CARITA
FELIZ Heberto Guillermo Corea
Guerrero. enero 2017
Una señora
elegante, de unos cincuenta años, salió del súper con una bolsa de plástico
colgándole de sus manos, en dicha bolsa de polietileno se identificaba bien
serigrafiada una carita feliz
femenina, con cachetitos rosados, ojos hermosos azules, pestañas negras
abultadas, frente bien formada, labios rojos y semi abiertos, mentón hermoso
con un hoyito en medio, dientes blanquecinos, una carita realmente irradiante
de felicidad, y en la medida en que avanzaba dicha señora, la carita me seguía
mirando. Llegó a su vehículo, la señora, le abrieron la puerta un niño de unos
catorce años y ella le aventó la bolsa y le dijo, no me volvas a pedir nada,
claro, al aventarse la bolsa, la carita feliz se asustó, era su primera vez que
la trataban con fuerza, y no tuvo más que cerrar un ojo en señal de protesta,
el niño tomó su bolsa, la abrió, tomo su juguete y arrugó la bolsa, carita
feliz, se sintió muy mal, e hizo una mueca por dicho trato, al llegar a casa la
familia, el niño se bajó con su juguete y la madre le dijo, no me dejes la
bolsa en el carro, el niño tomó la bolsa, carita feliz lo volvió a ver enojada,
este pasó cerca de un canasto para basura y aventó la bolsa, carita feliz se
puso furiosa por el mal trato y se puso peor cuando cayó sobre residuos de
alimentos de varios días, su carita estaba enojada, en el momento que estaba
reflexionando sobre su mal trato, llegó el camión recolector de basura, tomo el
recipiente y lo aventó arriba del camión para ser vaciado, carita feliz, sintió
que la estaban tratando a la patada, se mordió el labio inferior en señal de
enojo, y fue su peor día, ya que le caía encima toda clase de basura, ella
trataba de capearse para no ensuciarse tanto, pero le era muy difícil.
El camión salió
de la ciudad a botar la basura, dicho basurero distaba a dos kilómetros del mar
pacifico, ahí se chorreó el volquete de basura y carita feliz se sentía al
morir al verse rodando hacia lo profundo de un hoyo, cuando cayó, se dio cuenta
que había fuego y trató de aprovechar una ventisca para salir volando; con
suerte y su esfuerzo hecho la ventisca la sacó del basurero y, se la llevó
hasta la playa del mar, ahí cayó en la playa, alegre carita feliz, se sentía
libre de amenazas, se llenó de arena, alegre jugando con la arena y la brisa
del mar, el viento la llevó sobre la arena rodando, ella feliz, por su nuevo
ambiente, de pronto frunció el ceño cuando divisó a un grupo de jóvenes que
vestían camisetas que decían “Verano Limpio”, una de las niñas del grupo vio la
bolsa y con una vara de punta filosa se la enterró a la bolsa, dándole
precisamente en la boca, carita feliz, se asustó de tan brusco recibimiento, y
se dijo, que violencia de niña, luego la niña tomó la bolsa de la punta de su vara
y la hecho en otra bolsa de plástico grande, cuando cayó al fondo de la bolsa,
carita feliz se da cuenta que le va a caer encima a otras bolsa y les grita,
“cuidado las golpeo”, al caer quiere entablar plática con sus semejantes, pero
estas no le paran bola, hace un gesto de asombro por la falta de compañerismo,
de pronto siente que la bolsa de plástico grande está siendo aventada a un
camión y, así carita feliz regresa al basurero y la llevan directo al fuego por
que sólo es plástico el que llevan, ella se entristece por que el fuego la
arrugaría todita y dejaría de ser una carita feliz y pasaría a ser un guiñapo
arrugado de color negro, pero ella de inmediato trata de camuflarse y se hecha
dentro de ella una bolsa que llevaba tajadas de mango, un recolector ve los
mangos los toma y carita feliz, es aventada al fuego, ahí le dolió el alma
sentir lo caliente y sentir que se está arrugando, cuando se vio quemada hecha
un guiñapo , se dijo, hasta aquí llegó carita
feliz. Moraleja. Cuida tu imagen.
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