TÍO TAN.
Heberto
Guillermo Corea Guerrero. Abril 2021
Contenido
Su vida. 1
Oficio. 1
La carreta. 1
El chuso. 1
Uso del chuso en sus inicios. 1
Su ruta. 1
Perdida del brazo derecho. 1
Cambio de la rueda de la carreta. 1
La Chilama. 1
Año de su muerte. 1
Octavio Alfaro Ruiz, fue el niño trescientos que nació en la finca el
Cóbano propiedad de Luis José Jerez ubicada en el camino hacia el balneario
Miramar, finca propiedad de españoles desde 1565, siendo originalmente de Juan
Pérez Conte, quién había creado un registro de nacimiento de indios desde que tomó
las riendas de la finca. Esta práctica Luis José la había mantenido intacta
para mantener el ombligo umbilical de sus descendientes y para garantizar que
la finca se siguiera identificando como “la finca de los españoles”. Luis José
decidió que el niño se bautizara a los veinte días de nacido y que su padrino
fuese Oscar Chavarría, quien era su mejor amigo y confidente político, ambos
pertenecían al partido “La chamarra”, Ese era el partido en el poder en
Miramar, en donde José Luis era su presidente y Oscar secretario de
actuaciones. Corría el año 1788 ya existían los caminos de penetración
comarcales muy bien definidos y, aprovechando ese acontecimiento de iniciación
social, había que aprovecharlo al máximo para reunir al partido en esa ocasión.
Así sucedió; al bautizo se invitó a todos los correligionarios de la “Chamarra”
cual más chamarrero entre ellos, inmediatamente del bautizo, que era el señuelo
para fortalecer el partido, tomo la palabra Oscar, con el fin de pasarle la
palabra a Luis, a quien lo llamó líder indiscutible del partido desde el tablón
hasta Miramar. Se levantó Luis a dictar su discurso y expresó: eh tío, buenos
días, este día es tan grandioso como el ingreso del niño a nuestra Santas y
Madre Iglesia, …. en eso se da cuenta que no tiene el nombre del niño…. Le
pregunta a Chavarría quedito… nombre del niño…. Tío, … Tan le responde Oscar…
El niño tío tan nos irá mostrando la fortaleza del partido en la medida
que ese niño vaya creciendo, … en ese momento…. aplausos…. El dueño de la
finca, había bautizado al niño con su nombre de pila. Su nombre de familia
Octavio Alfaro Ruiz, había sido sustituido por su nombre de pila bautismal. tío
tan.
Así que, desde niño, Octavio Alfaro, pasó a llamarse tío tan, por
decisión patronal, esta fue la marca de su vida, todos los vecinos cuando
saludaban a su papá le decían, y tío tan esta bueno de salud, el padre
del niño nunca contestaba a esa pregunta sólo seguía su camino. Cuando Octavio
aprendió a leer, ya era un jinete ducho, jalaba agua con su caballo, arreaba
los animales para ordeñarlos o para que comieran sal, pero su padre se decía,
este chavalo tiene que aprender un oficio.
Don Octavio visitaba a sus amigos y se indagaba por los oficios que se
podían aprender en la comarca, así llego a darse cuenta, que en la finca de los
Baltodano “quebrada honda” trabajaban en carpintería, llegó a dicha finca,
platicó con don Ernesto Baltodano y, este le dijo: Don Octavio, lo que pasa que
aquí trabajamos solo la familia, si el niño se adapta al trato de familia que
aquí profesamos, yo lo acepto como aprendiz. Don Ernesto mi muchacho es bien
portado, no se preocupe que se portará muy bien. Mándelo a partir de mañana que
iniciaremos a fabricar cien tijeras, cien sillas y cien mesas, ah y le recuerdo
que este trabajo se realiza con laurel macho y, en el cóbano esta madera se
encuentra en abundancia, si don Ernesto cualquier solicitud se la hace a don
Luis, que viene los fines de semana, además ya tiene enumerados los árboles
para su corte. El niño aprendió el oficio de carpintero con mucha habilidad, a
los quince años puso su propia carpintería, se convirtió en el taller de
carpintería que le jalaba clientes a los Baltodano y, para no ser tan cruel,
puso un rotulo en la entrada de la finca el Cóbano.
Carpintería, especialidad: La carreta. Inicio haciendo su propia carreta,
construyó una carreta hermosa, que le serviría de propaganda en el sector de
Miramar, sus hermosas ruedas de madera, eran un atractivo para los finqueros,
así llegó a construir más de cien carretas. La carreta de él era muy especial y
hasta el chuso para los bueyes era un poco salvaje, había encontrado una vara
rolliza de casi cinco metros y en la punta había colocado un hincador de bueyes
que más bien parecía un arma ofensiva, así se demostró en el pasar del tiempo. Tío
tan ya de veinte años era hombre farsante y atrevido.
El chuso de su carreta, en su inicio lo utilizaba para matar toda víbora
que se le atravesaba, luego la colgaba de la carreta y pasaba mostrándola por
toda la comarca que recorría, posteriormente todo campesino sabía que el chuso
de tío tan era su arma favorita y efectiva, tanto para atacar como para
defenderse. En todas las fiestas llegaba a emborracharse y a presumir su chuso,
ya en estado etílico, era pleitisto, con más de cinco campesinos se transo a
golpe y, en uno de esos pleitos, uno sacó un machete y le corto de un tajo el
brazo derecho, esa noche el chuso dejo de ser un peligro, porque manejarlo con
el brazo izquierdo no era lo mismo, además ahora era el coto de tío tan.
Como hemos mencionado, primero el chuso mataba culebras, una ves sucedido
el percance del brazo, su uso fue más violento, mato al primer hombre cuando
tenía veinticinco años, le perforó el estómago con el chuso, el cuento fue que
en defensa propia se había visto en la necesidad imperiosa de usar el chuso
contra la humanidad de Lázaro Patacón, debido que este lo estaba amenazando con
un machete en mano, esta situación le trajo diez enemigos más, los hijos de
Lázaro Patacón, por lo que la ruta de su viaje a trabajar de carpintero en las
haciendas era muy cambiante.
Tío tan, ya no tenía libertad para desarrollar su trabajo, estaba limitado
por sus enemistades, debido a esa situación tubo que contratar en municipios
vecinos a dos hombres armados que lo acompañaban en sus viajes con las pistolas
al cinto, esa situación le costó disminución de los contratos, debido a que los
finqueros no querían tener problemas de matonería en sus fincas, esto lo obligó
a tío tan a estacionar su carpintería en
el cóbano, lugar donde había nacido, se había casado, y tenía su familia.
Tío tan se dio cuenta que tenía que ser más sigiloso en sus viajes, y
aprovechando que en la finca había llegado un tractor viejo, cuyas ruedas habían
sido cambiadas para poder utilizarlo, tomó estos desechos de hule y se los
colocó en derredor de la rueda de madera de la carreta, su oficio de
carpintero, le facilito hacer ese trabajo, logrando que la carreta no hiciera
tanto ruido al rodar, especialmente de madrugada o de noche. Ese cambio en la
rotación de la rueda, le dio más seguridad en sus viajes, los cuales eran con
mucha frecuencia, esa carreta era donde transportaba todos los trabajos que le
encomendaban los finqueros, además acarreaba el material a utilizar muchas
veces de muy largo, la madera le salía más barata comprarla en los aserraderos
existentes, que comprar el árbol, aserrarlo y sacar las tablas, de esa manera
se ahorraba, tiempo, trabajo y dinero. Con el tiempo se dio cuenta que el
cambio del rodamiento de la carreta, le dio más velocidad y sigilo en sus
viajes.
Sus viajes eran con mayor frecuencia hacia el pobladito de indios sambos y
españoles empobrecidos, llamado la chilama, ahí compraba la madera y vivía la
familia de la que era su esposa, con quien había procreado cinco hijos, de
apellido contreras, se sabía que a ese pobladito, habían migrado desde Santiago
de los caballeros, la familia de los contreras que habían dado muerte al obispo
Valdivieso, en dicho poblado encontraron la paz que necesitaban, debido a que
era imposible regresar a España donde ya no existían vínculos familiares que
los acogiese. Ahí tío tan hizo su estancia de refrescamiento y los amigos que
lo acompañaban en sus viajes, quienes posteriormente fueron sus carpinteros, en
ese poblado le trabajaban sillas y tijeras, encargándose él de su distribución
y del cobro del trabajo. De igual manera por su carácter irascible, en las
fiestas de fin de semana llegaba y armaba la de san quintín, en ese lugar se
involucró en la muerte de una persona que encontraron sin vida en una finca
vecina, debido a que la causa de muerte fue una punzada en el corazón, aunque
nunca fue demostrada su culpabilidad, pero los hijos del difunto, se volvieron
sus enemigos y en ese lugar fue emboscado varias veces, logrando sobrevivir
como los gatos.
Fue a los setenta años de su nacimiento que se rindió a la muerte producto
de una PESTE que había llegado de España, la cual se denominaba la peste bubónica.
(La peste bubónica es una infección producida por la bacteria Yersinia
pestis en la que predomina la inflamación de ganglios infectados en órganos
sexuales y ojos.) Esta peste terminó con el 50 % de la población,
principalmente indígenas y mestizos, quienes eran considerados poco aseables y
en los que se ensaño dicha peste, debido a la forma de vida de muy poca ventilación
y apretujamiento al dormir. En una rancha dormían toda la familia, en donde sus
integrantes casi siempre eran más de diez. Eso llevo a que la peste encontrara
el hacinamiento que ella necesitaba para desarrollarse y cumplir su misión.
Ahí quedo Tío tan, enterrado en
fosa común y profunda para evitar contagios mayores. Dejó diez hijos, cinco
varones y cinco mujeres, con su única esposa, Domitila Contreras, los cinco
hijos varones fueron carpinteros y las mujeres todas se casaron con herederos
de fincas, aunque ya de menor tamaño por la división de la herencia, pero al
fin dueño de propiedad, lo cual para ese tiempo era muy importante para la visa
política de la comarca.