LA MATA DE CHAGUITE. Heberto
Guillermo Corea Guerrero. Febrero 2017
Fue, la madrugada del veinte de
junio del año un mil novecientos cincuenta y nueve, Jacinto Toruño, salió rumbo
al tren, el cuál pasaba por la estación a eso de las cuatro y treinta de la
mañana, el pito que el tren emitía al llegar a la curva de Maitro Polo, lo
tenía que agarrar a dos cuadras de la estación, cuando escuchó el pito,
apresuró el paso para estar a tiempo, esto era debido a que el tren duraba en
la estación dos minutos, ya que era tren de carga. Cuando iba por la rampa de donde
los Silva, lanzo su vista a la orilla de la cuneta de la rampa y vio una mujer
semi desnuda que yacía en el suelo, sobre las piedras que formaban la rampa, le
entró un miedo terrible y como impulsado por fuerza extraña, salió corriendo,
recorriendo los ciento cincuenta metros que la faltaban para llegar a la
estación en veinte segundos. Las personas que lo conocían comentaban la llegada
de Jacinto a la estación, sudoroso, pálido, jadeante, al vendedor de boletos
don Jaime, le preguntó que le pasaba, a lo que este le respondió, don Jaime en
la rampa de donde los Silva esta una mujer muerta, yo salí corriendo cuando la
vi, por favor don Jaime usted tiene como comunicarse con la guardia, avísele.
Jacinto compró su boleto y subió al tren en marcha rumbo a Boquerón, lugar de
su trabajo, la cuadrilla a la que pertenecía le daba mantenimiento a la línea
ferroviaria, desde carro volcado, hasta los brasiles.
Al llegar a su trabajo, nervioso
le contó a sus compañeros de trabajo, principalmente a su capataz Bartolo
Mondragón, este le dijo, vos andas bolo,… No don Bartolo,… esta fin de semana
no probé licor se lo juro,…. Está bien le dijo Bartolo, intégrate al grupo de
Mercedes López, y me le decís que los espero al medio día, ya que por la tarde
irán a carro volcado a reparar un desmoronamiento de tierra. Al llegar al medio
día a Boquerón, se asustó al ver los dos guardias del pueblo, se hizo el
fuerte, pero los guardias de inmediato se dirigieron a él, Jacinto nos tenés
que acompañar al comando, ¡Por que! Reclamó Jacinto, haya te vamos a decir. Al
llegar al comando, tribilín el jefe de la plaza de Nagarote, lo llevó a su
oficina y fuertemente le llamó la atención. “Como es posible que hayas hecho
semejante escándalo en el pueblo en la madrugada” Nos hiciste levantarnos de
madrugada, llegar a la rampa donde estaba la supuesta muerta, y lo que
encontramos fue una planta de chagüite a orillas de la rampa, tu no estás bien
de la cabeza; por semejante barbaridad, para que tengas juicio otro día, irás a
limpiar en el pueblo durante una semana todas las matas de chagüite que se
encuentren en la calle. Lo que el comandante de la plaza no se dio cuenta, fue
que Salomón Silva Paíz, le había puesto una bata vieja a la mata de chagüite en
la madrugada, y cuando vio corriendo a Jacinto, de inmediato se fue a quitarle
la vestimenta a la mata de chagüite. En esa época no existía luz eléctrica.
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