REACCIÓN DE VACUNA SHIELD.
Heberto Guillermo Corea Guerrero. 6 de abril 2021
Hoy seis de abril, llegue tarde a mi casa, a las tres de la tarde y normalmente cuando salgo, mi llegada es antes del mediodía, pero llegaba con una alegría inusitada, la sentía profundamente, llamé por teléfono para que me trajeran comida delibere, hasta carne asada compre, que es dos veces más cara que la comida corriente. Tenía un hambre feroz, en cuanto llegó la dispense hacia el estómago, sabrosa la sentí, a los inmediato por lo cansado que me sentía me fui a acostar, cuando llegue a la cama: Sentí que por mi cerebro corría una sustancia acuosa que velozmente se transportaba en todo mi cerebro, me asusté y me dije: Que pasa será que se está fortaleciendo o debilitando mi capacidad, luego esa sensación vino bajando hacia mis oídos, mis ojos, mi nariz y mi boca, en ese momento lo que sentí fue una sensación de limpieza, como que la sustancia me estaba limpiando los sentidos y más bien aguzándomelos, la sensación pasó a la garganta, en ese momento sentí que las cuerdas vocales se estaba afinando, me bajo a los hombros, luego sentí que bajaba al corazón, ahí sentí una sensación de delicadeza, pasó por los pulmones, el páncreas, el hígado, los riñones, la vejiga, el bazo y todo el tracto digestivo, llegó a las próstata ahí sentí la sensación más fuerte, el pene y los testículos estaban en una transformación completa, ya que sentía un movimiento fuerte en ellos, luego bajo por las piernas a los pies. Tenía pavor en esos momentos, pero la curiosidad fue más fuerte y toqué´ los genitales, mis testículos habían crecido casi el doble de loa que eran, que alegría la mía, de inmediato posé mis manos en el pene, mi susto fue, que no lo pude abarcar con mi mano en su grosor, me había crecido de tres a nueve y de uno a tres. Que alegría había triunfado. En ese momento recordé lo que me había pasado con una joven que me había costado mucho enamorarla, cuando lo conseguí después de un año de lucha, la lleve a mi casa para que la conociera, tal vez se animaba, estando ahí la lleve a conocer la recamara, en ese momento le estampe un beso que casi me la trago, ella respondió al beso, de tantas gana que le tenía, que la desnude en un instante y cerrar de ojo, la contemple, que bella me dije., ella inicio quitándome la camisa, yo me zafé el pantalón en un dos por tres, cuando calló el pantalón y el calzoncillo, ella dirigió su mirada hacia abajo y de inmediato me dije. Heberto disculpa me acabo de acordar que mi madre me esta esperando, se separó, se vistió veloz y se fue, yo me quedé atónito, desnudo me volví a ver abajo y me dije, tal parece que no le gusto el tamaño. En ese instante volví a lo nuevo que me estaba ocurriendo y decidí salir a buscarla, yo sabía dónde encontrarla: Así fue la encontré y la llamé: Carmen, me permites, ella volvió a ver, don Heberto expresó, salió a la acera, que hace, para que me busca. Le dije quedito, quiero enseñarte algo que sé que te va a gustar, pero debe de ser en la casa. … Usted ya la paseó, espéreme en su casa ya llego. Me fui a esperarla, volví la mirada hacia atrás y la vi que venía detrás, ingrese a mi casa y deje la puerta abierta para que ella ingresara, al entrar, en llave el portoncito, la lleve de la mano a mi cuarto, ahí me quite la ropa en un santiamén, ella al verme se quedó muda y se lanzó sobre mí, no supe el momento en que se quitó su ropa, ya la vi desnuda pegada a mi cuerpo, como ella tenía buen tamaño, estaba intentando que sucediera de píe, pero yo jamás lo permitiría, me la lleve a la cama, la acosté, la bese, la llene de saliva todo su cuerpecito bello, llegó el momento del cual yo estaba desesperado y la penetré, solo escuche un gemido bello que me elevó la bilirrubina, volví a ver su rostro y estaba extasiada, le bese sus labios carnosos, en ese instante me dijo, déjame a mi por favor, no hagas nada. Yo hice caso y fue tan maravilloso que yo sólo sentía que apretaba con una esponja mi pene, se meneaba de forma casi imperceptible y de pronto, lanzo un gemido angustioso, yo respondí con menarme en círculo, ella se sobresaltó entonces yo moví mi cuerpo de arriba hacia abajo, ella siguió ese ritmo, de pronto se volvió ese ritmo violento, más violento, a tal grado que nos estábamos golpeando el coxis y la pelvis, pero no nos importaba, ella me amarro el cuerpo con sus piernas y gritó, hay hay. Si me desmayo me das un beso fuerte y grande, en el instante que nos estábamos yendo para la felicidad orgásmica, baje de su cuerpo y me coloque a su izquierda, de pronto ella colocó su cabecita en mi hombro y su pierna izquierda la cruzo sobre mi pelvis, me besaba el cachete y me decía, Heberto te amo. Yo le respondía, te adoro mi amor, estiro mi mano derecha para apretarle su rostro y siento que me estoy tocando a mi mismo, despierto y no hay nadie a mi lado. Me exalto, me siento al borde de la cama y de pronto reacciono. Hoy me puse la vacuna Shield contra el covid 19.
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