LOS CAZADORES
Anécdota - Prosa
Caminan de par en par, con escopeta 20 y rifle 22
otros dos con rifle de balines, cada uno piensa en
su presa, un venado sería mi cena del 24, yo, aunque
sea dos guardatinajas me traigo; la chita el barbero se
reía de lo que escuchaba.
Yo, soy cazador de esperanzas, de estrellas fugases
de límpido cielo, de remolinos de pinol, de relámpagos
en verano, de truchas playeras; de aguacate con semilla de
zapote.
El cuarto cazador, movió sus hombros en señal de yo que pierdo
Muy bien dijo, espero que se hayan escuchado, yo cazaré las iguanas
los garrobos, y el cusuco; que clase de cazuela comeré para mañana en
navidad.
Al llegar a Boquerón, alistaron sus armas, habían entrado al lugar
de la buena caza, de pronto divisan a Chepe negro, a Tuqui Tuqui
y a Yemo, estos los llaman, los cazadores van hacia ellos, al llegar
Tuqui, les ofrece un sorbo, tenía en sus labios un churro de marihuana
de la buena, achis, les dice Yemo.
Los cazadores no se lo esperaban, se volvieron a ver, tomaron lo ofrecido.
A la media hora estaban turulatos, volando tiros a lo loco, fantaseando con venados, conejos, garrobos y cusucos.
Llegaron a sus casas al día siguiente, habían dormido en la costa de la playa
y cada uno había amanecido con un racimo de cinco tilapias
tomaron los pescados, se lavaron la cara y enrumbaron hacia el poblado.
Iban calladitos, sintiéndose culpables porque los chavalos no tendrían
Cena de Navidad. Andrés le grita Antonio, mira, un cerdo que
no tenía culpa de nada, estaba en el camino sobre los rieles. Gracias Dios mío,
por darle de comer al hambriento dijo Sergio pocha.
Los chavalos cenaron el 24 de diciembre cerdo asado, frito y chicharrones.
Heberto Guillermo Corea Guerrero. 10/2020
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