LAS RELIQUIAS DEL AMOR. Heberto Guillermo Corea Guerrero
I
Tu primer mirada hacia mí en la Costa del Mar de Poneloya
La guardo como un tesoro intangible en mi interioridad superlativa
No me fue posible almacenarla en el cofre de tu abuelito
Ahí tengo escondido, tu primer pañuelo que usaste para secar mi sudor del rostro
Están tus iniciales gravadas, las cuales quedaron incrustadas en mi corazón por siempre
Están tus cartas de amor adolescente, está tu fidelidad juvenil en el cofre de lo inconmensurable
Ah, también están mis quince años y tus veintitrés, yo aún niñita, y tu adolescente mayor
II
Las reliquias de tu amor y de mi amor, convertidas en reliquias de nuestro amor
Deposité en el cofre, el rostro de la que fue tu novia en aquella semana santa
Igual, nuestro primer encuentro en la facultad de derecho
Cuando me acompañaste hacia mi casa la primera vez, que turbación la mía
Cuando fuiste a mi casa a pedir la visita, temblaba de alegría y pudor
Guardo en mi corazón, el primer beso, el primer abrazo, el primer celo
Cerré el cofre, porque no habrá segundo primer beso, segundo primer abrazo
III
Las reliquias de nuestro amor, mejor digo de mi amor, son mías, mi presente vivo
Estarán en el cofre hasta mi eternidad espiritual, hasta mi saciedad de ternura
Mis reliquias son todas de primera mano, de única mano, de un único amor
Son el tesoro sobrevenido que me anego de aliento inefable
Son el nacimiento de mi eterna sonrisa, de mi eternidad maternal
Son residuos, restos, cenizas, huellas, vestigios, trazas, en fin son mi presente vivo.
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