el apóstol coadyuvó al triunfo..
2)
REAL CÉDULA
EXPEDIDA EN MADRID A 18 DE OCTUBRE DE 1539, ORDENANDO AL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE NICARAGUA,
NO QUITE AL MONASTERIO DE LA MERCED,
CIUDAD DE LEÓN, LOS PUEBLOS DE INDIOS
QUE TIENE ENCOMENDADOS; Y SON: MABITIA, MABITE Y NAGAROTE. [Archivo General de
Indias, Sevilla. Audiencia de Guatemala. Legajo 401. I:.ibro S. 3.]
EL REY
/f.• 63/ al monasterio de
la
Merced de Nicaragua.
Nuestro governador de
la provincia e Nicaragua fray Sebastián
de betancos en nombre del monasterio frayles y conbento de nuestra señora
de la Merced de la ciudad de León ques en esa provincia me ha hecho relación
que al tiempo que se fundó el dicho monasterio el governador pedrarias de abila
le dio y encomendo para que les diesen de comer e hiziesen otras cosas tocantes
al servicio del dicho monasterio los pueblos de yndios que se dizen mabitia y
mabite con cargo que los yndustriasen y enseñasen en las cosas de nuestra santa
fe catholica e que despues porque los dichos pueblos heran pequeños y de poca
gente y no podian sustentar a los religiosos del dicho monasterio el licenciado
francisco de Castañeda que quedo por
governador en esa dicha provincia despues de la muerte del dicho pedrarias dio al dicho monasterio en encomienda otro pueblo
de yndios que se dize nagarote que solia tener el capitan benalcázar los cuales dichos pueblos ha tenido y poseydo el dicho monasterio y al presente los tiene y
posee e que porque se temen que vos sin causa ni razon alguna se los quitareys
o removereys de que dicho monesterio recibiria daño porque no se podrian
sustentar que me suplicaba /f.• 63 v.'/ en el dicho nonbre vos mandase que no
les quitaseyes ni removieseyes los dichos pueblos ni parte alguna dellos y se
los dexasedes tener y poseer segundo y
como hasta agora los han tenido y poseydo o como la mi merced fuere lo cual
visto por los del nuestro consejo de las yndias fue acordado que debia mandar
dar esta mi cédula para vos e yo touelo por bien. porque vos mando que veays lo
sus dicho y no quiteys ni removays al dicho monesterio los pueblos de yndios
que al presente le están encommdados y se los dexeis tener y poseer segund y
como hasta aqui los han tenido y poseydo
y enbiareys ante nos al nuestro consejo de las yndias relaçion que pueblos son
los que ansy tiene el dicho monesterio y
que yndios ay en ellos y como son tratados y que tributos son los que dan y si
conviene y es necesario que para adelante, dicho monasterio tenga los dichos
pueblos para se sustentar con ellos los religiosos del para que vista se provea
lo que conbenga e no fagades endeal por alguna manera. fecha en la billa de
madrid a diez y ocho dias del mes de otubre de mill e quinientos e treinta y
nuebe años. Yo el rey. refrendada de
samano y señalada de beltran y carvajal y bernal y velazquez.
FRAY PEDRO MÁRTIR DE ANGLERÍA- 1524
La crónica más antigua sobre Nicaragua se encuentra en
la sexta parte de la obra “De Novo Orbe Décadas “de Pedro Mártir
de Anglería. Escritas en latín, esas
décadas del Nuevo Mundo constan de ocho, divididas cada una en diez capítulos;
la primera data de 1494 y la última de
1526, año en que murió Anglería.
La correspondiente al
descubrimiento del territorio nicaragüense está fechada en Burgos el 14
de julio de 1524. Por lo tanto, su autor fue el primero en aprovechar la carta
de Gil González redactado el 6 de marzo de ese mismo año. Dirigida a Su
Majestad desde la isla española , ese documentos esencial de la historia de
Nicaragua, puede consultarse en R,A.G.H.N., Año 1, tomo 1 Núm. 2, diciembre de
1936, pp. 209. 225 en COLSOM. 1, pp. 89•107.
Origen de
sus crónicas:
Entresaqué de las cartas de Gil ….. Me las dejó
escrita su cuestor regio, que
comúnmente se dice tesorero, el cual tomó una pequeña parte en todos aquellos
trabajos, y se llama “Andrés
Cereceda".
2.-Supo que a cincuenta leguas de la corte de Nicoyán
reinaba un cacique llamado Nicoraguamia, que estaba en su regia sede, Nicoragua,
camino de un día. Envió mensajeros que notificaran al cacique lo mismo que los
nuestros suelen decir a los demás reyesuelos antes de obligarles, a saber: que se hagan cristianos que admitan la
obediencia y las leyes del gran Rey de las Españas, y que si lo rehusaba le
haría guerra y le obligaría. Al día siguiente le salieron al encuentro
cuatro nobles de Nicoragua, diciendo en nombre de su cacique que deseaban lo
paz y el bautismo. Fueron los nuestros a Nicoragua con toda la gente, y
bautizaron a un número algo mayor que los otros: nueve mil. Nicoragua dio quince
mil pesos de oro en varias joyas a Gil González, que compensó dones Con dones.
Dió a Nicoragua un vestido de seda, una
camisa de lino, un gorro de púrpura; y levantando allí dos cruces, una en
el templo de ellos, otra fuera de la casa del pueblo, se marchó.
3.-Fué a otra región, a seis leguas, marchando siempre
hacia Occidente, donde dice que encontró seis poblaciones como de dos mil casas
cada una. Habiéndoles llegado la fama de los nuestros, por deseo de verles
mientras estaban por aquellos seis pueblos se les presentó otro cacique de más
al Occidente que se llamaba Diriagen, acompañado de quinientos hombres y veinte
mujeres, diez banderas cinco trompeteros, que iban delante según su usanza.
Acercándose el cacique a Gil González, que le esperaba en un solio dispuesto
con aparato regio, mandó tocar lo trompeta, después callar e inclinar las banderas que iban delante.
Cada uno de los hombres, traía, éste una, aquél dos aves
semejantes a los pavos y no inferiores a
ellos ni en lo grande ni el sabor: son los que crían en las casas como nosotros
las gallinas. Hago una pequeña digresión con tu permiso. Repito muchas
particularidades de éstas, y a un Esculapio como tú te propino una medicina yo,
inepto labriego, pues muchas de estas cosas te son muy conocidas, y en mis
Décadas las he mencionado extensamente. Pero juzgando que esto puede llegar a
manos de los hombres estudiosos,
lo que no saben ni tú se lo has de explicar, lo repito
para que por tí logren su deseo; no me acuses, pues, tú que has nacido para
utilidad de muchos.
Trajo este
régulo, Diriagen, por medio de sus criados, más de doscientas hachas de oro que
cada una pesaba dieciocho pesos o algo más. Preguntado por los intérpretes que Gil tenía a
su lado y entendían a los nuestros qué motivo le había inducido a venir dicen que respondió que por lograr ver a la gente nueva, que
oído andaba por aquellas regiones, y
saber lo que deseaban de él, ofreciéndose a obedecerlos.
Exponiendo las mismas razones que
a los demás, les exhortaron a que se
hicieran cristianos y aceptaran la obediencia al Rey de España. Respondió que
le parecían bien ambos cosas, y prometió que a los tres días volvería a recibir
órdenes de los nuestros. Y se marchó.
Recayendo la conversación sobre varios asuntos, por no
tener que hacer, entre Gil capitán de nuestros tropas y el cacique Nicoragua, mediante un intérprete
nacido no lejos del reino de Nicoragua educado por Gil, que hablaba bastante bien
el idioma de ambos, Nicoragua pregunto a o Gil qué sentían en la tierra de
aquel Rey poderoso de quien Gil se
declaraba vasallo acerca de Un cataclismo pasado que había anegado toda la
tierra con todos los hombres y animales, según él lo había oído de sus mayores.
Gil le dijo que se creía eso mismo. Preguntando si se pensaba que vendría otro,
le respondió Gil que no, sino que así como una vez habían perecido todos los
animales, excepto unos pocos, en un diluvio
de agua a causa de las iniquidades de los hombres
y principalmente por las de carnalidad, así, tras una
serie de años
que los hombres no conocen, ha de suceder que todo quede reducido a cenizas por
llamas de fuego enviadas del cielo. Se quedaron todos pasmados al oír esto. A la
pregunta si esta gente tan sabia venía del cielo, el intérprete le dijo sí. Si
habían bajado en línea recta, o dando vueltas o formando arcos, preguntó con
cierto aire de inocente sencillez, a esto el intérprete respondió que no lo
sabía, pues había nacido él en la mismo tierra que el propio Nicaragua o cerca
de ella.
Después le dijo
que preguntara a su amo Gil si alguna vez la tierra se voltearía boca arriba.
Gil declaró que ese secreto lo sabe únicamente el Criador del cielo, de lo
tierra y
De allí nadie
de los hombres. Preguntó del fin general humano, de los paraderos destinados a
las almas cuando salen de y la cárcel del cuerpo, del estado del fuego que un
día ha de enviar cuándo cesarán de
alumbrar el sol, la luna demás astros; del movimiento, cantidad, distancia
efectos de los astros de otras muchas cosas.
A las preguntas
que Nicaragua hizo sobre el soplar de los vientos, las causas del calor del
frío, la variedad de los días y las noches, aunque entre ellos es poca por
distar poco del equinoccio y sobre otras muchas cosas semejantes, respondió Gil
explicando la mayor parte según sus alcances, y dejando lo demás al divino
saber.
Después de
esto, descendiendo Nicoragua y sus cortesanos a las cosas terrenas, preguntaron
si se puede sin culpa comer, beber engendrar, jugar, cantar, danzar, ejercitarse
en las armas. Le respondió este de este modo: dijo que es preciso comer y
beber, pero que en esto se ha de evitar la crápula, porque todo lo que se toma
fuera de lo que la naturaleza necesita, es dañoso al vigor del espíritu y a la
salud del cuerpo, y que resultan de ahí semilleros de vicio, riñas y
enemistades, que también es licito el trato conyugal, pero sólo con una mujer,
y ésta unida con el vínculo del matrimonio, y que hay que abstenerse también de
otro género de impurezas si se quiere agradar a Dios que lo ha criado todo, que
tampoco está prohibido tener a su tiempo cantares, juegos y danzas honestas.
PASCUAL DE ANDAGOYA - 1541-1546
RELACION DE
LOS SUCESOS DE PEDRARIAS DAVILA EN LAS PROVINCIAS DE LA TIERRA FIRME
En el año de 17 vino Gil González de Ávila, con cierta capitulación de S.M. Fue al Darién,
con gente carpinteros de hacer navíos y toda la munición para ello para
los hacer en el río de la Balsa, y la
ligazón dellos llevó de España echa: lo cual todo fue a desembarcar en Acla, y
el Gil González fue al Darién a que el Gobernador le favoreciese para ello, y
los navíos hizo en el río de la Balsa, y bajó a la mar pasó a la isla de las
Perlas, de allí el año 19 poblada Panamá, vino allí con su armada. Este había
de descubrir cierta cantidad de legua al poniente, por lo que capituló, así
corrió la costa llegó al golfo de Sanlúcar, que ya estaba descubierto por
Pedrarias, que es el principio de la tierra de Nicarao, y pasados al paraje donde agora es León y Granada, desembarcó y
dio en un pueblo donde halló en una mezquita 100.000 pesos de oro bajo. Y como
en la tierra se supo esto, vino sobre él mucha gente de guerra, e se hubo de
tornar a embarcar, no siendo parte para poder resistirlos, se volvió a Panamá,
donde fundió el oro, desde allí se vino a España, y volvió a Santo Domingo y
hizo armada para ir por Honduras a poblar en Nicarao. En este tiempo, Pedrarias
envió a un Francisco Hernández de Córdoba por capitán y con gente bastante para
ganar poblar aquella tierra, éste entró ganando conquistando aquella tierra,
donde hubo muchas escaramuzas y guerra, y pobló la ciudad de León y Granada, y en ellas
hizo fortalezas para se defender. Esta era tierra muy poblada muy fértil de
todos mantenimientos de maíz y uvas muchas gallinas de aquella tierra y unos
perritos pequeños que también los comían, y venados y pesquerías, tierra muy
sana. Los indios de mucha policía en su vivir a la manera de los de Méjico,
porque era gente que había descendido de allá, y casi aquella lengua.
La gente desta
tierra andaban bien vestidos a la manera de indios: las mujeres con sus mantas a la manera de las de Coiba y otra cierta manera de vestuario que metían
por las cabezas que les cubrían los pechos la mitad de los brazos; y los indios
traían cubiertas sus naturas con muy largos que hacían de algodón, que daban
muchas vueltas por encima de las nalgas hasta los lomos, en el pueblo y traían
sus mantas como capas debajo el brazo; alcanzaban mucho cantidad de ropa de
algodón: tenían sus mercados en las
plazas donde contrataban, la tierra era pobre de oro y trataban con cacao como
en la Nueva España por moneda: había muchas mujeres hermosas y tenían por
costumbre los padres, cuando eran ya doncellas para casar, de enviarlas a ganar
para su casamiento; así andaban por toda la tierra ganando públicamente, de que
tenían ya ajuar para su casa y para poder tener algún trato, volvíanse a casa
de sus padres y casábanlas, y los
maridos les eran tan sujetos, que si ellas se enojaban los echaban de casa, y aun
ponían las manos en ellos: hacíanles servir hacer todo lo que a un mozo podrían
mandar, y él se iba a los vecinos a rogarles que viniesen a rogar a su mujer
que le recibiese y no hubiese enojo. Esto no era generalmente, sino los que no
tenían lo que habían menester. Tenían otra costumbre, que cuando se casaban
algunos, la noche antes había de dormir con la novia uno que tenían por papa,
que residía en la mezquita.
Es tierra de
muchas frutas buenas, mucha miel y cera, de que se proveen todas los
gobernaciones comarcanas de allí. Las abejas son muchísimas, algo amarillas, no
pi-
can: ponen la
miel debajo de tierra. Hay muchos lobos en esta tierra que se mantienen de los
venados. Hacen un vino de cierta manera de ciruelas que se tiene un año, y es de
tanta fortaleza como el vino de España, aunque se pasa presto la fuerza; en
todas las tierras que arriba tengo dichas, toda su felicidad es beber el vino
que hacen de maíz, que es a manera de cerveza
y con él se emborrachan como con vino de España; y todas las fiestas que
hacen es beber.
y esta tierra es pobre de oro: no se han hallado minas
si no es 70 leguas de León,
y llevando la gente de aquella y provincia, que es tierra llana caliente, a
sacar oro tan lejos y en sierras altas, y llevando los mantenimientos desde
allí que habían de comer para los que sacaban el oro, se acabó muy gran parte de gente de aquello tierra, y
no las pudiendo sostener, las
despoblaron, y después de que se aprovechar de la tierra, comienza a hacer
esclavos de los indios que se revelaban y apremiar a los señores que les diesen
esclavos; y ellos por no ser maltratados, hacían decir su gente que lo eran no lo
siendo, y de éstos sacaron a vender a
Panamá y al Perú muy gran cantidad, y estas dos cosas fueron causas para que aquella tierra quedase muy despoblada de los naturales. Tienen los vecinos
granjería de hacer jarcia de un nequen que hay, que es como cerro de lino;
hécese muy hermosa jarcia y más fuerte que la de España, y lonas de algodón
excelentes: pez y tablazón para navíos, no hay más en Vizcaya. Hay en esta
provincia dos lagunas de agua dulce, que
la una desagua a la mar del Norte y la otra tiene de boxo más de 40 leguas: hay
en ella grandes pesquerías de que se mantiene la tierra.
Este Francisco Hernández que pobló aquella tierra,
viéndose poderoso de gente y tan vicioso de todo lo demás trató de alzarse y no
obedecer a Pedrarias ni a ninguno que enviase; y para esto hizo juntar los
principales destos dos pueblos para que escribiesen a S. M. que se lo diese por
gobernador, y los capitanes Francisco Campanón y Soto no solamente no vinieron en ello, más
antes le reprendieron lo que hacía temiéndose dellos (que eran diez o doce que
hacían concilio por si para resistirle lo que quería hacer) prendió al Soto y
lo puso en la fortaleza de Granada, el Francisco Campanón, con los nueve que
tenía de su parte, se fue a Granada sacó y de la cárcel al Soto, salieron todos
diez al campo bien armados y sus caballos. Y el Francisco Hernández, como lo
supo, vino a Granada con hasta 60 hombres hallólos en el campo que le estaban
aguardando, y no los osó acometer porque tenía por cierto que habían de matar a
él antes que a nadie; y éstos tomaron lo vía de Panamá, y con mucho trabajo,
dejando los caballos en el comino por no los poder posar, llegaron ya
descalzos, pasando de noche por los pueblos de los indios y tomando comidas se
salían dellos y llegaron o la provincia Cheriqui, que es entre Burica y Nisca, que
arriba decimos, donde estaba un pueblo, que un capitán Benito Hurtado había
poblado por mandado de Pedrarias, que se decía la ciudad de Fonseca, y aquí de
se refrescaron, y este capitán les dio una canoa en que vinieron hasta Nata. Y dando
nueva y razón de lo que allá pasaba a Pedrarias, aderezó navíos y gente para ir
allá, y prendió a Francisco Hernández y cortó la cabeza.
En todas estas
provincias desde Nicaragua hasta el Darién no defiere media hora el día de la
noche en todo el año, y el verano hace todo en un tiempo que comienza desde de
entrante diciembre hasta entrante mayo: en todo este tiempo corren los vientos
Norde Nordeste, y no llueve y hace más
fresco que en invierno. Y la gente está sana, que no adolecen sino por
maravilla: comienzo el invierno desde principio de mayo hasta en fin de
noviembre, en el mes de setiembre y agosto hace muchas aguas más que en los
otros meses: hace calor, bochornos, caen rayos y truenos.
JUAN SANCHEZ BORTERO- 1552
Sacra
Católica Real Magestad
y también
vuestra majestad me haga alguna ayuda de costa para poder pasar a hacer este
servicio e otro si porque y para el dicho descubrimiento será menester gente y
requiere hacerse costa vuestra majestad sea servido de hacerme merced de un
pueblo de indios en la ciudad de Granada que se llama moninbo que esta por de
vuestra majestad que es cerca del dicho volcán para que yo lo tenga en nombre
de vuestra majestad y lleve los tributos del paro ayuda de costa del dicho
descubrimiento y en remuneración de mis servicios y de mis pasados; si el dicho
pueblo de moninbo no oviere lugar de dárseme vuestra majestad me haga merced de otro lugar de indios en
la ciudad de León
de los pueblos que están por de vuestra majestad pues en la dicha provincia serví
a vuestra majestad tanto para que pueda sustentarme pues vuestra majestad
siempre ha hecho y hace mercedes a los conquistadores y descubridores.
Otro si pido y suplico
a vuestra majestad me haga merced de una escribanía pública del consejo de la
dicha ciudad de Granada que al presente esta vaca que en todo recibiré merced.
Juan Sánchez rubricado
BARTOLOME DE LAS CASAS- 1535
Del celebérrimo
Fray Bartolomé de las Casas, tenaz defensor de los derechos humanos,
reproducimos unos fragmentos de su "Carta a un personaje de la Corte"
dos capítulos de la Apologética Historia, y uno, precisamente titulado
"Nicaragua", de la Brevísima relación de la destrucción de las Indios.
Natural de
Sevilla, murió en Madrid a los noventa dos años siendo su vida un periplo
infatigable y un ejemplo de pasión y evangélica lucha liberadora. Pero además,
aunque desaliñado, fue un escritor prolífico y un consumado naturalista. En
Nicaragua estuvo tres temporadas viviendo plenamente todas las dimensiones de
su personalidad apasionante e impetuosa, como lo testimonian las páginas que
siguen.
Muy Excelente
señor:
Salidos de
Panamá, ordenó nuestro Señor otro cosa de la que pensábamos, que a cabo de dos
meses y medio, cuasi muertos trescientos hombres de sed y de hambre por la mar,
nosotros, por divino milagro, los cuatro frailes y otros ocho o diez hombres,
en un barquillo que hallamos, venimos a parar a Nicaragua.
Sepa vuestra
merced, excelente señor, que este reino de Nicaragua es la medula y riñonada de
todas las Indias, puesto que todas los Indios estimo por la más opulentísíma
tierra del mundo, si no es aquella desventurada tierra del Perú. Es esta Nicaragua un paraíso del Señor.
Es unos
deleites y alegría para el linaje humano y dado que la española isla y todas
las otras partes de esta Tierra firme donde yo he andado, Sea tal cual nunca
fué oído, este, empero, me tiene admirado más que ninguna en ver tanta
fertilidad, tanta abundancia, tanta
amenidad y frescura, tanta sanidad, tantos frutales, ordenado como las huertas
de las ciudades de Castilla, y, finalmente, todo cumplimiento y provisión para
vivienda y recreación y suavidad de los hombres.
Sólo por las
calidades dichas, podrá ver nuestra merced, el número de gentes que aquí podría
haber. Todos nuestros españoles que por aquí están dicen que había hoy hace
ocho años, en obra de cincuenta leguas de
tierra en cuadra. Más de seiscientas mil personas; unas poblaciones
admirables, el suelo de las cuales (de muchas quiero decir), yo agora he visto.
Pero pregunte vuestra merced de tanto número de
gente, de cuanta opulenta tierra abundaba y rebosaba, qué tantos vasallos terná hoy el Rey, nuestro señor, en él. Díganlo los que allá agora
van, si alguno allá aportare, y pluguiera a Dios que yo fuera uno de los que
allá fueran. Habrá en todos cuantos indios y indias hay hoy en toda esta
provincia, por dicho de todos ellos los nuestros españoles, no pasará de doce o
quince mil almas...
¿Parece a
vuestra merced que ha habido acá buena gobernación? ¿Parece a vuestra merced es
bien que ese Real Consejo se olvide ocho o diez años, sin enviar un juez de
residencia a estos gobernadores, que en Castilla, donde hay dos Chancellerías y
un Consejo Real y la presencia del rey a
la mano, olvidan un corregidor dos años que tiene robada toda una provincia? ¿Parece a vuestra merced que sería
razón que se tomase cuenta de los vasallos del rey, si crecen o disminuyen, y
que sería razón, que con los que tanto y estrago antes de agora y agora todavía actualmente en cada parte de
estas tierra hacen, en la punición no se disimulase?
Gran cosa es, y
de las más señaladas, que en el mundo nunca acaecieron, y no muy favorable ni
honrosa a la rectitud de la justicia de España, que se haya muerto injusta y tiránicamente
por los españoles en las Indias más (y digo y afirmo, que son más) de cuatro
cientos (y mucho me estrecho) de ánimas, y que no se haya por ellas ahorcado a
un hombre
Y no solo se
han muerto en la continua y acostumbrada tiranía y opresión de guerras injustas
y aspérrimo cruel y ordinaria y contra toda ley y derecho servidumbre, en las que
han puesto, pero en particulares inmanidades y nuestros santos españoles
infinitas veces han hecho y cada día por todas estas partes hacen. Aquí está
proceso hecho contra uno, que una hija de un señor quiso forzar, y porque ella
no quiso, la metió en una casa de paja y la puso juego y la quemó viva. ¡Y la
pena que le dieron fue, en condenarle en cinco castellanos. Esto a le oyere,
increíble le será, pero por autoridades de juez y escribano está la cosa en
juicio pasado. Desta y de otras peores diría que aquí han acaecido, y en otras
partes de esta tierra firma e islas. Pues bien sé yo que Dios no se olvida de
aquella muchacha, porque sé que PUPILLUM ET MAGNUM DILIGIT DEUS, ET IPSI CURA
EST DE OMNIBUS como dice la escritura.
…………. que se
escribe de estas dos ciudades de León y Granada, por personas
de importancia, que allá están y de aquí
fueron, que aún no está la tierra asegurada y está ya despoblada y perdida.
También ha
vuestra merced de trabar que se quite el hierro que se concede, y agora vino
concedido para errar esclavos. Porque
públicamente hacen indiferentemente como a chicos y grandes, dije, y los van vender a Panamá y Perú; y así se acabará muy brevemente
toda esta tierra. Y mire que esta provincia es la más necesaria de todas estas
para esta mar del Sur, y no es como la española, que se pueden hacer ingenios y
meter negros, y por tanto, acabados estos indios, no habrá más memoria, y perderá
el Rey lo mejor del mundo.
Solamente dice
Tobías que ciertos españoles hallaron en cierto rincón de una de las dichas
provincias tres hombres vestidos en
hábito de mujeres, a los cuales por sólo aquello juzgaron ser de aquel pecado
corrompido y no por más probanza los echaron, luego a los perros que llevaban,
que los despedazaron y comieron vivos como si fueran sus jueces.
FRAY ANTONIO DE VALDIVIESO 1544 Primavera - Biografía
(Villa Hermosa, Burgos, 1495 † León, Nicaragua, 26 de febrero 1550), protomártir de América por la defensa de los indios, defensor de los Derechos Humanos, Obispo de Nicaragua, San Andrés, Providencia, Honduras y Costa Rica. Discípulo de Fray Bartolomé de las Casas, Obispo de Chiapas, defensor de los indios.Antonio de Valdivieso nació en Villa Hermosa, Burgos. Hijo de Antonio de Valdivieso y Catalina Álvarez Calvente, recibió las órdenes en el Convento de San Pablo de Burgos. Antes de ser obispo, Valdivieso ya había viajado a América. En 1543, el Rey Carlos V pidió al Papa nombrar Obispo a Valdivieso en la dedición de la toma del obispado fue apoyado por Bartolomé de las Casas. Según los historiadores, Valdivieso fue misionero en el Perú.
Obispado
Valdivieso era
discípulo del Obispo Bartolomé
de las Casas.
Siendo obispo Valdivieso, el Príncipe Felipe le dio la autoridad completa en el
tratamiento de los indios, el perdón de
pagar la contribución por cuatro años, administrar las pertenencias de
difuntos, podía colectar sus propios diezmos y no dependía de la buena voluntad del
gobernador.
Llegó a Nicaragua en compañía de
su Madre Catalina Álvarez y su hermana en la primavera de 1544 y escribió su primera carta a la
Corona el 1 de junio de 1544, en
esos días llegaba el Oidor especial y Juez
de la residencia Diego
de Herrera y su esposa doña Inés Peraza, quienes tuvieron un hijo que le
llamaron Hernán Peraza, llegó a León para terminar
con la carrera política y la dominación en Nicaragua de Rodrigo Contreras.
Con su obispado
Valdivieso también recibió de Carlos V la tarea de traer e imponer en Nicaragua
las Nuevas Leyes de Indias dictadas en 1542, quitar a los encomenderos y autoridades
reales las tierras de los indios, lo que provocó un obstáculo en su misión de
evangelización e imperial.
Todo el derrame
de sangre y rebeldía civil causado en la colonia, no causó
ninguna reacción de parte de la Corona. Mendavia permanecía preso en La Habana, esperando ser
enviado para ser juzgado en Madrid por las acusaciones de Ríos.
La Santa Sede concedió
ciertos privilegios a los Obispos ordenados en América, tales como: la
consagración por un solo obispo, usar el bálsamo indígena y no el alejandrino
como en Europa, Sixto V, ordenó que los obispos residentes fuera de Europa
hicieran sus visitas cada diez años.
Cuando llegó a
León, se encontró con el cruel maltrato y muerte de los indios por parte de
Contreras y su esposa. En Cabo Gracias a Dios se reunieron (1545) Bartolomé de
las Casas, Marroquín y Antonio de Valdivieso, para proponer medidas en defensa
de los indios.
Denuncias
Para
Valdivieso, la familia Contreras era la causa principal del desosiego de
Nicaragua. Bartolomé
de las Casas
y Valdivieso escribieron a la Corona desde Gracias
a Dios,
Honduras, el 25 de octubre de 1545, esbozando una situación borrosa del
estado cristiano en la Audiencia
de los Confines, notaron la hostilidad del Arzobispo Mallorquín de Guatemala que era buen
amigo de Pedro
de Alvarado,
reiteraron su opinión con respecto a Herrera y Maldonado:
Sólo el
Licenciado Herrera nos parece que sea un hombre de virtud y que merezca el
puesto que ejercía como Oidor de la Audiencia, y ninguno de los otros. El resto
de los miembros de la Audiencia son más parecidos a Maldonado, a quien la hace
falta mucho cerebro, es analfabeta, y no tiene virtud.
A pesar de todo
el esfuerzo de las Casas y Valdivieso de que nombraran Oidor de la Audiencia a
Herrera, la Corona después de ordenar la abolición de la Audiencia
de Panamá,
creó la Audiencia de los Confines:
Está aquí
ordenado que se cree una Audiencia Real de los Confines en Guatemala y
Nicaragua y que se nombren cuatro oidores alfabetos para esta Audiencia y que
uno de ellos sea nombrado presidente. Nosotros nombramos al Licenciado
Maldonado para esta posición, quien es un oidor que reside en México y que esta
Audiencia esta supuesta a gobernar estas provincias. (Nicaragua y Guatemala)
Valdivieso el 15 de noviembre de 1544, escribió a la Corona describiendo lo
destructivo de Contreras y su familia en Nicaragua:
Esta provincia
está totalmente despreciada y en las disputas y actos de mala fe y si esto no
es remediado, yo creo que la colonia estará perdida por completo. Desearía de
saber las causas de esto, su Majestad, por los reportes del Licenciado Herrera
que entiende la situación desde las raíces y creo que le envió esos reportes.
Sin o estoy equivocado la causa total de todo esto es Rodrigo de Contreras
quien desperdició todo y gobernó mal y Pedro de los Ríos su yerno, quien
también es un rebelde y con los dos
juntos en Nicaragua nadie puede venerar a Dios ni a su Majestad sin poner su
vida en peligro. El Licenciado Herrera demuestra un buen interés en servir
a su Majestad y piensa que puede remediar todo esto, pero teme a no tener el
soporte de la Audiencia (de los Confines) porque están mal informados...
Las doce cartas
de Valdivieso son un testamento de la
dificultad y frustración que encontró el Obispo tratando de influenciar y
forzar a los oficiales de la Corona, los cuales gobernaban Nicaragua desde
Gracias a Dios, siguiendo la ley secular y establecida.
Muerte
El Miércoles
de Ceniza
del 26 de febrero de 1550, reposaba Valdivieso en la catedral en compañía de
dos curas Fray Alonso de Montenegro y el otro no identificado. En las afueras,
un grupo de asesinos eran guiados
por Hernando
de Contreras,
Valdivieso sospechó de las intenciones de ellos e intentó escapar, al
intentarlo se encontró con Hernando quien le dio de estocadas, estando el
Obispo en el suelo echando mano a una daga le dio muchas puñaladas.
Según las
crónicas de Antonio
de Remesal,
el Obispo agonizando se confesó con Fray
Alonso de Montenegro, rezó el Credo dos veces y en medio del rezo del segundo Credo murió. En su agonía
además de los frayles le acompañó su Madre Catalina Álvarez que cuyo dolor y
lágrimas se daba bien a entender. Fue tal la violencia con que fue asesinado
que la daga se despuntó.
Murió en
defensa de los indios, por estar en contra de las ambiciones de poder. Según la
historia los asesinos fueron: Joan Herrera, Diego Salazar, Gaspar Núñez, Juan
Gomes de Anaya, Sebastián Bautista, Pedro González de Landa, Hernando de Contreras y Diego de contreras.
ALFONSO ARGÜELLO
A raíz del
asesinato del obispo Fray Antonio de Valdivieso, el 26 de febrero de 1550, por
Hernando de Contreras, hijo del Gobernador Rodrigo de Contreras y nieto del
temible Pedro Arias de Ávila, por contracción Pedrarias, primer Gobernador de
Nicaragua, los habitantes de León Viejo se convencieron que la ciudad estaba
maldita y pronto recibiría un castigo por el sacrílego crimen.
Las frecuentes erupciones del vecino volcán Momotombo, los temblores y terremotos que provocaba (1594-1610) y otras calamidades, (clima excesivamente caluroso, insalubridad, malas aguas) ayudaron a alimentar ese convencimiento, a tono con la mentalidad supersticiosa de la época. Para colmo, la mayor pobreza se enseñoreó en la ciudad, pues sus principales pobladores, funcionarios de la corona, recibían sus exiguos salarios con demora y éstos no les alcanzaban ni para cubrir sus necesidades mínimas. Llegó un momento en que ni siquiera disponían de casas adecuadas para albergar a sus familias ni para resguardar la propia caja del real tesoro.
Atribuidas las desgracias de la ciudad al asesinato del obispo Valdivieso, circulaba entre los vecinos la copla siguiente:
“Dios en su justicia
así nos ha
visto
por haber
matado
al señor Obispo.”
En 1603 sólo quedaban diez casas habitadas. El golpe de gracia a la ciudad se lo dió el gran terremoto acaecido el 11 de enero de 1610. En las diligencias levantadas sobre la mudanza de la ciudad se hizo constar que ese terremoto arruinó y dejó por los suelos casi todas las casas y edificios.
Convocado un cabildo abierto, los vecinos decidieron, sin esperar la autorización real, trasladar la ciudad a la mayor brevedad. Las gestiones para el traslado de la ciudad a un nuevo asiento se habían iniciado a raíz del fuerte terremoto de 1594. Pero la Audiencia de Guatemala no se había pronunciado al respecto, pese a que de hecho la ciudad estaba casi despoblada y las principales autoridades, incluyendo el obispo, habían trasladado su residencia a Granada, por ser de clima más fresco y considerada como más saludable y segura. De ahí que después del último terremoto, al contemplar sus habitantes la ciudad casi totalmente destruida, decidieron abandonarla, encabezados por el Capitán Pedro de Munguía Mendiola, el Síndico del Ayuntamiento, Agustín Díaz Larios y el Cura de la Catedral, Esteban Rodríguez.
“Procedieron, pues, los vecinos, escribe Alfonso Argüello, en su libro sobre León Viejo, a salvar todo cuanto tenían de más valioso iniciando la marcha con rumbo al nuevo sitio aledaño a la comarca indígena de Sutiava, saliendo en caravana con el Santísimo adelante y con sus haberes y utensilios cargados en carreta, animales e indios, encontrándose en los alrededores del nuevo sitio el día 16 de enero del mismo año de 1610”.
También se llevaron los materiales que pudieron para la construcción de la nueva ciudad, incluyendo las campanas de las iglesias, los adornos e imágenes, los altares, etc...
En 1613, el Padre Antonio Vásquez de Espinoza, fraile carmelita, visitó las ruinas de la ciudad abandonada y relató lo siguiente: “Cuando estuve en aquella provincia la primera vez, el año de 613, fui a ver las ruinas de la ciudad y la Casa del Obispo, que decían estaba la sangre fresca; y es cierto que había manchas de ella en la pared arruinada, en el lugar donde lo mataron. Que así esto, como ver las ruinas de la ciudad y sus templos derribados, que habían sido muy buenos y entonces andaban llevando materiales para la nueva ciudad, me movió a compasión”.
RODRIGO CONTRERAS Y LA HOZ
Rodrigo de
Contreras y La Hoz (Segovia, 1502 - Lima, 1558) fue un explorador español. Entre 1535 a 1544 se desempeñó como gobernador de Nicaragua.
Contreras había
nacido en Segovia en 1502. Su
padre, Rodrigo
de Contreras,
hijo de Fernán González de Contreras y Leonor Vázquez de Cepeda, era Regidor
Perpetuo de Segovia, lo que le llevó a desempeñar un papel destacado en la
coronación de Isabel
la Católica.
Su madre era María de la Hoz, hija del Regidor Juan de la Hoz y de Francisca de Tapia. Se casó con María
de Peñalosa,
hija de Pedrarias
Dávila,
gobernador de Nicaragua, y de Isabel de Bobadilla y Peñalosa, dama de Isabel
la Católica.
María de Peñalosa se había casado por poderes con Vasco
Núñez de Balboa pero la muerte de éste impidió que se llegaran a conocer.
En 1535,
Contreras fue designado gobernador de Nicaragua, reemplazando el obispo de
Nicaragua, Diego Álvarez Osorio. Una vez en funciones exploró el río
Yara,
organizando posteriormente la explotación aurífera de la región.
En 1539 organizó una expedición, que reconoció
el río San Juan desde el lago de Nicaragua hasta la
desembocadura del San Juan en el mar Caribe.
En 1543, fundó Nueva Segovia para que
sirviera de base para organizar la explotación del oro. Por defender a los indígenas e intentar
mejorar el reparto de tierras a los terranientes, los colones más poderosos
lograron que la Audiencia
de los Confines le destituyera y confiscara muchas de sus propiedades.
En 1550, fue absuelto del cargo de cómplice de
sus hijos Hernando y Pedro, quienes habían liderado en 1548 una rebelión contra las autoridades de Castilla del Oro.
Posteriormente
se dirigió al virreinato
del Perú,
donde entre 1553 a 1554 combatió a Francisco
Hernández Girón que se había opuesto a la aplicación de las Leyes Nuevas.
Falleció en la ciudad de Lima (Perú) en 1558.
TORIBIO DE BANAVENTA MOTOLINIA 1528-1529
No he podido saber ni averiguar cuál de estos hijos de
Iztaemixcóatl fue o poblar la provincia de Nicaragua. Sé empero
que, en tiempo de uno grande esterilidad, de necesidad compelida, salió mucha
gente de esta Nueva España y barrunto
que fue en tiempo de aquello esterilidad de cuatro años de sequedad que no
llovió.
En este tiempo
por lo mar del sur fue una gran flota de acales o barcos, y aportó y
desembarcaron en Nicaragua, que dista de México más de trecientos y cincuenta
leguas, y dieron guerra a los naturales que allí estaban poblados, y desbaratándolos,
acháronlos de su señorío, y poblaron alli aquellos naturales de aquel viejo
Iztaemixcóatl. Y aunque no puede descendiente haber más de cientos años poco
más o menos; cuando los españoles descubrieron aquella tierra, que si bien me acuerdo
fue el año de mil quinientos veinte dos,
fue descubierta por el capitán Gil Gonzáles de Ávila, apodaron haber en la
dicha provincia de Nicaragua quinientos mil ánimas. Después se edificó allí la
y ciudad de León, que
es cabeza de aquella tierra: porque muchos se maravillan de ver que Nicaragua está poblada de nauales que son
de la misma lengua de México, y no saben cuándo ni por quién fue poblado,
pongo aquí la manera que es muy incógnito en la Nueva España.
FRANCISCO LOPEZ DE GOMORA 1551
Compensación a Nicoragua por 25 mil pesos
bajo, mucha ropa y plumaje.
Gil González le recompensó aquel
presente con una camisa de lienzo, un sayo de seda, una gorra de grana, y otras
cosas de rescate que le contentaron.
COSTUMBRES DE NICARAGUA
Los pueblos no
son grande, como hay muchos; empero tienen policía y edificios, y hay mucha
diferencia de las casas de los señores a las de los vasallos. En lugares de
behetría, que hay muchos, son iguales. Los palacios y templos tienen grandes
plazas, y las plazas están cerradas por las casas de los nobles, y en medio de
ellas tienen una casa para los
plateros, que
labran y vacían el oro a maravilla. En algunas islas y ríos hacen casas sobre
árboles como las picazas, donde duermen y guisan las comidas. Son de buena
estatura, más bien blancos que morenos, las cabezas a tolondrones, con un hoyo
en medio por hermosura y para asiento de la carga. Se rapan de la mitad para
adelante, y los valientes y bravos todo, salvo la coronilla. Se agujerean la
nariz, labios y orejas, y visten casi a la manera de los mejicanos, sino que se
precian de peinar más el cabello. Ellas llevan gorgueras, sartales, zapatos, y
van a las ferias y mercados. Ellos barren la casa, hacen el fuego y lo demás, e
incluso en Duraca y en Cohiores hilan los hombres. Todos orinan donde les da la
gana, ellos en cuclillas y ellas en pie.
En Orotina andan los hombres desnudos, y llevan los brazos pintados. Unos atan
el cabello al cogote, otros a la coronilla, y todos lo suyo adentro por mejorar
el engendrar y por honestidad, diciendo que lo llevan suelto. Ellos llevan
solamente bragas y las bestias el cabello largo, trenzado en dos partes. Todos
toman muchas mujeres; sin embargo, una es la legítima, y ésta con la
consiguiente ceremonia: coge un sacerdote a los novios por los dedos meñiques,
lo mete en una camarilla donde tiene fuego, les hace algunas amonestaciones, y
al morir la lumbre quedan casados. Si la tomó por virgen y la halla corrompida,
la desecha, mas no de otra manera. Muchos las daban a los caciques a que las
rompiesen, por honrarse más o por quitarse de sospechas y ansiedad. No duermen
con ellas estando con su costumbre, ni en tiempo de las sementeras y ayunos, ni
comen entonces sal ni ají, ni beben cosa alguna que los embriague, ni ellas
entran, teniendo su camisa, en algunos templos. Destierran al que se casa dos
veces ceremonialmente, y dan la hacienda a la primera mujer. Si cometen
adulterio, las repudian, devolviéndoles su dote y herencia, y no se pueden
casar más. Dan palos, y no muerte, al adúltero. Los parientes de ellas son los
afrentados y los que vengan los cuernos. A la mujer que se va con otro no la
busca el marido, si no la quiere mucho, ni siente por ello pena ni afrenta. Les
consienten echarse con otros en ciertas fiestas del año. Antes de casarse son
por lo general malas, y casadas buenas. Hay pueblos de behetría donde las
doncellas escogen marido entre muchos jóvenes que cenan juntos en las fiestas.
Quien fuerza a virgen, si se quejan,
queda esclavo y paga la dote. Al esclavo y mozo que duerme con la hija de su
amo, le entierran vivo con ella. Hay rameras públicas a diez cacaos, que son
una especie de avellanas; y donde las hay, apedrean a las putas. No dormían con
sus mujeres para que no pariesen esclavos de españoles. Y Pedrarias como en dos
años no nacían niños, les prometió buen trato; y así parían, y no los mataban. Preguntaron
a sus ídolos cómo echarían a los españoles, y les dijo el diablo que él se los
echaría echándoles el mar encima, pero que también los anegaría a ellos y por
eso cesaron.
los pobres no
piden por Dios ni a todos, si no a los ricos y diciendo « lo hago necesidad o
por enfermedad.> El que se va a vivir de un pueblo a otro no puede vender
las tierras ni casas, sino dejarlas al pariente más cercano. Guardan justicia
en muchas cosas, y llevan a los ministros de ella mascadores y varas. Cortan
los cabellos al ladrón, y queda esclavo del dueño del hurto hasta que pague. Se
pueden vender y jugar, mas no rescatar sin voluntad del Cacique o regidor; si
tarda mucho, muere sacrificado. No hay pena para quien mata a cacique, diciendo
que no puede acontecer. Tampoco hay pena para los que matan esclavos. Mas el
que mata a hombre libre paga un tanto a los hijos o parientes. No puede haber
junta ni consulta ninguna especialmente de guerra, sin el Cacique o sin el
capitán de la república y behetría. Declaran guerra sobre los linderos y mojones, sobre la caza sobre quién
es mejor y podrá más, que así es en todas partes, y hasta para cautivar hombres
para sacrificios. Cada cacique tiene para su gente su señal especial en la
guerra y aun en casa. Eligen los pueblos libres capitán general al más diestro
y experto que hallan, el cual manda y castiga absolutamente y sin apelación a
los señores. El castigo del cobarde es quitarle las armas y echarle del
ejército. Cada soldado se queda con lo que coge a los enemigos, salvo que han
de sacrificar en público a los que prende, y no darlos por ningún rescate, bajo
pena de que lo sacrifiquen a él. Son animosos, astutos falsos en la guerra, por
coger contrarios para sacrificar; y son grandes hechiceros y brujos, pues según
ellos mismos decían, se hacen perros, puercos y simios. Curan las viejas a los enfermos como sucede en muchas islas y
tierra firme de Indias, y echan las medicinas con un canuto, tomando la
decocción en la boca y soplando. Los nuestros les hacían mil burlas,
desventando al tiempo que querían ellas
soplar, o riéndose del artificio.
RELIGIÓN EN NICARAGUA
Hay en
Nicaragua cinco lenguajes completamente diferentes: coribici, al que elogian
mucho; chorotega, que es el natural y antiguo, y así, están en los que lo
hablan las herencias y el cacao, que es la moneda y riqueza de la tierra, los cuales
son hombres valerosos, aunque crueles y muy sujetos a sus mujeres; lo que no
son los otros. Chonclal es grosero y serrano; orotiña, que dice mama por lo que
nosotros; mejicano, que es el principal, y aunque están a trescientas cincuenta
leguas, se parecen mucho en lengua, traje religión; y dicen que hace muchísimo
tiempo, habiendo una general sequía en Anauac, que ahora llaman Nueva España,
salieron infinitos mejicanos de su tierra, vinieron por aquel mar Austral a
poblar Nicaragua. Sea como fuere, lo cierto es que estos que hablaban mejicano
tienen por letras las mismas figuras que los de Culúa, y libros de papel y
pergamino, de un palmo de anchos doce de largos, doblados como fuelles, y donde
señalan por ambas partes de azul, púrpura y otros colores las cosas memorables que
acontecen; allí están pintadas sus leyes y ritos, que se asemejan mucho a lo de
los mejicanos, como lo puede ver quien coteje lo de aquí con lo de Méjico.
Empero, no usan ni tienen esto todos los de Nicoragua, pues los chorotegas tan
distintamente sacrifican a sus ídolos, como hablan, y así los demás. Contemos
algunas particularidades que no hay en otras partes. Los sacerdotes se casan
todos, excepto los que oyen pecados ajenos, los cuales dan penitencia según la
culpa, no revelan la confesión sin castigo. Celebran las fiestas, que son dieciocho,
como los meses, subidos en el gradario sacrificadero, que tienen delante los
patios de los dioses; y teniendo en la mano el cuchillo de pedernal con que
abren al sacrificado, dicen cuántos hombres han de sacrificar, y si han de ser
mujeres o esclavos, presos en batalla o no, para que todo el pueblo sepa cómo
tiene que celebrar la fiesta y qué oraciones y ofrendas debe hacer.
El sacerdote
que administra el oficio da tres vueltas alrededor del cautivo, cantando en
tono lloroso, y luego lo abren por el pecho; le rocían la cara con sangre, le
sacan el corazón y desmiembran el cuerpo. Da el corazón al perlado, los pies y
manos al Rey, los muslos al que lo prendió, las tripas a los trompetas, y el
resto al pueblo para que todos lo coman. Pone la cabeza en unos árboles que
crían allí cerca para colgarlas. Cada uno de aquellos árboles representa el
nombre de la provincia con quien hacen guerra, paro hincar en él las cabezas
que cogen en ella. Si el que sacrifican es comprado, sepultan sus entrañas con
las mano y pies, metidos en una calabaza, y queman el corazón y lo demás,
excepto la cabeza, entre aquellos árboles. Muchas veces sacrifican a hombres y
muchachos del pueblo y de la propia tierra, por ser comprados, pues es lícito
al padre vender los hijos, y cado uno venderse o sí mismo, y por esta causa no
comen la carne de los tales. Cuando comen la carne de los sacrificados hacen
grandísimos bailes y borracheras con vino y humo. Los sacerdotes religiosos
beben entonces vino de ciruelas. Al tiempo que unta el sacerdote las mejillas y
boca del ídolo con la sangre del sacrificado, cantan los otros y ora el pueblo con mucha devoción
lágrimas, y andan después en procesión, aunque no en todas las fiestas.
Van los
religiosos con una especie de sobrepellices de algodón blanco, y muchas chías
colgando de los hombros hasta y los talones, con algunas bolsas por borlas, en
las que llevan navajas de azabache, puntas de metal, papeles, carbón molido y
algunas hierbas. Los legos, banderillas con el ídolo que más aprecian, y taleguillas
con polvos y punzones. Los mancebos, arcos flechas, o dardos y rodelas. El
pendón y guía es la imagen del diablo puesta en una lanza, la lleva el más
honrado y anciano sacerdote. Van en orden y cantando los religiosos hasta el
lugar de la idolatría. Cuando llegan, tienden mantos por el suelo o echan rosas
flores, paro que no toque el diablo en tierra. Para el pendón, cesa el canto y
comienza lo oración. Da una palmada el perlado Se sangran todos: éstos de lo
lengua, aquéllos de las orejas, los otros del miembro, finalmente, cado uno de
donde más devoción tiene. Cogen lo sangre en un papel o en el dedo, como en
ofrendo, refriegan con ello la cara del diablo. Mientras duro esto, escaramuzan
y bailan los mozos por honra de lo fiesta. Curan las heridos con polvo de
hierbas o carbón que llevan para eso. En algunos de estos procesiones bendicen
maíz, rociado con sangre de sus propios vergüenzas, lo reporten como pan
bendito y selo comen.
GIRALANO BENZONI - 1546-1560 Italiano
Al salir de la
provincia de Honduras, y atravesando por esta vía las minas de Choluteca, se
entra en la gobernación de Nicaragua, que se halla a orillas del Mar de
Mediodía.
La primera vez
que pasé por este país me alojé en casa de uno de los principales caciques de
aquella provincia, llamado Don Gonzalo,
que tenía setenta años de edad y comprendía
muy bien la
lengua española. Una mañana en que estaba yo sentado junto a él, me dijo estas
palabras: "Qué cosa es cristiano en los cristianos? Piden el maíz, la
miel, el algodón, la manta, la india para hacer un hijo; piden oro y plata. Los
cristianos no quieren trabajar, son mentirosos, jugadores, perversos,
blasfemos. Cuando van a la iglesia a oír misa murmuran entre sí; se hieren
entre sí", Finalmente concluyó los cristianos no eran buenos, y como yo le
objetaba que los que hacían esas cosas eran los malos, y no los buenos, me contestó:
"Y los
buenos dónde están? “Que yo no he conocido otro salvo estos malvados".
Cuando terminamos de hablar de este asunto, le pregunté en qué manera y por qué
habían dejado ellos entrar a los cristianos a su país, y me contestó con este
tenor: "Tú debes saber, señor, que cuando nosotros oímos cómo los
cristianos venían a nuestros países y nos dimos cuenta de las crueldades que
cometían en todo lugar, matando, incendiando, robando, convocamos a nuestros
amigos y confederados, y reunidos en consejo decidimos luchar y morir todos
combatiendo valerosamente, antes de ser sojuzgados gados por ellos. Con tal
determinación preparamos lanzas, piedras, flechas y otras, armas, y tan pronto
como los cristianos llegaron a nuestros pueblos y los atacamos y combatimos, buena
parte del día. Pero final la mayoría de
los nuestros, asustados por el ímpetu de los caballos, se pusieron en fuga.
Mandamos luego dos embajadores al capitán de los cristianos a pedir la paz,
pero con la intención de renovar nuestras fuerzas; nos aceptó como amigos, y
buena parte de nosotros fingiendo, fuimos cantando y bailando a visitarlo, les
llevamos muchas joyas de oro y otras cosas. Regresamos a nuestras casas y en
tres días nos reorganizamos y atacamos a los cristianos. Más pronto, como la
otra vez, los nuestros huyeron y así de nuevo, y con la misma intención, que
antes, volvimos a pedir la paz. Habiéndola obtenido, reunimos nuestra gente y
después de discutir llegamos a una firme y deliberada determinación: antes
morir todos que quedar siervos de los cristianos. Decidimos que si algunos de
nosotros diese la espalda para huir, sería muerto por nosotros mismos sin
ninguna contemplación, y con esta, resolución nos preparamos para ir al asalto
de los cristianos. Pero nuestras mujeres, que habían oído tal decisión, se nos
acercaron, y entre lágrimas nos rogaron y suplicaron que antes de morir de
aquella manera sirviésemos más bien a los cristianos; más si nuestra voluntad era realmente poner en
acto lo, que nos habiamos propuesto, que antes las matásemos, y con ellas
también a sus pequeños hijos, para no quedar solas en manos de los crueles y
fieros barbudos. Debido a tales súplicas de nuestras esposas, depusimos las
armas y nos sometimos a las rapacísimas manos de la nación cristiana. Sin de
embargo en breve, a causa tantos malos tratos que sufríamos cada día, algunos
pueblos se sublevaron; pero fueron castigados por los españoles de manera tal
que hasta a los niños los hacían morir a punta de
espada. No contentos con eso apresaban a otros bajo pretexto de que querían
rebelarse contra ellos, los y atormentaban los vendían como es clavos. Nosotros ya
no éramos dueños de nuestras esposas, de nuestros hijos, ni de ni ninguna de las cosas que antes poseíamos; a tal
punto llegaron las cosas que muchos de nosotros mataban a sus hijos, otros iban
a colgarse, otros se dejaban morir de hambre. Finalmente, después tantos innumerables
e intolerables trabajos, fatigas y miserias, lIegó la provisión del Rey de
Castilla por la cual nos restituían la Libertad. Con esto el cacique dio fin a su razonamiento.
El país de Nicaragua no es muy grande, pero es
fértil agradable. Es tan cálido que en tiempos de verano no se puede caminar
por ser el terreno arenoso. Llueve seis meses aI año, empezando en mayo, y los
otros seis no llueve nunca; la noche es igual al día. Produce bastante miel,
cera, bálsamo, algodón, muchas frutas propias del lugar, de las ¡que hay una
clase que no se encuentra en La Española ni en ninguna otra parte de las
Indias: de la forma de nuestras peras, tienen dentro un hueso redondo de una
vez y medio
más grueso que
una nuez, y son de sabor muy bueno. El árbol que los produce es muy grande, y
de hoja pequeña.
Hay muy pocas
vacas y muchos cochinos de los de España; se encuentran muchos pueblos indios
pequeños; las casas son de cañas cubiertas de paja, y no muy grandes. No
tienen minas de
metal de ninguna clase, a pesar de que cuando llegaron los españoles poseían
gran cantidad de oro traído de otras
provincias; hay una cantidad increíble de papagayos y que causan muchos daños a
las siembras, y causarían mucho más si los indios no las espantasen desde unas
plataformas de cañas, con piedras tiradas con hondas.
Los españoles,
cuando sometieron por primera vez esta provincia por la abundancia de todo
cuanto encontraron, la llamaron el Paraíso de Mahoma.
Dos cosas
produce este país, que no se han encontrado en ninguna parte de Indias, con excepción de los territorios de Guatemala, Cabo de
Honduras, México y los demás lugares que se hallan en la costa de Nueva España:
la una es cierta clase de pavos que han sido llevados a Europa y que comúnmente
se llaman gallinas de Indias; y la otra es el
cacao, que es su moneda; lo produce un árbol muy grande que no vive sino
en lugar cálido umbroso y que de tocarlo el sol Se moriría. Por lo tanto se
planta en la humedad de los bosques, y como ni siquiera esto es suficiente,
siembran a su lado un árbol que lo aventaja en tamaño; cuando el cacao empieza
a crecer le doblan la cima, de manera que una vez grande, lo cubre todo y así
el uno al otro da sombra, y el sol no le causa ninguna molestia. Su fruto es
parecido a la almendra, y nace en ciertas calabazas grandes y gruesas casi como
sandías; madura en el lapso de un año; cuando es tiempo lo recogen, sacan el
fruto, y lo dejan secar al sol sobre algunas esteras. Para beberlo lo tuestan
al fuego en un tiesto, lo colocan en sus tazas que son una especie de calabazas
producidas por unos árboles corrientes en todas partes de Indias, lo disuelven
poco a poco en agua, algunas veces añadiéndole un poco de pimienta, y luego lo
toman. Más bien parece un brebaje para perros que para hombres.
Yo recorrí este
país durante más de un año, y nunca hubo manera de que quisiese probarlo.
Al pasar por
los pueblos, a veces algún indio quería dármelo a beber, más yo no lo aceptaba,
y él muy maravillado se retiraba riendo. Pero luego faltó el vino, y para no
tomar siempre agua, empecé yo a hacer como los demás. Su sabor era algo amargo,
sacia y refresca el cuerpo, pero no embriaga; es ésta la mercancía más cara y
estimada por los indios, en los lugares donde la usan.
Las costumbres
de esta gente son casi todas similares a las de los mejicanos: comen carne
humana, llevan mantos y camisetas sin mangas, encienden el fuego con dos
maderos, lo cual es uso común en todas las Indias; aun cuando tienen mucha
cera, no la saben utilizar en cosa alguna, y se alumbran con estacas de pino
silvestre. Hablan cuatro lenguas, pero la mejor es la mejicana que se extiende
por más de mil quinientas millas, y es la más fácil de aprender. Llaman a los
caciques Tatruane, al pan tocal,a las gallinas totoli; occomaya
quiere decir
espera un poco; la enfermedad es mococova
y el baile mitote. Bailan en esta
forma: se reúnen doscientos o trescientos y aun tres y cuatro mil, según la
mayor o menor población de la provincia; limpian muy bien el sitio donde van a
bailar; uno de ellos se pone adelante para conducir la danza, yendo casi
siempre hacia atrás y volviéndose de cuando en cuando. Aquellos que tocan los
tambores entonan algunas canciones, y el conductor de la danza es el primero en
contestar; luego lo mismo a su vez todos los demás. Quien lleva en la mano un
abanico, quien una calabaza con unas piedritas adentro, quien plumajes en la cabeza,
quien sartas de conchas marinas alrededor de brazos y de las piernas; algunos
giran de una manera y otros de otra, una levantan las piernas, otro los brazos,
hay quien hace el ciego, el cojo, quien ríe, quien llora, y así con todos
muchos gestos, siempre tomando de aquel cacao de ellos, bailan todo el día y a
veces parte de la noche.
Los barcos que
van a Nicaragua por el mar Austral, entran por un canal veinticinco millas
arriba hasta un pueblo llamado Realejo, que tiene cerca de doce casas de caña
habitadas por españoles; allí fabrican los barcos por ser sitio adecuado y con
abundancia de maderos. A una jornada de este lugar hacia levante, se encuentra la
ciudad de León, sede
Episcopal, construida
orillas del lago; fue edificada por un el cierto Francisco Hernández, así como
Granada, que se encuentro cincuenta millas más adelante en el Mar de Tramon
tana. Estas dos ciudades no llegan a ochenta casas, fabricadas en parte de
mederas en parte de ladrillos.
A treinta y
cinco millas de León
hay uno montaña con por la cual a menudo lanza una boca muy grande llamaradas
tal altas, que por las noches se ven más de cien millas de distancia. Pensando
alguien que adentro hubiese oro derretido, un fraile de lo orden de Santo Domingo
determinó hacer la prueba. Hizo fabricar
uno cadena y un cubo de hierro, y ¡unto
con otros cuatro españoles fue aquel lugar. Arro¡ado al fondo, el cubo con un
pedazo de quedó cadena quedo allá consumido por el fuego. El fraile, muy
disgustado, regresó a León
y se quejó muchísimo con el forjador aduciendo que había hecho la cadena más
delgada de lo que le había sido encomendada. Encargó otra mucho más gruesa, con
y
ella regresó a la
montaña y le arrojó adentro con el mismo resultado; mientras esto hacían, poco
faltó paro que gran una llamarada absorbiese al fraile y a sus compañeros.
Asustados, regresaron y nunca más volvieron a pensar en tal empresa.
Más yo he
conocido en aquella ciudad a un sacerdote que por intersección del Tesorero
escribió al Rey de España pidiéndole doscientos esclavos para abrir la montaña,
con la promesa de sacar un grandísimo tesoro. Pero el Rey le contestó que la
abriese a sus expensas, pues no tenían esclavos que mandar, y así quedó la
cosa.
Después de
haber recogido todo el tesoro que pudo, que alcanzó la cantidad de un millón y
medio en oro, el Presidente salió de
Lima dejando en su lugar al Licenciado Ciencia; se embarcó en un galeón de Juan
Gaetano y pronto llegó a Panamá. En seguida fue con parte del Tesoro a Nombre
de Dios, encargando al tesorero del Rey que a lo más pronto enviase lo
restante. Dos días después de su partida,
una mañana al cuarto del alba, entró de improviso en Panamá Rodrigo de
Contreras con un hermano menor, joven de poca experiencia, y ciento ochenta
hombres; era hijo de Contreras, Gobernador de Nicaragua y había dado muerte a
Fray Antonio de Valdivieso, Obispo de aquella provincia, quien había
suministrado al Emperador malos informes acerca de su padre, por los que lo
despojaron de la Gobernación. Se llevaron más de cuatro mil ducados de oro,
despreciando la plata por ser muy pesada y de menor valor; no contentos con
este botín, junto con algunos soldados de aquellos que el Presidente había
enviado a las galeras, y que se habían alzado y dirigido a Nicaragua en un
bergantín, deseosos de vengarse, decidieron ir a Nombre de Dios. Dividieron la
gente en tres grupos: Rodrigo con setenta y un compañeros, salió por tierra; y
su hermano con otros tantos, por el río Chagres; los demás quedaron cuidando
los navíos y el producto de la rapiña. Mas, en seguida después de la partida,
los vecinos, con más de ciento cincuenta esclavos, se armaron y fueron en pos
de ellos; asaltaron primero a los que iban por el Chagres y fácilmente los
derrotaron, luego se devolvieron e hicieron lo mismo con los otros.
Rodrigo, un
fraile y cuatro españoles se escondieron en aquellos bosques, y nunca más se ha
tenido noticias de ellos.
A su hermano no
se le hallaba, y se le buscó muy cuidadosamente entre los muertos; se encontró
un jovencito, y uno de los soldados dijo que era él, pero como tenía la cara man chada
no se pudo saber la verdad; todas formas le cortaron la cabeza y la pusieron en una jaula de hierro en la
plaza de Panamá.
Treinta y tres
españoles fueron hechos prisioneros y llevados cansados, heridos, con las manos
encerradas en ciertos maderos a la ciudad, en la cárcel de su propia voluntad,
un alguacil; cruelmente los mató puñaladas, los que en estaban en los navíos,
al conocer la derrota de sus compañeros, en seguida Se fugaron en las
embarcaciones, pero en breve fueron atrapados, los jefes colgados y los demás enviados
a la cárcel.
INICIAMOS CON NAGAROTE VISTO POR LOS CRONISTAS
FRAY ANTONIO DE CIBDAD REAL- 1586
Viaje de Fray Alonso Ponce desde México a Nicaragua, siendo
Antonio su secretario Cronista.
Comisario General de la orden de San
Francisco en la Nueva España
La provincia de
Nicaragua, llamada San Jorge, tenia cuando el padre comisario general fray
Alonso Ponce estuvo en ella, que fue el año de ochenta y seis, veinticinco
religiosos no más, repartidos en doce conventos, los cuales estaban fundados en
dos Obispados, que son el de Honduras y el de Nicaragua, dos en el de Honduras
y los demás en el de Nicaragua, seis en la gobernación de Costa Rica y cuatro
en la de Nicaragua ....
La gobernación
de Nicaragua es casi toda llana, de muchas
ciénagas, y lagunas y de pocos rios, cae en la costa del mar del Sur y es
tierra muy caliente, hay en ella algunos volcanes y muchas estancias de vacas y
yeguas, y ninguna de ovejas ni de cabras, porque no es tierra para ellas. No se
da en toda ella trigo de Castilla, pero dase
el de las Indias que es maíz, y así el pan ordinario son tortillas, aunque
algunas veces hay harina de trigo traída de Costa Rica, de que se hace pan, y
de allá también le viene el biscocho: de fruta de Castilla no se dan sino
naranjas, limas, limones y cidras, pero de las de las Indias de tierra caliente
se dan plátanos, zapotes colorados y chico-zapotes y otras frutas; dase también por allí alguna grana y beneficiada es
muy fina, y aun se da una color amarillo, que los indios sacan de unas yerba y
hacen en panecillos sin que jamás hayan querido (según lo certificaron al padre
Comisario) descubrir a los españoles cómo lo hacen y benefician. Hay en aquello
gobernación dos ciudades, la una se llama León, donde está la iglesia catedral y reside el
Obispo, la otra se dice Granada; de la una y de la otra se dirá adelante. Las
lenguas que hay en aquella tierra son la
mangue, la marivio y la mexicana corrupta y otras algunas. Los ministros
eclesiásticos que hay en toda ella son clérigos y frailes mercenarios y frailes
nuestros, y estos estaban, como dicho es, en cuatro conventos, uno de los
cuales es el del Viejo, donde há mucho tiempo que dejamos al padre Comisario
con determinación de partirse para la ciudad de Granada, y será bien dar la
vuelta y acompañarle hasta allá. Pero primero que salga será acertado decir dos
palabras del pueblo y provincia del Viejo, y del convento que en él hay.
El pueblo del
Viejo es de mediana vecindad, de los mayores de aquella provincia hasta llegar
á Granada, todas las casas son de madera
tosca, cubiertas de paja; hablan los
indios la lengua mexicana corrupta y lIámanla
lengua naual, y a los que la hablan nauatlatos; toda ella es gente briosa y précianse de andar vestidos ellos como
españoles y de hablar la lengua castellana por poca que sepan; las indias de aquel
pueblo, y aun todas las demás de Nacaome hasta Granada visten en lugar de vaipiles unos como capisayuelos todos dos picos; uno
detrás y otro delante, sin, mangas, y
cuasi todos son negros y pequeños, y échanles por orla y guarnicion unas tiras
anchas ámanera de fajas. El convento
es una casita de paja, de aposentos
bajos, con las paredes de cañas embarradas por dentro, y por de fuera, la
iglesia es de teja, paredes de adobes aun esta no estaba acabada. Estando y
allí el padre Comisario se cayó una noche un lienzo del claustro, que también
era de caña con tres ó cuatro pilares de madera, y otra noche al amanecer
tembló la tierra; duró poco el temblor. Tres leguas de allí está el Realejo,
puerto del mar del Sur en que se hacen navíos y de donde salen para el Perú.
Dicen algunos
que la causa porque aquel pueblo y provincia Se llama del Viejo, es porque
dicen que cuando los españoles entraron a conquistar aquella tierra, los
naturales para espantarlos, buscaron un indio el más viejo que della, pudieron
hallar, y habiéndole desollado el rostro se le enviaron con aquella figura á
los españoles, pero ellos no solo
no se
espantaron de verle, más antes le quitaron, segun dicen, la vida; otros dicen
que no es esta la causa sino que en aquel pueblo y provincia fué gobernador un
indio tantos años que se hizo muy viejo en el oficio, y así, durante su
gobierno llamaban todos á aquella tierra la provincia del Viejo, con el cual
nombre se quedó hasta hoy, aunque murió el viejo que la gobernaba; y aun esta
razon parece que cuadra más que la otra y que lleva más camino.
Lunes veintiséis de Mayo, segundo dia de Pascua de
Pentecostés, habiendo el padre Comisario celebrado aquella fiesta con mucha
solemnidad y con grande contento y ale gría de los indios, salió á prima noche del
convento y pueblo del Viejo, camino de Granada, llevando por guía un indio de á
caballo, hijo del gobernador de aquella provincia, y andado una legua de camino
llano, en pueblo del mesmo Obispado de Nicaragua y que se pasan dos arroyos,
llegó á otro bonito de los mesmos indios nauales ó nauatlatos, llamado
Chinandega, de la guardianía del Viejo: estábanle los indios aguardando á
aquella hora con muchos arcos, mucha música de trompetas y campanas;
agradecióselo y pasó adelante, y andadas dos leguas y pasadas en ellas dos
estancias un arroyo, se halló en otro razonable pueblo llamado Mazatega, del
mesmo Obispado y de unos indios que hablan una lengua que llaman marivio,
visita de frailes mercedarios. Pasó de largo, y andada media legua llegó á otro
pueblo de los mesmos indios, Obispado y visita, llamado Chichigalpa: recogióse
en aquel pueblo temiendo un grande aguacero que venia, y hizo esto tan á buen
tiempo, que luego comenzó á llover y cayó un terrible aguacero, y tras aquel otro
y otros.
Estaba allí uno
de los frailes mercenarios cuya era aquella visita, el cual se salió de la casa
en que estaba y se la dio al padre Comisario, el cual reposó y durmió allí lo
restante de la noche, sobre una barbacoa ó zarzo y los compañeros sobre unos
bancos y petates, excepto uno que colgó una hamaca en un cenadorcillo que
estaba á la puerta del aposento y se echó en ella á dormir, y cuando despertó
mañana se halló aislado, hecho un gran charco de agua de bajo de la hamaca que
estaba colgada en el aire: son estas hamacas unas camas que usan en estas
partes los indios y aun muchos españoles en las tierras calientes especial
cuando caminan, comunmente las hacen de red de cañamo de la tierra, aunque
algunas son de mantas de algodón, todas son largas y anchas unas más que otras,
y por las dos puntas, ó largo se recogen con una lazada agujero en que atan una
cuerda en la una punta y otra en la otra, y destas cuerdas las cuelgan de dos
pilares o de dos árboles y queda la hamaca en el aire, y se hacen poco embarazo
parque allí duerme: las cogen y llevan los indios á cuestas cuando van de
camino, y a donde quiera que los toma la noche, aunque sea en el campo, las
cuelgan los árboles como dicho es, y en ellas duermen, con que se libran de la humedad de la tierra,
que es muy grande, así, la de Nicaragua como la de Yucatan, y de las otras
tierras de que están en las costas del mar del Sur y del mar del Norte.
Martes veintisiete Mayo, tercero dio Pascua de Pentecostés,
salió el padre Comisario luego que amaneció de Chichigalpa, y pasado un arroyo
y uno barranquilla, y andaba una legua de camino lleno charcos, de llegó a otro
buen pueblo del mesmo Obispado é indios marivios llamado Pozoltega, en la cual
los padre mercenarios que les administran los Santos Sacramentos tienen un
conventico de aposentos bajos, cubiertos de paja; le recibieron con mucho allí
amor y caridad, dijo luego misa, y habiendo descansado un poco le dieron de
almorzar y comer todo junto, con mucho amor y devoción. Las indias de aquel
pueblo usan guaipiles andan bien vestidos, y como las mexicanas, y ellos y
ellas todos son gente devota. Por allí, junto á la banda del Norte, va una
hilera de volcanes, muchos de los cuales echan humo de sí.
Miércoles veintiocho de Mayo salió de
Xutiaba el padre Comisario á las dos de la madrugada, llevando por guía al
mesmo indio que sacó del Viejo, el cual, pasado un arroyo que no está lejos del
pueblo, erró el camino, dejando el derecho que es de carretas, y tomando otro
angosto que va á la mar del Sur, que está á dos leguas de allí, y andada más
de una advirtió que no iba bien, y para
volver entrar en el camino real hizo andar al padre Comisario perdido más de otra,
atravesando sendillas y cominillos por unas sabanas sin poder atinar allá ni
saber por donde le llevaba, con una obscuridad muy grande que desatinaba,
porque no se vio palmo de tierra; quiso Dios que á las voces que la guía iba
dando le respondió el fraile lego que iba con el hato, el cual, aunque partió
de Xutiaba muy des pues que el padre Comisario, había ya pasado adelante por haber ido por el camino
derecho, al cual al fin atinó la guía, con que no poco consuelo recibieron
al padre Comisario y sus compañeros;
despues le perdió otra vez pero echóse presto de ver el yerro, y así presto volvió
a él, y el padre Comisario, pasada una mala barranquilla, llegó a una estancia que está no más de legua y
media de Xutiaba habiendo andado aquella madrugada más de tres.
Pasó de largo, que aun no había amanecido, y andada otra legua
larga de camino llano, dejó á la banda del Norte el camino que va la ciudad de León y tomó el que va á
Granada,
y pasadas cinco o seis estancias de vacas y de yeguas, y por junto á un poblecito de indios mangues llamado
Mabiti, visita de clérigos del mesmo Obispado llegó muy cansado, lleno de
calor y fuego y muy desmayado, á otro poblezuelo
de los mesmos indios, Obispado y visita, llamados de Nagarote, media legua de Mabiti,
y seis y media de la primera estancia y ocho de Xutiaba, no había en aquel pueblo
que comer que perecían los indios de hambre así en él como en los demás hasta
Granada, con todo esto buscaron unos huevos y zapotes colorados mal maduros y
tortillas de maíz, conque el padre Comisario tomó su necesidad y lo mesmo hicieron
sus compañeros, que para todos proveyó el Señor.
Desde allí se
volvió á su casa el guía del Viejo, porque no perdiese otra vez el camino; en
aquellas ocho leguas no hay otra agua en el camino más del arroyo sobredicho,
pero no
faltó aquel día
del cielo, porque á las tres leguas, al pasar de una barranca, cayó un aguacero
con que quedaron mojados los mantos y aun más adelante.
Jueves veintinueve de Mayo salió el padre Comisario á las tres de la mañana de Nagarote con muy
buen tiempo, y pasando allí junto una estancia y despues una barranquillas
y cuestas, bajó una muy larga y enpinada
y de no muy sabroso camino, y andadas tres leguas y media, llegó á las ocho á
otro pueblo razonable de los mesmos indios. Obispado y visita, llamado Matiare donde se le hizo mucha caridad
y regalo de muchas y muy buenas mojarras que le dieron los indios para aquel dia
y el siguiente detúvose allí hasta la tarde.
Está aquel
pueblo fundado junto á una laguna que dicen de León, la cual es grande de
quince y más leguas de largo y de seis y más de ancho, por algunas partes es de
agua dulce, muy buena para beber, y péscanse en ella muchas y muy buenas
mojarras, y críanse muchos y muy grandes lagartos que hacen todo el daño que
pueden: por aquella laguna se llevan en barcos las mercaderías y otras cosas
desde la ciudad de Lean hasta aquel
pueblo de Matiare, y hasta otro que
está más adelante llamado Managua, junto a la mesma laguna y desde allí en
carretas hasta Granada.
En la ciudad de
León reside, como dicho
es, el Obispo de Nicaragua
(dominico Fray Domingo de Ulloa) y allí también suele estar el gobernador, de
aquella provincia. (Hernando Gaseo por real provisión fechada en Lisboa el 28
de enero de 1582. Fue gobernador de 1583 o 1589)
Está fundada
aquella ciudad junto de la laguna sobredicha, y hay en ella un convento de
frailes mercenarios. Yáse arruinando y despoblado León de tal suerte, que la casa que se cae nunca más la levantan
ni reedifican, vánse los vecinos disminuyendo y apocando ca da dia, unos por
muerte y otros que se van á morar á Granada, y dicen todos que es esto juicio
grande de Dios y castigo de su mano, por la muerte que dieron los años pasados
en aquella ciudad dos hermanos al Obispo que entónces era de Nicaragua.
Martes diez y siete de Junio (regreso) salió el padre
Comisario de madrugada de Managua, y andada una gran legua por el atajo por
donde habia ido á la ida, al subir de la cuesta Junto a la fuente que va a dar
á la laguna de León (como tan grande la obscuridad, así por atrás queda dicho),
era estar el cielo muy nublado como por la alta y estrecha montaña que allí
hay, y por la estrechura del camino, que aunque los que iban delante llevaban
unos paños blancos en las espaldas que servían de farol á quien los de detrás
siguiesen, no bastaba esto para verlos y seguirlos; estaba el camino todo
ahoyado y lleno de barranquillas, que con la demasiada agua que habia llovido y
robado la tierra se habian hecho, y así
iban todos los frailes a grandísimo peligro y con recelo de caer y hacerse
pedazos, porque á la banda del Sur habia monte alto y ninguna anchura, ni aun
lugar para apartarse ni salir del camino, y á la del Norte estaba pegada con el
mesmo camino una profundidad temerosa, y cualquiera que por allí cayera fuera
imposible escapar, si no fuera por milagro. En este mal paso, y á esta sazon y
coyuntura cayó fray Pedro de Sandobal con la bestia en que iba, y fué milagro
quedar vivo, pero quiso Dios que cayese hacia la parte del Sur, y así no se
hizo daño ninguno, que á caer á la otra parte, sin duda que pusiera en trabajo
á los demás de llevarle a enterrar á Managua, donde está enterrado don fray
Antonio de Zayas, fraile nuestro, Obispo que fué de aquella provincia y
Obispado. Sucedió juntamente con esto que queriendo el mulato de San Salvador,
que iba detrás de todos, pasar adelante á ayudar al Sandoval, como el camino
era estrecho fue forzado a meterse con una yegua que llevaba entre los
caballos, los cuales, aunque se alboroto un poco, presto se quietaron como si
consideraran el peligro comun en que estaban de despeñarse en aquella hondura,
lo cual era muy verosímil que sucediera si su alboroto pasara adelante. Subida
y bajada aquella cuesta amaneció, y andadas en todo tres leguas y media, llegó
el padre Comisario poco después de salido el sol al pueblo de Matiare; no se
detuvo en él más de hasta tanto que le dieron un calabazón de agua y un indio
que le subiese á lo alto de la cuesta alta y empinada que está allí junto;
subióla el padre Comisario con la fresco, y así no se le hizo muy trabajoso,
despues comió un bocado con sus compañeros y bebió de aquel agua, y vuelto el
indio á su pueblo, prosiguió él su viaje,
y andadas otras tres leguas y medio llegó al poblezuelo de Nagarote, donde se
detuvo todo aquel dia. Llovió tanto
en aquel pueblo desde las tres de aquella tarde hasta que los del pueblo se
pensaron anegar, pasada media noche, el aposento donde estaba el padre
Comisario era tan chico y estrecho, y
tenia tantas goteros que no habia en él lugar seguro del agua, y así no pudo
dormir ni descansar en toda la noche.
Cuando á la ida pasó por aquel pueblo llegó allí á aquel
aposento un indio pequeño de cuerpo y mal vestido, aunque en hábito de español,
y mandándole un fraile que tomase
una escoba y barriese el aposento, mostró afrentarse dello,
diciendo que él era corregidor y no habia de hacer aquello, pero que lo
mandaria á quien lo hiciese, y así se hizo. Despues á la vuelto preguntó el padre
Comisario por aquel indio corregidor, y mondó á otro que le llamasen paro
verle, fué el alcalde por él, y trajo un indio muy alto, zapatero y curtidor
del pueblo, muy diferente del otro; de suerte que por corregidor entendieron
curtidor.
Con esto manera de gracia pareció poner en este lugar otra, aunque diferente,
que un muchachuelo medio español, que servia á los frailes tenia en el convento
de Granado, tan rara y particular que ponía espanto, y es que remedaba y
contrahacía tanto á los gatos, así á los chicos como á los grandes, á hembras y
á machos cuando andan en celo, y cuando riñen, que á unos y a otros á cualquiera
hora de día y de noche los hacia venir á sí.
Miércoles diez y ocho de Junio, pasada el agua, ya cerca del
dia el padre Comisario, salió de Nagarote, y por el mesmo camino que á la ida
habia llevado, andadas seis leguas y media de muchos lodos y barrizales, e
infinitos charcos, llegó a una estancia de un español de León, donde por ir
muy cansado y ser muy devoto de nuestro estado se detuvo y descansó como media
hora; luego prosiguió su camino, y andada otra legua y media llegó por antes
del dia al pueblo de Xutiaba donde se detuvo todo aquel día.
JUAN LÓPEZ DE VELAZCO 1574-1596
Al parecer,
todos los cabildos ordinarios de las ciudades americanas enviaron sus datos
llegando los últimos a España en 1588. De esta forma, López de Velasco pudo
completar su Geografía y Descripción de las Indias cuyas páginas dedicadas a
Nicaragua {1574.1596),
tomadas de la
edición de Marcos Jiménez de la Espada,- recopilamos a continuación;
con estudio
preliminar de María del Carmen González Muñoz (Madrid, Ediciones Atlas), ya la
habíamos reproducido con las de las otras provincias que hoy constituyen las
repúblicas del istmo centroamericano.
La provincia y
gobernación de Nicaragua parte términos con la provincia de Guatimala por los
términos de la Choluteca que está en 92' de longitud del meridiano de Toledo,
desde donde vá corriendo al oriente, hasta juntarse con Costa Rica, como ciento
veinte ó ciento cuarenta leguas, cuyos términos son inciertos por esta parte á
causa de no estar muy
descubierta la provincia
de Costo Rico. Por la porte de medio día tiene por términos la costa de la mar
del Sur, que corre este-oeste, cuarta al norueste; de manera, que norte-sur tendrá
desde 13' y 1/2, á que responden como setenta ‘u ochenta leguas, hasta las
corrientes del rio Vare, que corre desde cerca de la provincia de Guatimala al
este hasta la mor del Norte, por el cual rio se divide esta provincia de la de
Honduras, aunque por aquí los términos dellas no son muy distintos ni sabidos.
Hay en esta
gobernación cinco pueblos de españoles, los cuatro ciudades, y en todos como
trescientos cincuenta vecinos españoles, y cantidad de pueblos de indios,
aunque de los que son no se tiene relación entera.
Es todo esta
gobernación diócesis de un obispado, que se intitula del nombre de lo
provincia; hay en ella oficiales, tesorero y contador.
Costeó esta
provincia primero que otro Gil González de Ávila, año de 1522, por mondado de
Pedrarias de Ávila, gobernador que era de Panamá, y lIamáronla así por un gran
rey que habia en ella deste nombre, y después envió el mismo Pedrarias á
Francisco Hernández, que pobló en ella algunos pueblos.
La tierra por
la mayor parte es calurosa, á causa de ser lo más della costa de la mar del
Sur, aunque hay algunas partes frias, y lo más della es tierra llana, fértil y
abundosa de maíz, cacao, algodon y de todas suertes de comidas; pero no trigo
ni otras frutas de España, sino uvas muy buenas, granadas. higos y Hay ganado,
vacas, yeguas, y puercos muchos, cabras y ovejas no: los caminos para entrar en
ella en tiempo de aguas son trabajosos, y en tiempo de seca son llanos y buenos:-
provéese de mercaderías y cosas de España, por la mar del Sur, de Panamá, y
también, aunque no tanto, por Puerto Caballo de y por el Desaguadero: del
Nombre de Dios para Granada, tiene en la mar del Sur cinco puertos.
Descripción
particular de los pueblos de esta gobernación León
La ciudad de en
90' de longitud y León
de Nicaragua, V2 11' Y de latitud, diez y seis leguas de la ciudad de Granada
al norueste, y doce del Realejo, puerto de la mar del Sur; habrá en ella como
ciento cincuenta vecinos españoles, encomenderos los ciento y los demás
pobladores y tratantes: en su comarca hay más de cien pueblos y repartimientos indios,
Y en ellos como cinco mil quinientos tributarios; es del distrito de la
audiencia de Guatimala y cabeza de esta gobernación, adonde de ordinario reside
el gobernador, oficiales y Caja Real, y la
iglesia Catedral desde el año de 1537 que se erigió en ella: hay un monasterio de la Merced.
Pobló esta
ciudad Francisco Hernández año de 23 en su nombre de Pedrarias de Ávila,
gobernador de Panamá: asiento es en tierra llana junto á la laguna grande de
Granada; son las casas razonables de tapias y adobes, porque no hay piedra ni cal, aunque hay mucha madera.
El temple de su
comarca es más caliente que fria, y la tierra toda montuosa y llena y regada de
muchos rios y buenas aguas: fértil de maíz, cacao y algodon. La laguna, en
cuya ribera está,
llega á las casas de la ciudad, y tiene de largo quince leguas y ocho y diez en
ancho; crece y mengua como la mar, y hay en ella muchos pescados y caimanes
que,
en el invierno,
cuando está sin olas la laguna, se llegan a la ribera donde hacen daño y también
matan algunos. Desagua esta laguna en la de Granada por un salto muy grande, el
cual no se- puede pasar de la una á la otra, aunque entrambas se navegan con
canoas: á la parte del sur de la ciudad dos leguas della, á la orilla de la
laguna, está un volcán grande que de ordinario echa humo de sí.
Pueblos de
indios de esta ciudad
Cúauma:
Olocoton:
Sutraua:
Mahometongo:
Mabitra:
Molacecoyale:
Huegagalpa:
Mauiti:
Cindega:
Xocotega:
|
tiene
cuarenta tributarios.
veinte y
cuatro tributarios.
sesenta
tributarios.
treinta y
cinco tributarios.
seis
tributarios.
treinta
tributarios.
treinta
tributarios.
cuatro
tributarios.
veinte
tributarios.
veinte y
un tributarios.
|
Capotega:
Cindega:
Gualtebeo:
Munley:
Coayatega:
Igooltega:
Andegazumba:
Deacocaco:
Sutiaua:
Guacama:
Utega:
Cindega:
Pecollega:
Comayna,
Magalpa:
Coyatega:
Ayagalpa,
Emigalpa:
Cocoayagua,
Egoayagua:
|
diez y ocho
tributarios.
cien
tributarios.
cien
tributarios.
treinta y
cinco tributarios.
ochenta
tributarios.
veinte y dos
tributarios.
cuarenta
tributarios.
cuarenta
tributarios.
ciento
sesenta tributarios.
cuarenta
tributarios.
ciento veinte
y cinco tributarios.
sesenta y
cuatro tributarios.
setenta
tributarios.
tiene
doscientos tributarios.
cien
tributarios.
sesenta
tributarios.
setenta
tributarios.
|
Mescalez,
|
catorce
tributarios.
|
Malacala:
|
cincuenta
cinco tributarios.
|
Amatega:
|
diez
tributarios.
|
Goaltebeo:
|
treinta siete
tributarios. y
|
Tepancinga:
|
veinte dos
tributarios.
|
Colima:
|
ochenta
tributarios.
|
Mazagalpa:
|
setenta
tributarios.
|
Utego:
|
veinte dos
tributarios.
|
Tepusatega:
|
cien
tributarios.
|
Teciotega:
|
cien
tributarios.
|
Tosta:
|
noventa
cuatro tributarios. y
|
Teotega:
|
cuarenta y
cinco tributarios.
|
Cuicuma:
|
veinte
tributarios.
|
Condegaixo,
Anasastegui:
|
doscientos
tributarios.
|
Teotega:
|
cincuenta
tributarios.
|
Chinandega:
|
ciento
sesenta tributarios.
|
Totogalpa:
|
veinte cuatro
tributarios.
|
Joanagasta:
|
setenta ocho
tributarios.
|
Joanagastilla:
|
veinte cuatro
tributarios.
|
Macatega:
|
cuarenta
cuatro tributarios.
|
Chichigalpa:
|
ochenta
tributarios.
|
Tecotaca:
|
diez
tributarios.
|
Zumbaznaga:
|
diez seis
tributarios.
|
Chamalpan:
|
noventa
tributarios.
|
Totamistega:
|
veinte dos
tributarios.
|
Agagalpa:
|
cien
tributarios.
|
Astatega:
|
sesenta
tributarios.
|
Pongoa:
|
treinta
tributarios.
|
Cindega:
|
tiene
cuarenta cinco tributarios.
|
Mabitio:
|
diez ocho
tributarios.
|
Nabiti:
|
tiene once
tributarios.
|
Nepuemo:
|
diez
tributarios.
|
Tencosalpa:
|
treinta cinco
tributarios.
|
Nandayamo:
|
veinte ocho
tributarios.
|
Ayatega:
|
treinta
tributarios.
|
Telia:
|
tiene cien
tributarios.
|
Pocoltega:
|
tiene diez
ocho tributarios.
|
Acolotega:
|
tiene sesenta
tributarios.
|
Noloaque:
|
tiene trece
tributarios.
|
Cocogira.
|
|
Nicoya:
|
cuatrocientos
tributarios.
|
Chira:
|
tiene sesenta
tributarios.
|
Managua:
|
cien
tributarios.
|
Tustega:
|
doce
tributarios.
|
Cindega:
|
ochenta
tributarios.
|
Yoalteacende:
|
sesenta
tributarios.
|
Limay:
|
cuarenta
cuatro tributarios. y
|
Ayatega:
|
diez y seis
tributarios.
|
Husgalpa:
|
veinte y dos
tributarios.
|
Xocagalpa:
|
ocho
tributarios.
|
Matrarejo:
|
tiene veinte
y seis tributarios.
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Olomega:
|
tiene veinte
tributarios.
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Diriondo:
|
veinte y
cuatro tributarios.
|
Matrare:
|
cien
tributarios.
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Alateca:
|
diez y ocho
tributarios.
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Cindega:
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ochenta
tributarios.
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Estanguiz:
|
treinta y
tres tributarios.
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Nequeneme:
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cuarenta
tributarios.
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Dematinio:
|
sesenta
tributarios.
|
Capotega:
|
tiene veinte
tributarios.
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Nabitroaoponao:
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sesenta
tributarios.
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Mamatí:
|
veinte
tributarios.
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Paynaltega.
|
|
Archiuina:
|
sesenta
tributarios.
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Toscoaga:
|
doce
tributarios.
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Tonaltega:
|
cuarenta
tributarios.
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Mabitianagarando:
|
veinte
tributarios.
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Mabitia:
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veinte y dos
tributarios.
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Nagarote:
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treinta tributarios.
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Pomonagarando:
|
tiene doce
tributarios.
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Tolgalpa:
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tiene treinta
tributarios.
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EL ADELANTADO PASCUAL DE ANDAGOYA 1514 - 1527
Vino con
Pedrarias al Darién en 1514 y
fue uno de sus más fieles seguidores, llegando
después a ser
regidor de la ciudad de Panamá en 1521. También fue explorador de la costa de Suramérica, el primero en
traer nuevas de la existencia del Perú. Su Relación muestra al respecto la gran
fidelidad por la causa de Pedrarias, al cual parece justificar
por la muerte
de Córdoba. Andagoya ofrece algunos pormenores sobre la rebelión de este
capitán, una vez conquistada Nicaragua, contra el poder del gobernador de
Castilla del oro. El relato presenta la cruda disputa y a veces la lucha entre
los mismos conquistadores por asegurar las nuevas tierras conquistadas.
Andagoya es el primero en emplear el término Nicarao, aunque refiriéndose a la
tierra visitada por Gil González. Fue también gran observador de las costumbres
indígenas, como veremos en otra parte, no obstante el mordaz comentario que de
él hiciera el cronista Fernández de Oviedo: 'Era Pascual de Andagoya hombre de
noble conversación y virtuosa persona pero falto de ventura o lato de
conocimiento.
En este tiempo.
Pedrarias envió a un Francisco Hernández de Córdoba por capitán y con gente
bastante para ganar y poblar aquella tierra. y éste entró ganando y
conquistando aquella tierra, donde hubo muchas escaramuzas y guerra, y pobló la
ciudad de León y Granada, y en ellas
hizo fortalezas para defenderse.
Este Fráncico
Hernández, que pobló aquella tierra, viéndose poderoso de gente y tan vicioso
de todos los demás, trató de alzarse y no obedecer a Pedrarias, ni a ninguno
que enviase.
CARTA DE PEDRARIAS DÁVILA 1525
Al emperador
Refiriendo el descubrimiento de
Nicaragua
por el lugarteniente. Francisco
Hernández de Córdoba.
S.G.G.-A diez
de este mes de abril de 25 [1525] llegó aquí a esta Ciudad de Panamá un
mensajero del poniente que mi Teniente Francisco Hernández me envió, que se
dice Sebastián de Benalcazar, que se ha
hallado en todo lo que se ha hecho al poniente. con el cual me escribió e hizo
saber las cosas siguientes:
En el estrecho
dudoso se pobló una villa que se dice Bruselas, en el asiento de Brutina
[Orotina]. la cual tiene los llanos por una parte y por la otra la mar, y por
la otra la sierra donde están las
minas que serán a seis leguas; están los Indios pacíficos, y este pueblo está
en medio de toda la gente de aquellas provincias; es muy buena comarca, tiene
buenas agua y aires y montería
y pesquería en cantidad; es la tierra fructífera, y de buenas huertas y a propósito de pan de la
tierra [maíz] que lleva en abundancia.
De este pueblo
a la provincia de Nequecheri hay 3 leguas, es la tierra hasta aquí muy poblada
y abundosa; en esta provincia hay más término de tres leguas de poblado, en
medio de ella se fundó y pobló la nueva Ciudad de Granad, tiene en su comarca
hasta ocho mil vecinos naturales de la tierra, y tiene muy buenos ríos y
huertos y pesquerías y materiales; está [en la) ribera de la mar dulce; hizose
en esta Ciudad un muy suntuoso templo, el cual está bien servido y adornado.
En la Provincia
de Nicaragua [Rivas] no se hizo pueblo porque ella es en sí grande. y está en
el principio de la tierra, y no hubo necesidad de poblar allí.
De la dicha
nueva Granada bajamos a la provincia de Imabite; queda en medio la provincia de
Masaya, que es grande provincia y muy poblada. y la provincia de Henderi
[Tenderi
< Nindiri),
y Managua; cabe esta provincia de Masaya sale una boca de fuego muy grande, [el
volcán) que jamás cesa de arder. y de noche parece que toca en el cielo del
gran fuego que es, y se ve a las 15 leguas como de día. En esta provincia de
Imabite y en medio de ella se pobló la nueva ciudad de León, tiene en sus
arrabales 15.000 vecinos de los naturales de la tierra.
Hízose el mejor
templo en ella que en estas partes se ha hecho; cabe esta León ciudad de está
otro cerro muy alto [Momotombo), y por encima de la corona sale el fuego, que
se ve a la clara de día y de noche por cinco bocas; a la redonda de este cerro
hay muy grande cantidad de azufre. Toda esta tierra es muy llana y hay en ella
muy grandes rios; en algunas partes hay falta de agua, algunos de estos ríos
están muy calientes, que apenas los pueden pasar por el calor del agua, y hay
una fuente que a la continua hierve, tanto que metiendo un ave u otra cosa
cruda sale cocida incontinenti, y si la quieren asar, a la calor del agua se
asa prestamente. Está esta Ciudad [en la) ribera de la mar dulce, tiene muchas
y muy grandes huertas y árboles.
CONQUISTA DE NICARAGUA REFERIDA POR ANTONIO DE HERRERA 1523
Mbro
Qubuo, Cap. XII
Que Francisco
Hernández de Córdova pobló a Granada, en Nicaragua, lo que pasó entre su gente,
y Gil González Ávila. Francisco Hernández de Córdoba salió de Panamá
con la armada, que le dio Pedrarias, con voz de poblar en Nicaragua, diciendo
que le pertenecía; porque primero que Gil González había descubierto aquella
tierra: y así era verdad, que hasta el golfo de San Lúcar tenía descubierto.
Pobló una villa en el Estrecho Dudoso, que llamó Bruselas, en el asiento de
Urutina, que por una parte tenía los llanos, y por la otra la mal; y la otra la
sierra de las minas. Pasó treinta leguas adelante, a la provincia de Neque- rheri,
adonde fundó la nueva ciudad de Granada, en la orilla de la laguna: y fabricó
un templo muy suntuoso y una fortaleza, porque aunque hasta entonces había
tenido victoria, en muchos reencuentros
con los indios, por ser la tierra muy poblada, convenía asegurarse de ellos, y
por entonces no hubo necesidad de poblar en la provincia de Nicaragua [Rivas);
pasó de Granada a la provincia de Imabite, dejando en medio la de Masaya,
grande y bien poblada. llevó un bergantín en piezas, con el cual hizo descubrir
y bajar toda la laguna, y hallóse salida a un no por donde sangra, y no pudo navegar adelante el bergantín por haber
muchas piedras y dos raudales o saltos muy grandes; pero contirmáronse en que
salía a la Mar del Norte. Envió a un Capitán [Rojas] con alguna gente [que]
anduvo ochenta leguas por la tierra
y hallocíla muy poblada y con grandes arboledas de diversas suertes.
Llevó Francisco
Hernández algunos religiosos, los cuales, con mucho fervor [se) entendieron,
por medio de los intérpretes, en la predicación y en hacer los ejercidos
católicos que eran necesarios, plantando cruces en las partes que les parecían
más convenientes. Y lo que más movió, a los indios fue, que habiendo hecho gran
fuerzas en derribar una cruz de un lugar, nunca la pudieron quitar ni quemar, y
se moría toda la gente de pestilencia. Este milagro con otros, que cada día se
veían, admiró de tal manera a los indios comarcanos, que infinito número de
ellos acudió a pedir cruces y bautizarse; y en ciertos templos, donde no habla
entrado la señal de la Cruz, ni se habían puesto imágenes, cayeron rayos y se
quemaron, por lo cual todos los pueblos pedían bautismo y las imágenes de
Nuestra Señora; y como había pocos clérigos, los mismos indios, a imitación de
los sacerdotes católicos, se echaban agua unos a otros. De todo esto dio cuenta
Francisco Hernández a Pedrarias, con Sebastián Benalcázar, y le avisó que habia
descubierto que gente castellana andaba por cerca de aquella tierra, y que
hasta entonces no sabía de quien era, pero que con cuidado lo procuraba saber.
La gente de
esta tierra decía que había descendido de la mexicana: su traje, lengua era
casi como el de Mexica y las mujeres vestían muy bien. Tenían sus mercados en
las plazas, adonde contrataban con cacao por moneda. Habla muchas mujeres hermosas; tenían por costumbre los padres,
cuando eran ya doncellas para casar, de enviarlas a ganar para su casamiento, y
así andaban públicamente por toda la tierra, y en teniendo lo que habían menester,
las casaban, y los maridos estaban tan sujetos
a ellas, que si se enojaban los echaban de casa, y aún ponían las manos en
ellos y los hacían servir; y ellos iban a rogar a los vecinos para que
aplacasen a la mujer. También usaban que en la noche del casamiento dormía el
mayor sacerdote, que en su lengua decían Pilpil, con la novia. Tenían el
sacrificio de hombres y mujeres, y la disciplina, sacándose sangre de las
lenguas con que untaban a los ídolos, ofreciéndosela. Confesaban al Papa las
cosas que tenían por pecados, con que les parecía que quedaban libres.
POBLACIONES FUNDADAS EN NICARAGUA DURANTE El SIGLO XVII. 1653
Carlos molina arguello
El Gobernador
Arbieto les habla mandado que en primer lugar hiciesen una iglesia pequeña de
paja, con su sacristía, en que pudiesen oír la misa, luego las casas de y
cabildo para las justicias una venta para los pasajeros, y dejando plaza
competente. Puesto esto en ejecución y llevado a buen efecto, en 22 del mes de
mayo del dicho año de 1652, una representación de aquellos naborías acudió al Gobernador
pidiéndole hiciese "vista de ojos" del citado lugar, a fin de que les
confirmase diese la posesión
Pocos meses
debieron haber seguido al comienzo de aquella población de naborías de la Nueva
Segovia, cuando se pudo ver nuevamente empeñado al Gobernador en la erección de
otro pueblo, esta vez en las cercanía de la ciudad de León (18). Se iba a ello
no solamente por los motivos ya señalados de hacer que aquellos indios
naborías, vagabundos malcontentos tuviesen orden y policía, sino también por otros
más particulares derivados de las circunstancias necesidades que se ofrecían en
el paraje a poblar, el lugar que hasta entonces era conocido “Como el desierto de Nagarote”
En el camino
real que iba de la ciudad de León a la de Granada, sin duda el camino más
importante de la provincia, ocurría que desde aquella ciudad al pueblo de Nagarote había diez leguas
de despoblado. En esta parte, por no tener los caminantes albergue ni manera
alguna de repararse, se padecían grandes desavíos pérdidas en las recuas, lo
mismo durante el invierno con los aguaceros como en el verano con el gran
solazo, y todo en grave perjuicio del comercio que se movía entre ambas
ciudades. La fatiga que producía el paso del
despoblado de Nagarote era causa de que los viajeros e indios que los
acompañaban se enfermaran y tuviesen no pocas
muertes, como la que un tiempo atrás, entre otras, le había sobrevenido
al Provincial de San Francisco Fray Juan Tercero.
Por otra parte,
todas las veces, no poco frecuente, que se hacía esta jornada de diez leguas de
despoblado, cuando los señores obispos, gobernadores, corregidores y otras
personas graves la habían de pasar, los indios circunvecinos, principalmente
los de los pueblos de Subtiava, Quezalguaque Nagarote, padecían continuo
trabajo, y en tales ocasiones iban éstos a dicho monte a hacer ranches
enramadas, cargando provisiones, sillas, piedras y de moler, cántaros cuanto
era menester en el avío de y aquellos viajeros. A los pobres indios que
resentían este trabajo, forzados, se les hacía ir a servir asistir en aquel y
despoblado, caminando, cargados tantas leguas de sus pueblos.
En el remedio
de tantos inconvenientes y desconsuelo que para todo género de gentes se tenía
en aquel desorden trayecto, y para alivio de lo que padecían aquellos lnd1os,
muchos vecinos de la ciudad de León, comerciantes, religiosos viajeros de toda
condición y suerte hicieron manifiesto al Gobernador Arbieto lo mucho que
convenía hacer una población de indios en el comedio de aquel mal camino. Y con
lo que también se representó ante el mismo por los pueblos de Subtiava, Nagarote y Quezalguaque para aligerar
el sufrimiento de los indios sus
vecinos que se ocupaban en aquellas jornadas, el Gobernador estimó justo y
oportuno cuanto se informaba y pedía, e inmediatamente proveyó el que se
pusiese en ejecución lo solicitado.
El en persona,
acompañado de sujetos de toda capacidad y cristiandad, salió a reconocer el
terreno, parte y lugar donde se podía hacer más cómodamente aquella población.
Reconociese como el más indicado un cierto paraje, cerca de un río ojo de agua,
que distaba ''un tiro y de mosquete" del camino real que podía ser cómodo
y tránsito en la mitad de lo que habla que andar del pueblo de Subtiava al de Nagarote.
Y en su
conformidad, vuelto que fue a la ciudad de mando a despachar comisarios en
busca de los indios naborías que huidos vagaban por diferentes partes en las
haciendas, barrancas sitios ocultos de la provincia; y con órdenes escritas y
de palabra para prenderlos y traerlos a su presencia, sacándoles de donde
estuviesen, destruyéndoles y quemándoles los ranchos chozas. Y para que
"con mayor viveza" se hiciese este servicio que tanto importaba al
bien general, se vio al propio Gobernador salir personalmente por diferentes
partes en seguimiento de esta diligencia.
Traídos que
fueron a la ciudad de León algunos de y los indios vagabundos malcontentos que
se buscaron, principalmente de los que en buena cantidad merodeaban por el
pueblo de Managua y sus contornos, el Gobernador Arbieto trató de convenirlos
para la nueva población, estimulándoles al orden de sus vidas, incluso con incitaciones
que les hizo para que se casaran.
Y estando así
todo dispuesto, salió Don Andrés de Arbieto de la ciudad de León con mucha
gente de trabajo y otras personas amigos que le acompañaron, llevando consigo a
los dichos naborías, y por delante cantidad de maíz, carne, queso y todo género
de bastimentas, así como también, regalos, yuntas de bueyes, hachas, machetes,
macana y todo lo necesario para aquella población.
Algunos meses
más tarde, por agosto del año siguiente de 1653 el pueblo de San Nicolás del despoblado de Nagarote
contaba con buen número de avecindados de aquellos indios llegados de
diferentes pueblos, viviendo allí con sus mujeres familias los más de ellos,
con sus ya casas y milpas; terminada ya
la casa del cabildo, otra y de paja con su corredor dos aposentos para albergue
de los caminantes, enfrente de ella, en la plaza, una casa grande de paja, embarrada, para la iglesia, con su la
altar dentro formado por una cruz alta de madera, y a la redonda de aquella
plaza seis casas, también pa¡izas, de
vivienda de aquellos indios, otras cuatro empezadas, con horcones y
telares madera, en que trabajaban.
PEDRO AGUSTÍN MOREL DE SANTA CRUZ -1751
OBISPO DE LA PROVINCIA DE NICARAGUA
MANAGUA
Su situación es
lo más alegre y deleitable que puede contemplarse, tiénenla a las orillas de
una laguna que a la primera vista parece el mar. La latitud de ella, consta de
siete leguas; corre de Norte a Sur, su longitud de veintidós contados desde el
volcán de Momotombo, que cae al Oeste, hasta el paso de Tipitapa, que mira al
Este. Aquí se recogen sus aguas y forman como un río cuyo ancho es de un tiro
de piedra y su fondo en unas partes navegable, en otro admite vado y aún se
seca. Por esta canal que termina en un alto muy elevado conocido por el salto,
se precipitan y desaguan en otra laguna mucho más dilatada y capaz, llámanla de
Nicaragua o Granada; sobre tas leguas de que se compone no hay cosa cierta,
unos aseguran que es de sesenta de largo y cuarenta de ancho; otros la
restringen a cincuenta y a treinta, la misma opinión se versa a lo tocante a
las isletas que abriga en su seno, todos no obstante conspiran en que las
isletas son muchas, que la mayor es Ometepe, que a la reserve de esta las demás
se hallan despobladas; y finalmente que la laguna justamente merece ser
colocada en el catálogo de las más célebres del universo, el fondo de ella y el
de la de Managua es arenoso y se extiende hasta quince o diez y seis brazas; no
están sujetas a crecientes y menguantes, pero si a tormentas; éstas comienzan a
explicarse con la misma agitación y estruendo que las del mar.
La calma sin
embargo por lo ordinario no tarda mucho en hacerlas cesar, las más gruesas se
padecen en lo de Granada, trafícanla en barcos de vela y remo, y algunos con
sus tripulaciones, suelen quedar sepultados en sus olas, tales desgracias no se
experimentan en la de Managua; la causa es que la navegación de ella se hace en
cayucos, son tan reducidos que un hombre solo puede ocuparlos, y así no se le
alejan de las playas; las aguas de ambas son dulces, gruesas y potables,
abundan finalmente de peces, aunque pequeños y poco gustosos. Los naturales de
Managua defienden como regalía propia el ejercicio de la pesca en las riveras
de su pueblo, en las cercanías de éste hay otras seis redondas, pequeñas y
distantes entre sí, y la más capaz ocupará una legua, las dos son salobres y
las cuatro de agua dulce y gruesa; gástanlas sin embargo los comarcanos por no
haber otras de que proveerse, el clima es cálido, seco y saludable; los vientos
que vienen de la laguna refrigeran un poco el media día y a la primero noche
cesan y entonces se siente como vapores de fuego que fatiga en extremo;
prodúcelos el mencionado volcán de Momotombo situado cuatro leguas a la parte
del Norte.
La parroquial
estará como a una cuadra de la playa; es mediana, de tres naves, sobre
horcones, de adobes y teja; tiene por titular a Santiago; una sacristía
reducida, y el cementerio cercado de tapias; carece de torre; las campanas
están pendientes de cuatro horcones con su techo de paja; hay cuatro altares
con retablos, y frontales dorados, ornamentos pocos y viejos. Las iglesias de
Veracruz, San Miguel, San Mateo y San Sebastián, hállanse repartidas por el
pueblo y son de la misma fábrica que la parroquial; esta es administrada por dos
curas, cuya renta total partible importará sin el servicio personal y ración,
mil doscientos pesos.
La población
comienza desde las márgenes de la laguna y corre sobre un llano perfectamente
unido, aunque en parte con algunas manchas de monte pequeño y claro; tiene su
cabildo de adobes y teja de sesenta varas de largo con cinco piezas. Hay
también tres parcialidades, es a saber Telpaneca, Cuastepe y Masagalpa con
otros tantos Alcaldes, Alguacil Mayor, seis regidores y tres fiscales; las
casas de teja son nueve y las de paja cuatrocientas cincuenta y seis, separadas
las unas de las otras y cogerán media legua; fuera de estas hay cuarenta y
siete de la misma especie en otras tantas haciendas de ganado mayor y trapiches
que se numeran en el territorio; cuya longitud consta de catorce leguas y su
latitud de cinco y media. Setecientas cincuenta y dos familias; cuatro mil
cuatrocientas diez personas de todas edades, así de ladinos como de indios,
estos pagan de tributo anual mil doscientos pesos; el juez a prevención
nombrado por los Alcaldes de Granada entienda en las causas de españoles,
mestizos y mulatos; y como Teniente de Gobernador es superior de los tres
Alcaldes y mandan los naturales.
Hay finalmente
tres compañías, la una de españoles montados y las dos de mestizos y mulatos,
todos con sus respectivos oficiales y trescientos setentidós soldados.
Seis días me
mantuve en este pueblo, prediqué otros tantos sermones y hubo una procesión en
que irían más de dos mil personas. Las confesiones y comuniones fueron muchas y
los confirmados dos mil quinientos diez, concluida en suma mi visita, marché
hacia Mateare.
MATEARE
Caminadas tres
leguas se llega a una cruz, desde ella comienza la jurisdicción de la ciudad de
León, corriendo hacia el Norte consta de cuarenta y cinco leguas y de treinta
de Oriente a Poniente, a otras tres leguas se halla Mateare; es un pueblo de
indios anexo en lo espiritual a Managua. Los curas de éste cuidan de la
administración de aquella feligresía, tiene iglesia de tres naves, pero de
paja, reducida y tan maltratada que amenaza ruina. Solo hay el altar mayor, en
que está el titular San Juan, diez y siete bohíos, otras tantas familias y
noventa personas, con su Alcalde, Alguacil Mayor, dos regidores y Fiscal;
hállase situado como a dos cuadras de la laguna grande de Managua, el monte de
que se halla cercado le impide la participación de sus aires. A una legua
también hacia el Norte el volcán de Momotombo le domina, su clima, en fin, es
muy cálido y húmedo, aconsejéles a sus moradores, que si no querían
experimentar su total exterminio, desmontasen sus cercanías, así lo han
practicado y desde entonces gozan de más sanidad; y pagan de tributo ciento
cincuenta y siete pesos. El territorio se extiende a cuatro y media leguas de
longitud y de latitud cuatro; en ellas hay diez hatos de ganado mayor, y unas
pocas chacras. Un día me mantuve en este pueblo sin haber hecho otra función
que confirmar como cincuenta personas por las muchas lluvias que ocurrían.
NAGAROTE Y PUEBLO NUEVO
A cinco leguas del mencionado pueblo hacia
León está Nagarote a otras cuatro
Pueblo Nuevo o Momotombo, ambos de indios y ladinos. Adminístralos un solo
párroco, cuya renta sin el servicio y ración, importará trescientos pesos. Las iglesias son de teja y tres naves, muy
pobres y con un altar que es el mayor, sus
titulares Santiago y San Nicolás; el primero tiene cuarenta bohíos, sesenta y cinco familias, trescientas once personas;
el segundo treinta y cuatro bohíos, cincuenta y seis familias y doscientas
catorce personas de confesión y comunión, en cada una hay su Alcalde, Alguacil Mayor, dos Regidores y
Fiscal. Pagan entre los dos cincuenta y nueve pesos de tribute anual. El
clima de ellos es idéntico con el de Mateare,
su territorio consta de diez leguas de
longitud y cuatro de latitud, en ella se numeran setenta y dos haciendas de ganado mayor y trapiche de moler azúcar.
Cinco días me mantuve en estos pueblos, no pude predicar más de un sermón por
la abundancia de lluvias; confirmé doscientas cincuenta personas.
La sombra de Pedrarias. Nicolás Buitrago Matus
LA CABALLERÍA DE TIERRA 1681
En título que
se halla en poder de las señoritas de la
Llana, de Nagarote, se encuentra la Medida del sitio "Nuestra Señora de la Soledad", jurisdicción del
departamento de León, verificada en el año
de 1681, en la que se precisa de una manera clara, la extensión de la
Caballería antigua de tierra que tanta dificultad ha ocasionado en los
tribunales de ésta ciudad.
Al inaugurarse
en Nicaragua el régimen político-civil, se establecieron las villas, y
ciudades, haciéndose para ello el repartimiento de tierras a españoles y a
indios, en las cantidades necesarias, como lo ordenaba la Ley de Don Fernando
V, de 9 de Agosto de 1513.
HISTORIA DE TOMAS AYÓN
CAPITULO VIII
Sublevación encabezada por el pardo
Antonio Padilla.
1740 y1741
EI Sargento Mayor Don José Antonio Lacayo de Briones, Alcalde
provincial, Juez ejecutor perpetuo de la Santa Hermandad y Regidor mas antiguo
por el Rey, de los cabildos de Nicaragua y de Nicoya, fue nombrado por la Real
Audiencia Gobernador y Teniente de Capitán General interino, en 21 de Noviembre
de 1740, Y recibió el título en Granada el 6 de Diciembre inmediato (1) De tránsito para León tuvo en el pueblo de
Managua repetidos partes de que el mulato Antonio Padilla y un hijo suyo, el
primer capitán de una de las compañías de Pardos, Miguel Díaz, Juan de Vargas,
su hijo y su cuñado, españoles de la tierra, se habían declarado en León
cabezas de partido político e intentaban amotinar las compañías de Padilla y
del Capitán José Pérez, para oponerse a la posesión del nuevo Gobernador, a
quien no querían en ese destino, sino a Don Felipe Gámez Mesia, Maestre de
Campo del tercio de la
provincia y Corregidor de la villa y puerto del Realejo.
Esto no impidió que Lacayo continuase su camino, pero
habiendo sabido que Don Felipe Gámez y los Regidores Don Pedro Sarria y Don
José Briceño se hallaban fuera de León, permaneció tres dias en el pueblo de Nagarote dándoles tiempo de que
regresaran para que estuviesen en la posesión y diesen al acto con su
asistencia en el Cabildo la solemnidad que consideraba necesaria al propósito de
cortar así las tentativas de resistencia. Bueno habría sido ese remedio si el mal
no hubiera tenido profundas raíces su ineficacia se hizo visible en presencia
de los hechos que sobrevinieron a la posesión.
EI Capitán Don Santiago Vidaurre, primer Alcalde ordinario de León, y el
Comisario de la Caballería Don Francisco Zapata dieron nuevos avisos a Lacayo
de la sublevación, asegurándole que se acentuaba con más ardor a medida que él venía acercándose a la ciudad. Hicieron más enviaron en 3 de Diciembre a Don
Andrés Altamirano, Procurador Sindico y a Melchor Toruño, Regidor y capitán
actual de una de las compañías de pardos, para que Ie dieran extensos y
circunstanciados informes
sobre el atentado de Padilla y sus secuaces.
Así las cosas en León, creyó el nuevo Gobernador que
importaba al interés de la causa publica continuar apresuradamente su camino,
para evitar, si posible era, el aumento del desorden, reconociendo que en
semejantes trances la pronta aplicación de los medios, por sencillos que sean,
corta a tiempo el mal sin grandes sacrificios. Traspusose en cinco horas de Nagarote a León. A las doce del mismo dia en que llegó a esta
ciudad [24 de Diciembre] Ie dio posesión de la tenencia de Capitán General el
Comisario de la Caballería Don Francisco Zapata, con asistencia de los alcaldes
ordinarios Don Santiago Vidaurre y Don Andrés Martínez de Fleytas, de otros
vecinos principales y de los capitanes, oficiales y cabos militares.
Nuevas desobediencias de las compañías de pardos de León
1745 a 1750
EI Dean de la Catedral paso como a las once de la noche del
24 de Octubre a casa del Tesorero Don Juan Morras y Mauleón, con objeto de manifestarle que en esos momentos
había recibido aviso de persona fidedigna, de que se alistaban doscientos
mulatos del barrio de San Felipe para ir al
camino de Nagarote a encontrar al Comandante General y asesinarlo
ciertamente se proponían ejecutar ese atentado, pero desistieron del viaje al
saber que Lacayo permanecía en , Granada y
que era falso la noticia de haIIarse en camino para León.
Traslación del Seminario: Estado de la
fortaleza de San
Juan: Fábrica de iglesias: Fundación de
Tipitapa. 1748
Páginas 38 y 39
El año de 1748 el Provisor y Vicario General del Obispado,
Presbítero don Domingo Cabezas y Urizar, siguió en Granada una información
contra el Gobernador, en la que cinco indios de Jalteba declararon sobre las
vejaciones que en los naturales cometía Heredia, no pagándoles su servicio
personal ni los víveres que
suministraban a él y a los soldados. Envió el Provisor esas informaciones á la
Audiencia, junto con tres certificaciones de los curas de Managua, Masaya y Nagarote, en que se hacía constar que
iguales arbitrariedades ejecutaba con los habitantes de estas últimas
poblaciones, y que don Francisco Sacasa, Teniente del Gobernador, formaba
repartimientos de indios, á quienes ocupaba en el cultivo del algodón para
hilados.
La Audiencia mandó á pedimento del Fiscal, en 20 de febrero
de 1748, que ante todas cosas afianzase de calumnia y costas el Provisor y
Vicario don Domingo Cabezas, y dió comisión secreta á don Briceño, Alcalde
Ordinario de León, José para que en concepto de pesquisidor averiguase si eran
ó no ciertos los excesos que al Gobernador se atribuían.
El comisionado hizo comparecer á los indios de Jalteba y á
los curas de Managua, Masaya y Nagarote,
para que ratificasen sus declaraciones. Todos ellos, y aun otras muchas
personas á quienes también interrogó sobre el particular, lejos de sostener las
inculpaciones hechas al Gobernador, procuraron excusarle y declararon en contra
del Provisor; por lo que la Audiencia determinó extrañar á este último de la
provincia, la renta y beneficio . Condenándole
en costas y privándolo de curado que tenía y declaró á Heredia recto y
justificado ministro.
REFORMAS POLÍTICAS
INTRODUCIDAS POR LA REAL ORDENANZA DE INTENDENTES: VIAJE DEL GOBERNADOR DE LA
MOSQUITIA A ESTA PROVINCIA Y SU MATRIMONIO CON DOÑA MANUELA RODRÍGUEZ
1786 á 1789
Nicaragua quedó dividida en cinco partidos, á saber: León,
Matagalpa, el Realejo, Subtiaba y Nicoya. El Intendente debía nombrar un
Subdelegado en cada una de las poblaciones cabeceras de dichos partidos; sólo
en el de Matagalpa, á causa de su vasta extensión territorial, habría dos, uno
con residencia en el pueblo del propio nombre, y otro en el de Segovia.
La división que se hizo del territorio para formar las nuevas
subdelegaciones, fue del modo siguiente :
PARTIDO DE LEÓN.—Cabecera, la capital de la Provincia.
Poblaciones anexas : Somotillo, Metapa, Villa-Nueva, el Sauce, Nagarote, Pueblo-Nuevo, Matiare,
Managua, Masaya, Tipitapa, Granada,
Jalteba, Nindirí, Diriá, Diriomo, San Juan Namotiva, Santa Catarina, Nandasmo,
Diriamba, Nandaime, Niquinohomo, Masatepe, Jinotepe, Isla de Ometepe, Rivas,
San Jorge, Acoyapa, Juigalpa, Lóvago y Loviguisca.
PARTIDO DE NAGAROTE:
Esta población y Pueblo-Nuevo de San Nicolás, á tres leguas y
media
CAPÍTULO X
Dificultades á que daba
origen el impuesto del tributo: Amenazas de los mosquitos y zambos: Estado del
Seminario Conciliar y de la enseñanza pública en León y Granada.
06 a 18 - 1801
En 1818 fue nombrado Gobernador Intendente de Nicaragua el
General don Miguel González Saravia. Desde que se encargó de ese destino,
observó las graves dificultades que
presentaba la administración pública por la defectuosa organización que
se hizo dada a sus diversos ramos, especialmente al judicial y económico.
Con el propósito de mejorar y expeditar la administración de
justicia, formó, de acuerdo con la Diputación Provincial, un plan de división
territorial para el establecimiento de Jueces de Letras, el cual fue comunicado
a la Audiencia del Reino, en 13 de octubre de 1820. Según ese proyecto, las
Provincias de Nicaragua y Costa-Rica, debían dividirse en seis partidos, para
los efectos del nuevo sistema judicial. La ciudad de León comprendería dos
secciones: una compuesta de la propia ciudad y de los pueblos de Nagarote, Pueblo-Nuevo y Villa del
Sauce, Santa Rosa, Somotillo, Villa Nueva, Mateare, Managua y San Pedro de
Metapa, con un total de treinta mil quinientos diecisiete habitantes; y otro
formado de los pueblos de Subtiaba, Telica, Quezalguaque, Posoltega,
Posolteguilla, Chichigalpa, Chinandega, El Viejo y el Realejo, con veintinueve
mil ochocientas cuarenta y una personas.
El 22 de Julio fue depuesto Meléndez y ocupó su lugar Ignacio
Días, á quien acompañaban los Señores Román Balladares, José de Jesús Osejo, Ramón
Pacheco (el sordo) y otros varios; y en 27 del mismo mes, una división de más
de mil leoneses, unida á otra de seiscientos granadinos, que por Rio-grande
habia enviado Ordoñez al mando de don Francisco Argüello y don Roque Souza,
marcharon á atacar á Managua; pero hicieron alto en Nagarote, donde estacionaron algún tiempo.
Coronel Sacasa salió de Managua con su fuerza á atacar los
que se hallaban en Nagarote: despues de una escaramusa á las orillas del
pueblo, hizo una retirada falsa, y los granadinos y leoneses cargaron sobre él
persiguiéndolo hasta el Rio de San Ramón. Celebraba su triunfo el ejército
aliado; pero Sacasa volvió repentinamente y con poco esfuerzo lo dispersó, trayéndolo
en desórden hasta Pueblo-Nuevo, en donde hicieron alto los derrotados: allí
permanecieron por algunos días reorganizándose.
Desalojado de Nagarote
el ejército aliado pensó Sacasa en dar una sorpresa á Ordoñez y partió á
Granada llevando poca fuerza armada de fusiles. Aunque logró forzar varios
atrincheramientos y colocarse calle de por medio con los sitiados se vió
obligado a levantar el asedio por falta de pólvora. Informado el Coronel Sacasa
por la Junta del Viejo del acuerdo con
la estado en que se hallaba el ejército de Salas, y se Junta de Managua,
levantó el campo el 10 de Setiembre, se dirigió á León, pernoctando en
Nagarote. Don Román Balladares salió de la plaza con una fuerza respetable para
impedir la unión de aquellos dos ejércitos. El 11, á las once del dia, se
encontró con Sacasa en las inmediaciones de la huerta de don Domingo Delgado: la acción fue muy
reñida, despues de algunas horas de vivo tiroteo huyó derrotado el ejército de
Balladares.
Una hora despues de ese brillante triunfo, fue el Coronel
Sacasa recibido con grandes aplausos en el campamento de Delgado, donde se
hallaba Salas. Este le daba el mando en jefe del ejército; pero Sacasa lo
rehusó, quedando de segundo Jefe.
GERONIMO PÉREZ
MEMORIAS PARA LA HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN
DE NICARAGUA EN 1854
El General don
José María Ballestero era el General en Jefe de los democráticos desde la
muerte de Muñoz, y a principios de septiembre,
mandó dos compañías en expedición hasta Managua, contando con el abandono en
que había estado esta ciudad, sin saber por entonces que el Coronel don Tomás Martínez estaba de
comandante en ella. Éste del momento alistó doscientos hombres y derrotó a los
democráticos en Nagarote el 12 del
mismo mes persiguiéndolos hasta Pueblo Nuevo.
Ballestero
mandó al General Pineda que con doble fuerza marchase
a batir a legitimistas, y salió en efecto; pero muy pronto quiso contramarchar
y lo impartió así al mando democrático.
Naztmer ordenó
al Teniente Dolan, comandante de Chinandega, que se concentrase a León, quien
encontró en el tránsito a don Patricio y a Jerez, y aun quiso volverlos presos;
pero lo disuadió el Doctor Dawson, americano radicado en el país mucho tiempo
atrás, y adornado de muy buenos sentimientos.
Los señores
Rivas y Jerez entraron a Chinandega, de donde dirigieron un despacho al General
en Jefe mandándole que concentrase las fuerzas extranjeras a Granada, aunque
tenían la convicción de que no lo
obedecerían.
Walker tal vez
no recibiría esta orden. Él supo en Masaya los
sucesos de León en los días 11 y 12 de junio, y contramarchó adelantando un
correo a Naztmer para que desocupase la plaza de León, y se viniese con todas
sus fuerzas a Nagarote, de manera
que hubo la concentración de las tropas extranjeras,
no en virtud de aquella orden del Ministro, sino porque así creyó aquél que le
convenía.
En Nagarote informó Naztmer a Walker de
los acontecimientos, y éste resolvió reducirse a Granada dejando fuertes guarniciones
en Managua y Masaya.
El 21
dispersaron los exploradores una escolta de 30 filibusteros entre Nagarote y el Lago. Éstos dejaron un
oficial muerto.
El día
siguiente resolvimos con anuencia del mismo Barrios el venirnos, puesto que
nada hacíamos respecto de nuestra comisión, y en efecto, muy de mañana nos
pusimos en camino acompañados del General Barrios, Jerez y otros jefes y
oficiales salvadoreños y
nicaragüenses. Jerez le dijo a Chamorro que dos oficiales leoneses tendrían que
encaminarle hasta el pueblo de Nagarote,
ofrecimiento que Chamorro aceptó con mucho beneplácito
BIOGRAFÍA DE DON CRISANTO SACASA
Entretanto, en
León y en Granada se preparaban contra los serviles. Las dos Juntas mandaron
fuerzas sobre Managua, las cuales se situaron en Nagarote. Sacasa no quiso esperarlas en Managua, sino que salió a batirlas en su acantonamiento, y en
efecto, las atacó y dispersó, más con la estrategia que con la lucha.
Sacasa, por su
parte, no permanecía inactivo. Luego que regresó de Nagarote trató de ocupar Granada, proponiéndose hacerlo por
sorpresa. Con este fin divulgó la noticia de que por Tipitapa iba para los
enemigos una partida considerable de ganado, que se disponía a quitarles,
dirigiéndose a este punto.
Con esta
noticia, que no dudaba le sería comunicada a Ordóñez por los partidarios o espías que tenía en Managua, calculaba que este jefe saldría con sus
fuerzas para el lado de Tipitapa y dejaría
a Granada débil para tomarla; y si tal aviso no llegaba al citado Ordóñez, éste no lo esperaba y podría
darle la sorpresa que tanto deseaba.
Los sucesos de
Occidente, a que hemos aludido, eran graves. Ya mencionamos los desórdenes
cometidos por las fuerzas retiradas de Nagarote;
ahora diremos que éstos eran continuos, y que se aumentaban en ciertos lances,
como en el regreso de Managua.
La anarquía e
ignorancia de esa época aciaga se mide por cualquier rasgo pequeño e
insignificante como éste: Uno de tantos
jefes militares, a la cabeza de una escolta, exigió una cantidad de dinero a la
esposa de don Mariano Murillo, rico hacendado de León, y como ella le exigiese recibo, le puso: “Recibí 200 pesos de
la señora Atanasia Galarza, por multa que se le ha impuesto por ciudadana
servil”. (Aquí la firma).
El 10 de
septiembre (1824) salió de Managua, pernoctó
en Nagarote y continuó el 11 al amanecer. Como era natural, se supo en la
plaza de León que llegaba esta fuerza auxiliar, y se propusieron impedir la
reunión.
BIOGRAFÍA DEL GRAL. TOMÁS MARTÍNEZ
Don Joaquín
Martínez, vecino de León, casó con doña María Guerrero, de Granada, nieta de
doña Rafaela Mora, la heroína que defendió El Castillo contra los ingleses que
pretendieron
tomarlo por asalto.
Este
matrimonio, cuando los movimientos precursores a la Independencia, padeció lo
mismo que todas las familias principales, la indignación del populacho, que las
obligó a emigrar de las grandes poblaciones, ya a los montes o a los pueblos
distantes de los focos de la revolución.
Doña María
alumbró su segundo hijo en Nagarote,
donde permanecía, el 21 de diciembre de 1820.
El niño fue bautizado con el nombre de Tomás.
El cantón de
Jalteva se levantó, pero dando un fuerte ataque a los vencedores de Masaya que
estaban terriblemente golpeados de la acción anterior. Entonces sucedió que
Martínez quedase encerrado con una pequeña guerrilla en un solar de la calle
que conduce a Nindirí, y que pudiese salvarse, rompiendo de improviso sobre los
enemigos que le habían obstruido la salida. El ejército legitimista sentó sus
reales en Managua y allí Martínez recibió a su familia, que había sido
expulsada de León desde que se supo la derrota de Jinotega. La orden fue
trasladarse a Chinandega; pero doña María salió para una hacienda cercana al pueblo de Nagarote, y de allí se trasladó a
Managua cuando supo la llegada de su hijo.
Así fue que en
diciembre de 1858 resolvió visitar dichos departamentos, y sería una tarea muy
larga e inconducente el referir
todas las ovaciones y todo el entusiasmo, tanto de León y Chinandega, como de los pequeños
pueblos del tránsito.
Entre estos se
hizo notable el de Nagarote por el
orgullo que mostraba de ser la patria del Presidente. En una de tantas
alocuciones de los municipales se dijo: “León, Granada, Rivas, Masaya, Managua y otros pueblos de la
República han producido muchos hombres notables en las armas, en las ciencias y en las artes. Nagarote ha producido
solamente uno, que es el General don Tomás Martínez y con esa producción está
plenamente satisfecho, aun cuando no produzca otro, pues la Providencia ha
querido compensarle con uno solo su noble ambición de ser la patria de muchos.
De uno de estos
baños, en que se hallaban hombres de toda nacionalidad, escribió a su esposa,
entre otras cosas, lo siguiente:
“He visto aquí al Príncipe de Gales, heredero de la corona británica, a su
bella esposa, tullida por una enfermedad, y a individuos grandes y pequeños de
todas las nacionalidades del mundo… hasta un hijo del triste pueblo de Nagarote procura aquí su salud, para
consagrarse exclusivamente a su amada esposa y a sus tiernos hijos… ¡Un Nagarote! ¿Quién será ese?, decían
cuántos iban viendo la carta, sin recordar que se refería a él mismo, pues
Martínez vio la luz primera en el pueblo mencionado.
La revolución
marchó entonces sobre la capital, no para invadirla inmediatamente, sino para
esperar una oportunidad…….
Sentó sus
reales en Nagarote, donde fue
atacada por una fuerza muy respetable del Gobierno.
El Gobierno le
dio el mando del ejército que destinó a batir al ejército acampado en Nagarote, y según refieren algunos testigos presenciales, y lo dice el
mismo señor Medina, con quien hemos conversado sobre el particular, iba
contrariado por los montañeses, que ocupaban más o menos puestos distinguidos en el ejército.
Sobre la
victoria de Nagarote quiso Martínez
que se acometiese a Managua, pero no estuvo de acuerdo Jerez, que apenas
convino en la ocupación del pequeño pueblo de Mateare, más cercano a Managua,
de donde se esperaba cada día el ataque a dicha ciudad.
Pocos días
permaneció en León, porque el deseo de ver a su familia le obligó a apresurar
la marcha, a despecho del gusto de sus
amigos. Los pequeños pueblos del tránsito, Pueblo Nuevo, Nagarote y Mateare le hicieron las demostraciones equivalentes a
sus facultades; y por fin, llegó a Managua, donde tuvo el gusto de encontrar a
su esposa, hijos y familia, lo mismo que a sus numerosos amigos, con el deseo
más vehemente de verle.
Su hija
Gertrudis Martínez fue casada con el Presidente Adán Cárdenas. Era bisnieto de
Rafaela Mora,
(Rafaela Herrera, la heroína que defendió El Castillo).
EFRAIN SQUIER DIPLIMÁTICO NORTEAMERICA 1854
Las mañanas del
trópico, en la secas laderas continentales del Pacífico, son siempre frescas y
hermosas, y el viajero pronto y aprende a madrugar para gozar de su frescor
belleza. Aún estaba oscuro cuando salimos de Managua y emprendimos rumbo al
pueblo de Mateare, a dieciocho millas de distancia, donde nos proponíamos tomar
el desayuno. En las primeras seis millas el camino es ancho y empedrado, luego asciende
una cresta elevada, que atraviesa esa zona en diagonal para internarse de lleno
en el lago. Aquí el trayecto es empinado y rocoso, transitable sólo a lomos de
mula. -
El camino
carretero toma un largo desvío por la izquierda. Desmontamos y subimos a pie,
deteniéndonos varias veces para gozar los magníficos panoramas del lago y de
las distantes montañas de Segovia, que se divisaban entre los árboles
colosales.
Más allá de la
cima, el descenso se hace suave y fácil, y cabalgamos raudos por el sendero llano
y bien apisonado. Nos detuvimos apenas para observar un par de rústicas cruces de madera que se
levantaban en un sitio del descampado, y supe seguro del escenario que
señalaban de algún hecho violento. Al llegar a Mateare hallé en ruinas mi
antigua posada, donde me había convertido en padrino para el hijo de la
regordeta y menuda hostelera, y me enteré de que las cruces en el descampado a
la orilla del camino señalaban las tumbas de dos americanos, asesinados allí
mismo por ladrones. Uno de los cuales se sospechaba que era el guardador de la
posada. Éste había sido arrestado y condenado; su quebrantada y menuda esposa
había desaparecido, y la misma, vencida bajo la doble maldición de la Iglesia,
de la posada y la Ley, había sido
abandonada a la desolación y la ruina.
Al partir de
Mateare, el camino bordea por un buen trecho las riberas del lago, revestidas
de piedras pómez en tonos blanco y rosáceo, pulidas por obra de las aguas.
Desde aquí se divisan bien el majestuoso volcán Momotombo y el pequeño cono de
la isla de Momotombito, alcanzando el primero una altura 48 pies. Emergiendo al
filo de las aguas, sin obstáculo alguno que
interrumpa
su elevación, el Momotombo
es mayor de 6,000 sin duda la montaña
más imponente de toda Nicaragua. Nunca ha sido escalada, pues las sueltas
cenizas y escorias que integran más de la mitad de su masa impiden cualquier
acercamiento a su cumbre. El perfil de su cráter, que ostenta un perenne
penacho de humo, es visible desde todas las direcciones.
En el Momotombo retumbaba y hacía erupción a
menudo, pero otros tiempos, en los últimos doscientos años ha estado adormecido
y casi inactivo.
El Lago de
Managua le sigue en tamaño al Lago de Nicaragua, y mide entre cincuenta y
sesenta millas de largo por unas treinta y cinco de ancho. Tiene una elevación
de veintiocho pies sobre el Lago de Nicaragua, al que está conectado por un
canal en natural, interrumpido por una imponente caída de agua. En años muy
secos, poca o ninguna agua pasa por este canal, pero en otros fluye a su través
una corriente considerable, el río Tipi tapa.
Durante mi
primera visita, en 1849-50, el agua que desembocaba en el lago, procedente de
varios afluentes caudalosos en su costa norte, apenas bastaba para compensar la
evaporación su nivel era tan de la superficie, y bajo que por varias millas a
lo largo de la ribera occidental por el camino. En esta ocasión día verse
estaba relativamente calmado y el agua alcanzaba seis a su nivel anterior. Ocho
pies sobre La franja de tierra que hay
Entre el Lago de
Managua y el Pacífico es angosta y de ella surgen unos cuantos arroyuelos que
apenas merecen nombre de ríos.
El respetable, "EL GUARDABARRANCO" El más
caudaloso de ellos y el único que se seca se seca en el verano cruza el camino
a una legua al sur de Nagarote.
Por tales circunstancias, es sitio predilecto de viajeros,
carreteros y muleros para acampar en él,
y su hondo y fresco valle es también refugio favorito de aves y bestias
salvajes, que encuentran también aquí agradable escondite de siempre frondoso
resguardo.
Entre las aves hay centenares de lapas y loras; aquí se halla el elegante
''guardabarranco'' y el tucán de pesado pico. El Doctor se detuvo para cazar lo
que él llamaba "especímenes:' cuyas pieles ¡oh lector!, ¿acaso no se
encuentran en el Museo de la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia?
Un poco más
allá llegaron a un caño de aguas claras y limpias, (Zayulapa o El Boquerón), el primero que encontraron en el trayecto
desde Granada, ya que en toda la llanura interpuesta que recorrieron los
porosos suelos volcánicos infiltran rápidamente las aguas que caen sobre el
territorio interlacustre.
Lo sombreado del paraje y la presencia de una corriente
hacían del lugar un reposo obligado para los viajeros y de descanso.
Nagarote se distingue en particular por un árbol inmenso, el
Palo de Genízaro que se encuentra a orillas del camino, cerca del centro del
pueblo. Su tronco mide siete pies de
diámetro, y la extensión de su ramaje es de ciento ochenta
pies. Una variedad perennifolia, y no hay viajero, tropa de
soldados o hatajo de mulas que pasen por Nagarote sin detenerse a disfrutar de
su generosa sombra. En el verano, los muleros
y carreteros
acampan a su vera, doce grupos a la vez, pues prefieren acogerse a su resguardo
antes que pernoctar en las chozas del pueblo, infestadas de pulgas.
Dejamos a
nuestro grupo descansando bajo el célebre árbol, y me dirigí a la casa
principal del pueblo, el establecimiento donde me había alojado en mis
anteriores viajes por el país. La anciana dama que con minuciosa pulcritud me
reconoció al instante y corrió a mis brazos con tanta efusión que hubiera
dañado mi reputación y la suya si contase ella menos de cincuenta años de edad,
o si pesara menos de doscientas libras.
Antes de poder
pedirle que nos preparara cualesquier cosa rica de beber, algo fresco
comenzó a
hurgar en un oscuro armario en busca de ciertas según me dijo, "cosas
antiguas: recordaba el profundo interés que yo había mostrado por las
antigüedades del país y había colectado y atesorado para mí muchas cosas que
eran muy preciosas; sacó entonces una cantidad de vasijas antiguas, carnales y
cabezas de ídolos de o terracota indígenas, menoscabadas y rotas, y las dispuso
sobre la penates con aire triunfal. No eran nada maravilloso, pero aprecié su
mesa, amistoso gesto y fingí inenarrable deleite. La pobre anciana estaba
feliz, y lo estará más aún cuando mire sus "cosas antiguas"
retratadas y expuestas en las amplias páginas del "Harper's Magazine:' El
objeto más valioso de todos era un hacha de cobre, de unas diez libras de peso,
que quedó al descubierto cuando se excavaba un pozo en el acicalado patio de su
misma casa. Luego de empacar y acomodar debidamente las "cosas antiguas”,
describió irreverente como "cacharros y cachiguas quebraron una enorme
jarra de vaches:' mi vieja anfitriona nos preparó una bebida refrescante hecha
a base de zumos de marañón y caña de azúcar, combinados con rodajas de y
naranjas frescas maduras. Acompañado de un sirviente que
y portaba este
reconfortante oportuno agasajo cubierto con un níveo lienzo para protegerlo del
sol, regresé al grupo que se había reunido bajo el Genízaro.
Y mi asistente
había conseguido una guitarra, y que había invitado a un grupo de mu-
chachas de los
ranchos vecinos, y para deleite de ellas se lucía con una demostración de una
Juba o contradanza de Virginia. Comentaban que era "un hombre muy vivo;'
y de haber permanecido mi asistente, hubiese alcanzado una popularidad
ilimitada entre las morenas beldades de
Nagarote.
Su
vestimenta, amplia y suelta, deja a la vista el cuello y los brazos. Por lo
general es de color blanco puro, pero la falda o enagua suele ser de género
estampado, en cuyo caso el güipil (en inglés, vandyke) es también blanco,
profusamente guarnecido de encajes; calzan zapatillas de satín, un holgado
cinto rojo o púrpura en la cintura, un rosario del que pende una cruz de oro, y
para sujetar el cabello -que las más de las
veces cae en opulentas ondas hasta los hombros- una sutil cadena dorada o un cintillo de perlas,
lo que resulta en una vestimenta a la vez original, elegante y pintoresca.
Los hombres de ascendencia europea emulan todas las
vestimentas europeas, y en las grandes ocasiones, vestidos de levita negra y
coronando su testa con un alto sombrero negro de copa, se sienten de lo más
peripuestos. Pero son de verdad felices sólo cuando visten camisa y pantalón de
impecable blanco, ceñido éste último por una banda roja o verde, y calan
sombrero barnizado amado con un ancho cintillo trenzado con hilos dorados, que
se encasquetan ladeado con airosa inclinación. Y aquí puedo decir en
confidencia que, en ausencia de extraños, la camisa puede ir con los faldones por
fuera o por dentro del pantalón, práctica sin duda grata y fresca, ¡si no
estrictamente clásica!
Los varones de las capas sociales bajas no usan camisa del
todo, excepto los domingos o en días festivos; de hecho no usan ropa alguna, a
menos que merezcan tal nombre unos pantalones ceñidamente abotonados a la
cintura, con los ruedos arriscados hasta los muslos, un par de caites, y un
sombrero de palma. Empero, en ocasiones de fiesta se visten mejor que los
"dandys" de Broadway, con camisas de encendidos colores, y así, con
pantalones no menos llamativos y una chaquetilla autóctona tejida por los
indios de Quetzaltenango, de vistoso diseño y flecos a la cintura, consideran
haber agotado el repertorio del buen vestir.
JULIUS FROEBEL POLÍTICO Y PERIODISTA 1854 -1857
A la mañana
siguiente seguí rumbo a, La Paz Centro, donde pasé la noche. De aquí a Mateares
la distancia es de sólo de treinta millas
o poco más.
El viaje de
Mateares a Nagarote villorrio a medio camino de La Paz Centro
es de lo más interesante y tiene parajes encantadores. Por cierto trecho
pasa bajo la sombra de árboles gigantescos, y la vista se recrea mirando sobre
el lago hasta dar con las montañas de Matagalpa y los volcanes de la cadena de
los Maribios, comenzando éstos con la: isla de Momotombito; Squíer la visitó Y
describió sus ídolos. Viene después el volcán Momotombo, de unos 7,000 pies de
3.ltura. Su cima se, empenacha con una leve nube de vapor, apenas visible en la
atmósfera purísima. Más allá se ve el Asososca, o más correctamente Axosco.
Buschmann opina que este nombre se derive tal vez de la voz azteca
"ak", que significa: Agua, y "xotla", encender, o quemar;
lo cual vendría a ser "Anocheo", o sea Volcán ,de Agua, como el de
Guatemala. Luego están el de Las Pilas, el Orota y el Tellea, el Santa Clara y
El Viejo, con lo que se completa la lista de esa cadena, peto la vista no
alcanza a verlos todos. En ciertos 'lugares el camino, siempre orillando el
lago, pasa por sobre pequeños trechos de arena suelta poblados de arbustos de
mimosa, con sus candelillas amarillas de 'exquisito olor, cualidad por la cual
dan al arbusto, productor de la goma arábiga, el nombre de aroma.
Nagarote tiene mala fama. Llegué allí a mediodía y almorcé
en una hora. Apenas habíamos salido del pueblo cuando mi criado juntó su
caballo al mío para decirme: "El
señor de la casa es capitán de ladrones",·' Por los dos puntos
extremos de Nagarote el camino cruza
una
montaña, que es zona considerada de las
más peligrosas del País.
"¡Allá
está León!", exclamó mi sirviente -mocito de catorce años con todo el
orgullo patriótico de un Nicaragüense. Pero recordando que antes que todo era
granadino, se le salieron los celos locales y añadió: "León es más grande, pero Granada lo pasa en civilización".
A lo largo de
la costa corre una segunda cadena de montañas. Tiene algunas depresiones y
varios cortes en diversos lugares. La primera depresión queda entre el río
Sapoá y la bahía de Salinas; la segunda entre la
bahía de La Virgen y San Juan del Sur; la tercera entre el Lago de Managua,
cerca de Nagarote, y la pequeña bahía de El Tamarindo.
JOHN BOZMAN KERR Diplomático Norteamericano 1850
La guerra la
decide la intervención de Honduras a favor de Granada. Se libran batallas
sucesivas en Nagarote y Chinandega, tras las cuales queda Muñoz en León con 700
hombres, cercado por todos lados.
Enseguida
capitula en Chichigalpa ante e! general hondureño
Francisco Lope, quien le garantiza la "vida y libertad al general Muñoz y
sus tropas", y al ejército de Honduras lo reciben amistosos los leoneses
al entrar en la ciudad el 11 de noviembre!
ONTOLOGÍA POÉTICA DE LOS AÑOS 1858-1860
Presentamos la
siguiente Antología de Poesía Nicaragüense de hace más de un siglo como un aporte al estudio de
nuestra historia Literaria. De los poetas, y poetisa.
Entre los
nombres que aparecen en esta pequeña Antología que abarca apenas los años de
1858 a 1860, están algunos vinculados a nuestra sociedad y a nuestra historia.
El “reporteé" poético entre la Srita. María
de Jesús Martínez, hermana del Presidente General don Tomás Martínez, y doña
Josefa Ortega de Lezcano,
FELICITACION
A Josefa Ortega de Lezcano. Por el regreso
de su esposo, que serios y muy Justos temores
hacen pensar que había
naufragado
Dios el
consuelo envía
A aquel que
gime y su piedad implora,
Como la luz del
nuevo día
Después de la
noche aciaga al campo adora;
Como dulce
esperanza
Que en medio
del dolor al pecho alcanza.
Tú en la noche
sombría
Del infortunio,
del amargo duelo,
Lloraste noche
y día
y suplicaste
con fervor al cielo
Y por tu bien
perdido
Le diste el
corazón entristecido.
Pero Dios que
de hinojos
Te vio postrada
ante su solio santo,
El llanto de
tus ojos
Quiso enjugar,
y tu fatal quebranto;
Porque es Dios
poderoso,
Para todos sus
hijos bondadosos.
Yo comprendí tu
pena
Y contigo lloré
tu desventura
Y canto:
Enhorabuena
Venga este día,
lleno de dulzura
Para el que ha
padecido,
Para ti, cara
amiga, bien venido.
MARIA DE JESUS MARTINEZ
CONTESTACION
Como la tierna
brisa, suave, embalsamada
Refresca al
navegante, la tempestad pasada;
Cual gota de
rocío, en la estación ardiente
Vivifica la
rosa del vástago pendiente.
Así querida
amiga, tus voces de consuelo,
Pasada la
borrasca de mi angustioso duelo,
Son grato
refrigerio que de mi triste alma
Embalsaman la
dicha, la quietud y la calma.
En medio de los
golpes que la mano santa
Del
Todopoderoso nuestro orgullo quebranta;
Allá cuando
impotente todo el poder humano,
Espera el
hombre solo socorro de su mano;
La voz de la
amistad es dulce, encantadora,
Nos muestra la
desgracia menos aterradora;
Y si benigno el
cielo la dicha nos envía
El doble gozo,
dobla nuestra alegría.
Como la luz
cayendo, en espejo luciente
Nos muestra su
cambiante mucho más esplendente
Tú como una
buena amiga, como alma bondadosa
Comprendiste
del todo mi pena congo¡osa,
Y en llanto
bañada mi plegaria ferviente
Elevaste
conmigo al Dios omnipotente.
El escuchó
benigno tú voz celeste y pura
Y en gozo
inefable cambióse mi amargura;
Quiera el cielo
propicio dejarme disfrutar
Mucho tiempo
contigo mi ventura sin par·.
JOSEFA O DE LEZCANO
AL EXCMO. SR. PRESIDENTE DON
TOMAS MARTINEZ
Entienda el
orbe de su noble orgullo en su
cumpleaños
……………………………………………………..
Era de sangre
un ávido torrente
Era Babel la
patria, era un abismo,
Era el suelo
del crimen, del cinismo;
Todo era oscuridad
y confusión.
Tempestuosa borrasca levantada
Sobre la patria
amenazada a muerte,
Preciso era
ceder a ingrata suerte,
Y la patria su frente levantó.
Pero una luz
brilló; pura y radiante;
Pero se oyó una
voz cual ronco trueno;
Pero un cielo
se abrió limpio y sereno
Y la patria su
frente levantó.
Y una espada
brillaba….! ¡Era tu espada!
Era tu voz la
voz omnipotente…..!
Era tu faz
serena, era tu frente
El cielo que la
patria divisó.
¡Martínez! a
una voz todos los pueblos
Levantando la
frente pronunciaron.
¡El héroe de la
patria! Proclamaron….!
Y tu sien
coronaron de laurel.
Tu nombre
pasará ¡nombre gigante!
De siglo en
siglo asegurando el paso;
Su vivir es
eterno, no hay ocaso;
La raza hispana
morirá con él.
EL CUERPO MILITAR
JOSE DOLORES ESTRADA VADO 16 DE MAYO 1792
Contrajo
matrimonio doña Gertrudis Vado Lugo con el Sr. Timoteo Estrada, quien se
informa era originario de Nagarote,
Sin que se haya logrado establecer con certeza dicho origen. No se conocen o no
se ha podido encontrar los nombres de los padres de Don Timoteo Estrada;
solamente se sabe que de su matrimonio con Gertrudis Vado Lugo nacieron varios
hijos, uno de los cuales fue: JOSE
DOLORES ESTRADA VADO, quien murió célibe y sin descendencia.
Nació el 16 de marzo de 1792 en el pueblo de Nandaime, departamento
de Granada,
Nicaragua. Hijo de don
Timoteo Estrada y doña Gertrudis Vado. Fue bautizado el 20 del mismo mes y año teniendo
como padrino a su tío materno Antonio Vado. El padre Luis Benito Gutiérrez,
cura párroco de Nandaime, escribió en la partida bautismal "Joseph de los
Dolores Estrada, mulato, hijo legítimo
de Thimoteo Estrada y de Gertrudis Vado" . De los antepasados del General
Estrada se sabe que eran tres hermanos: German, Pio y Timoteo. Este último se
casó con Gertrudis Vado. Los padres de Estrada venian de una dilatada familia
que figura entre las principales de la sociedad nicaragüense durante la
colonia. El tronco común son los esposos Francisco Ruiz Lugo y Ambrosia del
Castillo; sus hijos, Sebastiana, Ambrosia, Pablo Antonio y Baltasara extiende
su parentesco entre muchas familias de importancia en la actual sociedad
nicaragüense. Se dice que descienden de un grupo de conquistadores encabezados
por Gonzalo
de Sandoval,
conquistador de México y Bernal Díaz
del Castillo
DIARIO DE JOHN HILL WHEELER Ministro Norteamericano 1854-1857
FEBRERO
1856 SABADO 9
Nos levantamos
a las 5 salimos temprano, llegamos a Mateare a las 11 muy cálido; desayunamos y
alimentamos a los caballos - en un hoyo sucio donde perros, cerdos y muchachos
desnudos se disputaban cada sitio con nosotros - Peccorini y Cleto Mayorga nos
alcanzaron aquí.
Llegamos a
Nagarote cerca de las 6 y paramos en casa de Teodoro López - mal alojamiento y
comida deficiente. Cuando
compramos maíz y se lo dimos a los caballos, llamaba a los cerdos.
DOMINGO
10
Fabens nos
levantó a las 2 y se fue nosotros nos
quedamos hasta las 4 Llegamos a Pueblo Nuevo a las 7, donde tuvimos un
buen desayuno en casa del señor Francisco Mendoza
SABADO
16
Salimos de Pueblo Nuevo a las 4 a.m. y llegamos a
Nagarote a las 7 cuando estábamos como a 4 millas de este lugar ocurrió un
terrible accidente - La pistola de Sully se disparó por accidente cuando
nuestro querido niño estaba a su lado y la descarga le atravesó la espalda y el
brazo izquierdo - Bondadoso Señor, ayuda a mi querido niño! El señor Fabens fue
despachado a traer al Dr. Ingraham a León mientras tanto hicimos una casa de
campaña y en la noche lo llevamos en una
litera a Nagarote, a casa de Teodoro López, quien se portó muy mal.
Era Domingo y con
la ayuda del Alcalde Cecilio Peloso
lo pasamos a la casa de Benicio López,
cuya esposa, María Blanco fue un ángel
auxiliar. No cerré los ojos ni ésta ni la noche anterior, cuidando a mi niño y
lavando sus heridas.
Envié a Sully
para Granada, El Dr. Ingraham llegó a las 2. Las
heridas no son mortales.
MARZO DOMINGO 16 1856.
Domingo de Ramos - muchas ceremonias en la Iglesia esperé hasta las 7 para que el Dr. Deval
consiguiera un caballo -
salimos sin él - llegamos a Managua -cerca de la 1 Almorcé y salimos a las 2 12
y llegamos a Mateare a la 1 del atardecer - cabalgamos hasta donde Manuel Ruego
a medio camino a Nagarote
JUEVES
20
Preparándome a
salir para Granada. Salí a las 3 con Tom Van Dyke, Sully, dos sirvientes y llegamos a Nagarote, 36 millas, hacia
la media noche La luna estaba brillante y el camino excelente. El comando de
Schlesinger sorprendido (la palabra derrotado fue tachada) por las fuerzas
Costarricenses en Guanacaste y vergonzosamente destrozado -
VIERNES
21
Salimos a las 7
y llegamos a Mateare a las 10, donde nos desayunamos y permanecí hasta las 3, y
salimos para Managua Van Dyke
atrasado en el camino.
ABRIL LUNES 21 1856
Salimos a las 5
a m, llegamos a Nagarote a las 6, donde
me tomé una taza de café y a las 10 llegamos a Pueblo Nuevo, donde nos desayunamos y permanecimos hasta las 2.
El Dr. Bernhard y familia en Pueblo Nuevo - El se vino a León con nosotros.
VIERNES
25
Salimos a las 2
y llegamos a Pueblo Nuevo a las 10 nos
quedamos hasta las 2 y llegamos a Nagarote
al crepúsculo - Ellen y el favorito en la carreta - El Dr. Sturgess, Sully,
Manuel, a caballo.
SABADO
26
Salimos a las 2 de Nagarote y llegamos a
Mateare a las 8 /2 - donde nos desayunamos lugar desapacible llegamos a Managua
al atardecer, donde tuvimos un quieto refugio, cena confortable y agradable
reposo.
DOLOROSOS RECUERDOS
Cástulo Córdova, un soldado anónimo de
la Revolución de 1854
y de la Guerra Nacional, nos narra,
"lisa y llanamente", como él mismo dice, sus DOLOROSOS RECUERDO
El Capitán
Cachirulo dio pruebas de su valor y
disciplina sostuvo la acción no menos de tres horas, haciéndonos varias bajas
entre muertos y heridos. También al
siguiente día entro con su tropa el General don Fruto
Chamorro que en los días de ausencia del gobierno le estuvo
llamando la atención al intruso
gobierno, habiendo tenido varios encuentros en los pueblos de Mateare y Nagarote. Llegamos con nuestro tren
de guerra a Nagarote,· después de dos días que el grueso ejército ocupo ese pueblo; una brigada estaba en la cuesta de Mateare. El General
Jerez tomo un paquete y
poniéndolo en mis manos me dijo, son las nueve de este día lunes, mañana a esta
misma hora en que sale debe de entregar estas mismas notas al señor Ministro.
Le recomiendo a usted exactitud y honradez en la comisión que se le ha
encomendado. El sobre era para el señor Ministro de la guerra del gobierno
provisorio en León. Con tales
recomendaciones solo hube de tomar un tiste en Managua sin desmontarme, como a las tres comí en Nagarote y
seguí el camino a León.
HISTORIA DE CHESTER ZELAYA
Región pacifica media,
En esta región
casi no encontramos poblaciones de importancia. Más bien creemos que estaba
formada principalmente por haciendas, propiedad de personas residentes muy posiblemente
en León y Granada, valiéndose para la administración de las mismas de personas
que vivían en esas haciendas y las cuales dirigían.
Región leonesa
Abarca la
comarca donde se encuentran León, capital de la provincia; Subtiava;
Quezalguaque; Telica; Chichigalpa; Chinandega,
El Viejo y Posoltega. Pequeña región en la cual se encontraban ubicadas una serie de
poblaciones algunas de las cuales
citamos más arriba. Creemos que este desarrollo, en los centros de población y
en la agricultura, estuvo determinado en cierta medida por encontrarse allí,
como ya 10 apuntamos, la capital de la provincia. En esta región se cultivaban en orden de
importancia: granos, pastos, caña y
añil.
Región granadina
Dentro de ella
se encuentran Granada, Managua, Masaya, Nagarote,
Mateare, Nindirí, Masatepe, Catarina, Diriá, Diriamba, Jinotepe, Niquinohomo.
El Coronel
Sacasa al asumir la Comandancia de Armas de Managua, formó una fuerza militar a
la cual sometió a un periodo de entrenamiento.
El 27 de julio
una división de más de mil leoneses al mando de Román Balladares y José de
Jesús Osejo y otra de seiscientos granadinos que había mandado Ordóñez por Río Grande, al mando de don Francisco
Argüello y don Roque Souza, marcharon a
atacar Managua. Se instalaron en el vecino
pueblo de Nagarote a efecto de preparar el ataque.
Sacasa al tener
conocimiento de lo que se planeaba y sin esperar que fuera atacado su cuartel
general. Organizó sus fuerzas y se dirigió a Nagarote a hostilizar a las
fuerzas aliadas granadino - leonesas. Después de algunas escaramuzas el jefe de
los managuas hizo una retirada, siendo perseguido hasta el río San Ramón. Los
aliados, creyendo haber logrado una victoria sobre las fuerzas de Sacasa, se
dispusieron a celebrarla al volver a
Nagarote. Entonces Sacasa atacó nuevamente logrando desbandar a las tropas aliadas,
persiguiéndolas hasta Pueblo Nuevo.
El Coronel
Sacasa estaba preparando otro ataque contra la ciudad de Granada, cuando tuvo
noticias de que debía marchar hacia el occidente a fin de juntar sus fuerzas con las del Coronel Juan José Salas.
Efectivamente, ella de septiembre levantó su campamento, para dirigirse a León.
En la noche de ese mismo día pernoctó en Nagarote.
Carta de Honduras por una diferencia limítrofe con Nicaragua 1869
A SU MAJESTAD CATÓLICA EL REY DE ESPAÑA CON TODO EL DEBIDO
RESPETO LOS REPRESENTANTES DE LA REPÚBLICA DE HONDURAS
PARTIDO DEL CENTRO O DE LA CAPITAL
La ciudad de
León, Subtiava, Nagarote y Pueblo
Nuevo, villa del Sause y Santa Rosa, Somotillo y Villa Nueva de Navía, Matiare,
villa de Managua y San Pedro Metapa.
Maximiliano
Somvenstbbh.
Diciembre 24 de
1869.
NICARAGUA UN POCO DE HISTORIA DE CUANDO SE LUCHABA CONTRA ZELAYA
ESCRITOS DE 1896.
Revista Conservadora
JOAQUIN
ZAVALA: PRESIDENTE DE LA
JUNTA DE
GOBIERNO
Unos querían
que se designara al Gral. Zavala y otros Gral. Avilés; no podían entenderse;
hubo largos y acalorados debates;
aquella asamblea agitada, era una tempestad en un vaso de agua; pero al fin se
calmó y se convino dar la Presidencia al Gral. Zavala, como hombre de más
experiencia, y que éste encargaría al mando del ejército al Gral. Avilés. Tomó
cada uno posesión de su puesto y dieron principio las operaciones, el tiempo
urgía, la vanguardia del Gobierno estaba en Mateare y la de la revolución en Nagarote. De un
momento a otro, deberían comenzar las hostilidades.
Bibliografía
Base: Libro:
Nicaragua en los Cronistas de Indios. Serie. Cronistas N° 1 Colección Cultural
del Banco de América. Recopilado y elaborado por Jorge Eduardo Arellano.
Libro. Fondo de
promoción cultural del Banco de América Cronistas, serie histórica N° 10.
Historia de Nicaragua de Tomás Ayón, Historia de Nicaragua por Chester Zelaya,
Historia de Nicaragua por Gerónimo Pérez, Recuerdos por Cástulo Córdova. Diez
Libros de Alejandro
Bolaños Geyer, Libro del Ingeniero Enrique Bolaños Geyer, Libros de
Diplomáticos Norteamericanos.
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