LA PERSPECTIVA DE LA GRANDEZA.
Heberto Guillermo Corea
Guerrero 03/03/2019
Nobleza, esplendor, fama, riqueza,
ostentación, pompa, alarde, pavoneo, derroche, presunción, jactancia, vanidad,
petulancia, engreimiento, fanfarronería, envanecimiento, endiosamiento. Ave María Purísima, podrá una persona convivir
con todos esos adjetivos en su vida diaria, tener una cotidianeidad en su
barrio, o en su residencial. De seguro que este tipo de persona es capaz de
ingresar a cualquier hogar alardeando de su poder, o de su miedo al saber que
no es más que un simple mortal sin anteojos. Yo me acuerdo que cuando tenía
catorce años, encontré a un joven de mi edad en esa época y se detuvo al pasar
a orillas de mi persona, y me dijo: Mi papá es el dueño del sol. Quedé tan
sorprendido ante tal afirmación, que no dude en asentar con mi cabeza que si
sabía. El joven me sonrío, y su rostro estaba bañado en sudor. Cuando se alejó
me dije a mi mismo: Prefiero ser dueño de la luna aunque hayan miles de
personas que se la comen cada mes menguándole su tamaño. Ese joven murió a los
cinco días de esa afirmación. Se suicidó con un rifle de su padre.
En esta vida hay muchos hombres y
mujeres que esas imágenes la hacen suyas siempre, que lindo sería que una
muchacha bella, inteligente y de cuerpo soñado por ti, no fuese vanidosa,
petulante, engreída. O que un adinerado no soñara con ser de la nobleza, famoso,
ostentoso, presumido, jactancioso, petulante. O que mi primo Orlando ahora que
es dueño de finca, no fuese engreído, fanfarrón, derrochador, alardeador.
Señores si eso no fuese así, yo le pediría a San Pedro que no me dejará entrar
a los cielos. Ahora soy yo el que me
estoy jactando. El otro día soñé que un primo hermano mío que ya está frente al
rostro de Dios en los cielos, llegó a mi casa y lo único que me dijo fue: No me
tenga miedo primo; a lo que yo le respondí. No jodás chilote, me jodistes en
vida y ahora me seguís jodiendo en espíritu. Y me respondió: Se noble, no busques
el esplendor ni la riqueza, no seas ostentoso, no te pavonees, no seas
presumido ni vanidoso, has a un lado la petulancia, la fanfarronería, no te
endioses. Aprende a convivir con tus semejantes, así tendrás tus últimos cincuenta años de vida con
felicidad. Toma aquí te dejo este limón. Y pussh desapareció.
Estiré la mano para tomar el limón, pero no lo logré.
Desgraciado ahora me dejaste sin imágenes y sin limón. De pronto reflexioné y
recapacité en los policías de León que andan acompañando a un jefe militar que
ingresa a los hogares, vapulea al que anda en su lista dentro de su casa, los amenaza
de muerte, les grita improperios, los escupe, les quiebra los brazos, les grita
“golpistas”, lo guiña a empujones y hace que los lleva preso, así hizo con dos
dueños de radios, con un abogado que representa a la alianza cívica. Este se
siente grande por sus grados civiles policiales (no son militares), en él se
concentrar todas las imágenes que hacen al hombre infiel a Cristo Jesús y ante
Dios. Rigoberto me vino a enseñar que es un buen hombre, como debo de buscar la
luz, para ser luz en las sombras, como debo de alumbrar los caminos obscuros,
me enseño que la grandeza es una puerta ancha, fácil de ingresar, pero salir de
la grandes la puerta es tan chiquita, que tenéis que pedir no que hagan más
grande la puerta, sino que reduzcan tu tamaño para poder salir de ella.
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