EL GUITARRISTA. Heberto Guillermo Corea Guerrero


EL GUITARRISTA. Heberto Guillermo Corea Guerrero
Las mesas de madera pochote bailotean al compás del movimiento telúrico, saltan y como que caminan, se tambalean y producen un ruido de madera vieja seca puesta en carreta. Tan fuerte es el mecido del temblor, que don Crápula Lezama asido a una de las mesas se orinaba del miedo. En esos instantes se escucha un ruido ensordecedor, seguido de una explosión cuyas ondas expansivas partieron la casa en dos mitades, cayendo el techo como quebrado por  hacha. La gente gritaba, corría sin rumbo, unos pedían ayuda para sacar a su familia que había quedado enterrada por las paredes de taquezal que se habían derrumbado, otros se aferraban al cadáver de su madre, padre, hermano o hijo. Todo era una locura, el terremoto de casi ocho grados Celsius arrasaba sin distingo de color, raza, sexo, religión y posición social. Todo era literalmente un infierno, fuego por todas partes, explosiones de tanques de gas butano, gasolineras en llamas, el polvasal que cubría el ambiente, lo hacía más tétrico. Había caminado como cinco cuadra en medio de ese maremágnum turulato, sin entender tanta violencia de la naturaleza, divisé una casa de la cual únicamente se habían caído las paredes delanteras, al voltear la vista hacia el interior de la vivienda, un joven de aproximadamente dieciséis años,  pelo largo alborotado, pálido,  flaco, de bigote, con una guitarra FENDER de madera entonaba una canción de forma tan normal, que parecía inspirado en el temblor que acaecía; me acerque en el momento que cantaba el estribillo
“ Pero no pude más y esta noche te vengo a decir, te quiero”. Le tome la guitarra y en sol mayor le cante” Pueblo mío que estas en las colinas, tendido como un viejo que se muere, las penas y el abandono son la únicas compañías, pueblo mío te dejo sin alegría”. De pronto el joven se levantó, estiro los brazos hacia arriba denotando pereza, bostezó y me preguntó que hora es. Las tres de la mañana le dije. En el instante que me quitaba la guitarra y me dijo. Estaba cantando por no llorar, la música me despierta, me da ánimo, me elimina el estrés. Necesito saber de mi padre me espetó, yo le pregunté, ¿Quién es tu padre? Me respondió con indolencia, mi padre es Crápula Lezama el viejo Barbero del barrio, que vive a unas seis cuadras hacia arriba, en donde funciona un estanco de guaro lija y una pensión de mala muerte. La única le respondí. Hace unos veinte o treinta minutos yo estaba en su casa, ahí pernocté, el temblor me hizo salir a la calle, cuando pase por el estanco don Crápula estaba de pie junto a una de las mesitas, le grité que se saliera a la calle, y me dijo: Los cobardes huyen, los hombres mueren en su terruño. En ese instante se oyó la explosión y toda la casa se vino al suelo. Don Crápula está enterrado dentro de su casa le dije. El muchacho se puso más pálido, no podía hablar, puso la guitarra en el suelo y salio rumbo a la pensión estanco barbería de don Crápula. Le seguí para ayudarle y además para sacar mi maleta que debía de estar soterrada. En el trayecto de regreso a la pensión donde había dormitado unas horas atrás yacían en el suelo cadáveres, heridos, gente como loca con la mirada perdida, otros rezaban en grupos, muchos de pie resignándose por lo ocurrido ante la naturaleza, sin faltar los ladrones queriéndose llevar televisores, radios, grabadoras o cualquier mueble de valor que pueda ser trasladado sin mucho esfuerzo. Los dueños de las casas ahora en ruinas hoy se convertían en celadores de sus bienes muebles. Al llegar a la esquina de la CARIOCA, los chavalos parecían  hormigas cargando su alimento a la entrada del invierno, estaban saqueando el establecimiento que ayer era un almacén de electrodomésticos. De pronto una trifulca, un viejo guardia que vivía en un pueblo vecino conocido con el mote de Tranquilino había llegado con una camioneta a saquear lo que se pudiera, este andaba en compañía de Manuel, alias Mango Real, un hombre que a sus treinta años levantaba pesa para fortalecer los músculos y así poder noquear al trabajo cuando se le presentara. El viejo Tranquilino de pronto con una bayoneta en mano; “arma parecida a un puñal pero de mayor tamaño, la cual tiene unas doce pulgadas de largo, por dos de ancho en su parte más ancho y la punta tan fina como la de un puñal,” se lanza contra un chavalo de unos catorce años para quitarle una hermosa grabadora, el chavalo le grita al papá que iba a unos veinte metros cargando otros objetos, el papá escucha los gritos del hijo voltea a ver en el instante que el guardia le da tremenda estocada al chavalo, quien cae al suelo bañado en sangre, el guardia sin inmutarse limpia la bayoneta en su pantalón y se agacha para recoger la grabadora que había soltado el joven, dicho equipo al impactar con el suelo pavimentado se había quebrado, en ese instante el Trabajador Manuel Mango Real le grita: “ Quino, corramos que ahí vienen por nosotros”. Quino inspirado por su hazaña no escucha y de pronto un hombre lo toma del cuello en su parte trasera, le levanta la cabeza, cuando Quino trata de defenderse, ya el papa del chavalo le había enterrado en la garganta un garfio, una especie de anzuelo como de seis pulgadas de largo, sólo se escucho un ruido de garganta, feo. Luego persiguen a Manuel Mango Real quien a la media cuadra ya lo tenían amarrado, yo seguí mi camino con el hijo de Crápula, después oí decir que lo habían colgado de un poste que sostiene el tendido eléctrico.
Danilo Lezama Hernández, el hijo de Crápula cabizbajo sólo volvía a ver de reojo durante el trayecto a la casa de su padre de las dolencias de la población y me dijo. Que barbaridad será posible que Dios castigue de esa manera, no creo que sea así, yo he sabido que Dios es amor, que es perdón, misericordioso, esto no es producto de la divinidad, esto debe de ser producto del maligno, del diablo, de lucifer, de luzbel. Yo se que lo que ha sucedido viene de las entrañas de la tierra. En ese momento me dije a mi mismo, yo ya he visto eclipses totales de sol y de luna, ciclones, aluviones, tornados, terremotos, guerras, maremotos, asonadas, huelgas, huracanes, crímenes, viajes a la luna, a Marte, a Júpiter, a Mercurio, sólo me falta ver que el sol se apague y que los animales hablen los idiomas de los humanos o bien nosotros hablar los idiomas de los animales. De pronto se escucha. Danilo, corre, parece que tu papá esta vivo, se escucha llorar a alguien en los escombros de la cantina. Danilo con sus ojos me pide ayuda y le grito corramos, al llegar a la barbería encontramos a unas personas tratando de apartar piedras, pedazos de taquezal, reglas etc. Al cabo de unos diez minutos encontramos una meza y debajo de la meza don Crápula con un ataque de asma. En el instante que lo sacamos a la calle pide ver a Danilo, quien de inmediato le responde, aquí estoy papa. Hijo quiero decirte algo antes de irme al cielo, pero necesito que sólo tú me oigas. A lo inmediato les pedí a los vecinos que nos habían ayudado que los dejáramos solo. No pasaron más de cinco minutos, cuando vi que Danilo abrazaba a don Crápula por última vez, me acerque en el momento que le decía: Viejo imbecil que hicistes de mi vida, mejor no me lo hubieras contado, te quiero mi viejo, nunca te lo dije en vida, perdóname, pero yo sabía que algo me ocultabas. Danilo volteo la cabeza y me dijo.  Rafael, ayúdame a llevar a mi viejo al Cementerio General. En ese momento se me encendió una chispa y me acorde de la camioneta de Quino, el guardia que habían linchado hacía unas horas. Danilo, espérame o más bien llevemos el cuerpo de don Crápula hacia la CARIOCA, ahí hay una camioneta propiedad del guardia que mataron cuando veníamos hacia acá, nadie sabe de esa camioneta, yo por que conocía al guardia que era de mi pueble y lo vi bajar de esa camioneta, busquemos la llave en sus bolsas y no llevamos la camioneta. La llave se buscó en la ropa de Quino y no se encontró, nos regresamos a donde estaba el cadáver del que habían colgado, lo bajamos del poste de donde pendía su cuerpo, registramos sus bolsas y ahí estaba la llave. De algo sirvieron estos ladrones murmure, Danilo le dije vamos, llevemos a tu papá a enterrarlo como Dios manda, subimos dos palas, dos mecates y nos dirigimos rumbo al cementerio sorteando toda clase de obstáculos, buscamos las calles más anchas, y por fin llegamos al cementerio a eso de las seis de la mañana del dos de Octubre del año mil novecientos setenta y dos. A unos cien metros de nosotros estaban una gran cantidad de guardias cavando una tumba común que medía casi doscientos metros de largo y nos dijeron que pensaban enterrar unos diez mil cadáveres, que ya los andaban recogiendo en el pueblo. En ese momento me dije, chocho tanta muerte, yo me largo para mi pueblo después que le ayude a Danilo. En ese momento me acorde de la tumba de don Crápula y le pedí a los guardias una bolsa de cemento la cual me la regalaron, y cuando terminamos de echarle la ultima palada de tierra al cadáver, emparejamos la tumba y en vez de hacerle el lomo de la tumba, recogimos arena y con las manos hicimos una especie de placa en la cabeza de la tumba y ahí plasme la fecha  y hora de llegada  al cementerio con los dedos. Rafael, me dijo Danilo, cual es tu apellido, llevo casi cuatro horas con vos, y si no ha sido por el hombre que murió colgado que te saludó por tu nombre, ni tu nombre supiera. Sin dudarlo le dije, mi apellido, yo soy Contreras Ledesma, Rafael Contreras Ledesma, nací el cuatro de Septiembre del año de mil novecientos cincuenta y dos a las once de la mañana., mi padre Rafael Josue Contreras Chica y mi madre Migdalia Ledesma Larios, ambos ya fallecidos, fui criado por doña Garmendia Solis Chavarría, quien me dio cobija desde que yo tenía dos años, no me acuerdo de mi madre, mucho menos de mi padre, de quien dicen mato a mi madre en un circo, en el año cincuenta y cuatro a las ocho de la mañana en la plaza de Nagarote, pueblo en donde estaba de pasada el circo que se llamaba “Circo Betancourt”. De los nombres de ellos me acuerdo, por que todos los bienes de mis padres que estaban en el circo se los quedo mama Garmendia, quien los guardó y me los enseño cuando ya tenía doce años. De esos bienes guarde las partidas de nacimiento de los dos y todavía se encuentran en mi poder, pareciera que los circos obligaban a sus artistas a presentar sus partidas de nacimiento, ya que los obligaban a contratar a la mayoría nacionales y a la minoría de extranjeros y eso lo supervisaba la guardia de cada pueblo. Mi madre tenía un numero circense que se presentaba al final de la función y consistía en que mi padre habría un hoyo o más bien una fosa y dentro de una caja de madera la enterraba para sacarla al día siguiente al inicio de la función, ese número lo llamaban. “La Resucitada”. Claro el hoyo ya estaba hecho y en una de sus partes que daba a orillas de la carpa del circo hacia los dormitorios de los artistas, tenía un escape hecho de barriles viejos, los cuales estaban soterrados y tapados en su parte inicial que daba a la superficie con una especie de baño de plástico, lo que permitía que mi madre antes de iniciar con la echada de la tierra, ella ya estaba fuera del hoyo y, al día siguiente una ves que quitaban la tierra, ingresaba por el túnel de barriles al hoyo,  levantaba la tapa de la caja, se introducía y de inmediato mi padre con una Manila que pendía de la tapa de la caja, levantaba dicha tapa y gritaba palabras rituales en el momento que llamaba a dos espectadores que dieran fe de que dentro de la caja yacía el cuerpo de mi madre. Se presentaba el número una vez a la semana, el sábado se enterraba y el domingo en la función de Matinée se sacaba el cuerpo. Danilo asombrado escuchaba con atención mi relato sin espetar palabra alguna. Mama Garmendia me contó que ella era que la que le hacía la comida a mi verdadera mamá, le llevaba el desayuno, almuerzo y cena, y en los tres tiempos se ponía a platicar de su vida familiar.  Le dijo que ella había nacido en Chiquilistagua y que mi papá era Colombiano de Antioquia, también le dijo que mi papa la maltrataba mucho, que cada día que se emborrachaba después de la función, le gritaba que le iba a sacar el hijo que estaba esperando. El niño que nació el quince de Abril del año de mil novecientos cincuenta y cuatro, y que fue inscrito en Nagarote, mi padre se lo robó cuando mato a mi mamá, huyó con el niño, y como la había matado en el aposento, nadie se había dado cuenta hasta que mama Garmendia llegó con el desayuno a eso de las ocho de la mañana, dicen que le puso una almohada en la cara y la ahogó. Yo tengo la Partida de nacimiento de mi hermanito, la fui a sacar un día para corroborar lo que me habían contado, y en efecto con la ayuda de Papalacho, el secretario del Registro pude encontrar la partida de nacimiento de mi hermanito, hoy tiene unos dieciseise años, es como de tu edad. Danilo sólo escuchaba mi relato, de pronto se puso a llorar, y le pregunte que le pasaba y me dijo. Yo también nunca conocí a mi verdadera mamá, durante dieciséis años le dije mamá a mi madrecita Lucero Hernández Espino, quien murió hace un año de tifoidea y era su único hijo, fue hasta hoy que mi papá me contó antes de morir, de que mi verdadera mamá había muerto cuando yo estaba muy tierno y que el se fue huyendo conmigo, por que le achacaban su muerte. Yo crecí en la mina Rosita tengo partida de nacimiento de la mina Rosita y, dice que nací  el quince de Abril de mil novecientos cincuenta cuatro, aunque fui inscrito el veinte de Abril del año de mil novecientos cincuenta y cinco. Esto significa que mi papá llegó huyendo a las minas, donde conoció a mi mama Lucero, quien al darse cuenta que llevaba un hijo tierno se junto con él y me inscribieron como su hijo. Ahora que me estás contando tu vida, me doy cuenta que existe la posibilidad de que mi padre sea tu padre y de que tu madre sea mi verdadera madre, por que mi papá al morir me dijo que se vino para Managua después de quince años de andar huyendo para buscar a su otro hijo que había abandonado en Nagarote y, que la pensión la había puesto para indagar con los viajantes si sabían algo sobre la muerte del  circo en Nagarote. A él no lo conocieron, por que nunca salió del circo y don señor Betancourt dueño del circo ya había muerto, eso lo supo una vez que el circo llegó a mina Rosita en el año de mil novecientos setenta, ahí se dio cuenta de que el circo llevaba un personal desconocido, el dueño era un sobrino del señor Betancourt que nunca había andado en el circo en su época, y que eso fue lo que le dio fuerza para venirse para Managua y buscar al hijo perdido. Puso el estanco, la barbería, oficio que había aprendido en las minas y la pensión para platicar con los viajantes principalmente de Nagarote, los cuales llegaban con frecuencia a dormir. Sorprendido de lo que Danilo me estaba contando me dio un temblor en el cuerpo,  tuve que agarrarme de un árbol de laurel de la india que adornaba el cementerio, dicho árbol me remontó al parque central de Nagarote situado frente a la Iglesia Católica, Santiago Apóstol y en sus costados dos Plazas públicas en donde se asentaban los circos que llegaban al pueblo, la de la Izquierda era una loma de piedra negra y la de la derecha una loma de piedra poma, el parque tenía aproximadamente diecisiete árboles de Laurel de la India, siendo el de en medio del parque un árbol grande en donde jugábamos con mucha precisión “ La Sarna” este juego consistía en saltar de rama en rama, (igual a un mono) evitando con nos tocara el que andaba la sarna. Mi retrospectiva fue hacia el parque de Nagarote, posiblemente no por el árbol de Laurel, si no por que fue en la plaza de piedra poma, en donde fue asesinada mi madre por mi padre, y siendo que mi viaje hacia Managua tenía como objetivo indagarme de la ubicación de mi padre, ya que tenía obsesión de vengar la muerte de ella. Por todo eso que me estaba sucediendo la cabeza me daba vueltas, estaba mareado. Miraba la tumba de don crápula, el padre que salí a buscar para matarlo, y que la naturaleza se me había adelantado, tuve el impulso de abrir la tumba y darle un machetazo al cadáver del papá de Danilo, de quien por un instante no tuve dudas de que era mi padre. Toda esa furia se me fue calmando, levante la vista y la dirigí hacia Danilo, quien debía ser mi hermano menor.  Tomé su cabeza, la apreté sobre mi pecho y le dije; hermanito este terremoto nos ha reencontrado, nos ha unido, a partir de este instante nunca te separaras de mí. Yo te cuidará y hare de ti un hombre de bien. Ambos se abrazaron y se dirigieron hacia el estadio de beisbol, para luego enrumbar hacia el parque las piedrecitas, donde convergía la carretera hacia León, rumbo que llegaba al pueblito de Nagarote.

LA HISTORIA DEL NIÑO. Heberto Guillermo Corea Guerrero


LA HISTORIA DEL NIÑO. Heberto Guillermo Corea Guerrero
En el año 1974 en el mes de Diciembre, nació PAMAYO, hijo de la Petrona de Chendo, quien era hijo de don Juan Pablo, el padre de Palín. La Tona estaba pariendo su primer hijo, a los dieciocho años; luego llegaron ocho hijos más, este su primer hijo nació prematuro con muy poco peso, no le dieron esperanza de vida y sólo le dijeron que se lo llevara a su casa para que muriera el niño en su casa. Fue así que llegó la noticia al movimiento de cursillistas de Nagarote y se decidió enviar al que escribe estas líneas y a Eduardo Saavedra Gómez a visitar la casa de Chendo. Llegamos una tarde a eso de las cinco de la tarde de un día viernes, le pedimos a don Juan Pablo que se nos permitiera ingresar donde estaba el niño; se nos permitió, y lo que vimos fue muy triste. Un niño de dos días de nacido casi del tamaño de mis dos manos juntas, envuelto en una sabanita blanca. Eduardo al ver el niño, cayó de rodillas, y me dije a mi mismo, ya se quebró las rodillas Eduardo, al instante que cayó inició una oración pidiendo por el niño de la Tona, esa oración fue acompañada por el llanto de Eduardo, o sea que oraba llorando, así duró casi dos horas la letanía, aunque la repetía una y mil veces más, no se detenía, estaba como poseído por la oración. Todo preocupado volví a ver hacia atrás y logré con un movimiento de la cabeza que se me acercará Palín, a quien le encomendé la misión de ir a lo inmediato a la casa cural que quedaba a unas dos cuadras y media de donde estábamos y que le dijera al primero que encontrara que decía yo que necesitamos ayuda para orar, con el mensajero llegaron cinco más, quienes al llegar y al ver a Eduardo hincado, procedieron a hincarse y a orar. Yo lo había hecho porque me había dado miedo al ver a Eduardo en el estado emocional en que había caído. Claro que la llegada de los compañeros de oración hizo que Eduardo reaccionara y, al poco tiempo se fue calmando hasta quedar silencio cabizbajo, yo me le acerque hincado y al verme me dijo, hermanito ese niño tiene que vivir, si le respondí yo, pero tenés que salir un momento a tomar aire, me hizo caso, quizás debido a su cansancio se levantó y nos fuimos a la cocina de la casa que era de palma, en ese momento le conté que habían llegado cinco compañeros a orar y así llegamos hasta las ocho de la noche, nos despedimos de la familia y nos comprometimos a llegar al día siguiente a las cinco de la tarde. Eduardo pasó orando durante diez días junto a la tijera de sacos donde estaba el niño. Este niño vivió, nunca pudo hablar, camino hasta los tres años y dejó de ser niño a los diez años que le dieron un trago de guaro lija en una vela vecina.
Cuando PAMAYO tenía doce años ya se picaba en la miel de los pajaritos, ya picado se sonreía, gritaba, “viva PAMAYO joido” el licor lo hacía sentirse alegre, pero al rato caía en la calle o en las aceras bien borracho, en los primeros años su papa Chendo lo andaba buscando y se lo llevaba para su casa, pero se aburrió y PAMAYO pasaba semanas durmiendo en las calles, cada vez que se levantaba de donde estaba dormido al primero que pasaba se le pegaba detrás, tío, tío, un pesito, así vivió 37 años, parecía un viejito de ochenta años cuando murió. Me acuerdo que Eduardo para el año 2000 me dijo, te acuerdas de PAMAYO tiernito, y yo le respondí, que decís vos valió la pena el sacrificio de la Oración, y me respondió: claro que si jodido, no ves que todavía está vivo.  Eduardo, murió primero que PAMAYO, llegó a ser Diputado.
A la memoria de EDUARDO SAAVEDRA GÓMEZ y de PAMAYO

TÚ NUNCA PASAS. Heberto Guillermo Corea Guerrero



TÚ NUNCA PASAS. Heberto Guillermo Corea Guerrero
En el devenir de nuestra historia
Pasa la niñez, la juventud, la madurez, la vejez
Pero tú nuca pasas
Te encuentro siempre igual
Hoy tienes la mirada más triste
La frente más arrugada
El rostro más enjuto
El cuerpo más flácido
Pero tú nunca pasas
Pasa el tren, el autobús, el taxi, la moto taxi
Pasa la bicicleta, el carretón, la carreta
Pero tú nuca pasas
Pasa la lluvia, el viento, el calor, el frio
El dolor, la alegría, la tristeza
Pero tú nunca pasas
Pasa el huracán, el tornado, el terremoto
Las inundaciones, el temporal, la sequía, la epidemia
Pero tú nunca pasas
Pasan los segundos, los minutos, la hora
La madrugada, la mañana, el medio día, la tarde, la noche
Lo vespertino, lo diurno, lo nocturno
Pero tú nunca pasas
He quedado esperándote
Pero tú nunca pasas

Procedimientos de Compras Ágiles y Transparentes. Heberto Guillermo Corea Guerrero


Procedimientos de Compras Ágiles y Transparentes. Heberto Guillermo Corea Guerrero
Toda Organización, sea esta pública o privada, debe de tener siempre reglado el procedimiento para comprar bienes, contratar servicios, obras y servicios de consultorías. Debe de ser reglado, porque es una obligación coadyuvar al desarrollo económico de un país; impulsar la competencia sana que nos lleve a la excelencia de los productos, bienes, servicios y obras; agilizar el tráfico de los mismos por medios y métodos competitivos, a una distribución más justa de la riqueza; al surgimiento de las  pequeñas y medianas empresas, en fin a un desarrollo de nación integral. Para lograr esto es necesario llevar las compras a ser: Imparciales, distributivas, formales bajo principios de publicidad, igualdad, equidad y trasparencia, y que se adquieran con la calidad necesaria para el fin u objetivo a cumplir. Frente a esto,  es prudente que el procedimiento a seguir se desarrolle de la siguiente manera.
Licitación Pública: Invitación pública. Que la capacidad para ofertar no se limite a nacionalidad, a la capacidad económica empresarial, a garantías económicas que únicamente encarecen el bien, servicio u obra. Si es persona Jurídica, que este legalizada en su país de origen y que presente referencias de su objeto; si es persona natural, que demuestre su comercio empresarial, constructivo o consultivo. Los bies, servicios, obras y consultorías debe de estar limitada únicamente por las especificaciones técnicas del bien solicitado y los términos de referencia, los cuales deben de tener correspondencia con rol comercial, constructivo o consultivo. Su ejecución debe de ser en estos tiempos:
De antemano Planificación y programación
Previos técnicos
10 días para su elaboración 1 al 10 de Febrero
Preparación de PBC
2 días   11 y 12 de Febrero
Invitación
13 de Febrero
Aclaraciones al PBC
14, 15 y 16 de Febrero
Presentación de Ofertas
20 de Febrero, bienes y servicios. Obras 25 de Febrero
Evaluación
28 de Febrero
Adjudicación
3 de Marzo
Firma de Contrato
8 de Marzo
Entrega de Bienes
16 de Marzo. Si son fabricados 28 de Marzo. Obras conforme
Finiquito o liquidación
5 días de Finalización

Total: 58 Días
Licitación Selectica. Invitación a no menos de cuatro seleccionados de Registro. Que la capacidad para ofertar no se limite a nacionalidad, a la capacidad económica empresarial, a garantías económicas que únicamente encarecen el bien, servicio u obra. Si es persona Jurídica, que este legalizada en su país de origen y que presente referencias de su objeto; si es persona natural, que demuestre su comercio empresarial, constructivo o consultivo. Los bies, servicios, obras y consultorías debe de estar limitada únicamente por las especificaciones técnicas del bien solicitado y los términos de referencia, los cuales deben de tener correspondencia con rol comercial, constructivo o consultivo. Su ejecución debe de ser en estos tiempos:
Previos técnicos
8 días para su elaboración 1 al 8 de Febrero
Preparación de PBC
2 días   9 y 10 de Febrero
Invitación
11 de Febrero
Aclaraciones al PBC
12 y 13  de Febrero
Presentación de Ofertas
18 de Febrero, bienes y servicios. Obras 21 de Febrero
Evaluación
21 de Febrero
Adjudicación
25 de Febrero
Firma de Contrato
28 de Febrero
Entrega de Bienes
7 de Marzo. Si son fabricados 15 de Marzo. Obras conforme
Finiquito o liquidación
5 días de Finalización

Total  40 días.

Compras Menores. Invitación no menos de tres oferentes, dirigida únicamente a pequeñas y medianas empresas, su garantía en base a la ley de “Garantías reciprocas” por ser estas normalmente empresas bajo régimen de cuota fija, únicamente solicitar su constancia. Su ejecución debe de ser en estos tiempos:

Previos técnicos
3 días para su elaboración 1 al 3 de Febrero
Invitación
4 de Febrero
Aclarar especificaciones
5  de Febrero
Presentación de Ofertas
9 de Febrero, bienes y servicios. Obras  12 de Febrero
Evaluación
10 de Febrero
Adjudicación
12 de Febrero
Firma de Contrato
15 de Febrero
Entrega de Bienes
25 de Febrero.  Obras conforme
Finiquito o liquidación
3 días de Finalización

Total 28 Días

FRAY ANTONIO DE CIBDAD REAL- 1586

  RECOPILADO POR Heberto Guillermo corea guerrero FRAY ANTONIO DE CIBDAD REAL- 1586   Viaje de Fray Alonso Ponce desde México a Nica...