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RESUMEN DE ANOTACIONES EXTRAÍDAS DE LIBROS ESCRITOS POR CRONISTAS E
HISTORIADORES NACIONALES. Heberto Guillermo Corea Guerrero. 21/4/1998
Las siguientes anotaciones, nos
darán una idea de la construcción de nuestra Iglesia.
Miércoles 28 de mayo 1586 pasó por
Nagarote el Fray Alonso Ponce desde México a
Nicaragua, siendo Fray Antonio su secretario Cronista. Comisario General de la
orden de San Francisco en la Nueva España, salió de Nagarote jueves veintinueve de mayo (jueves
Santo) el cronista Antonio le llama poblezuelo de indios mangues, que
perecían de comer. Comieron huevos, zapotes y tortillas de maíz.
Martes
17 de junio 1586. (Regreso) De
Managua prosiguió él su viaje, y andadas otras tres leguas y medio llegó al poblezuelo
de Nagarote, donde se detuvo todo aquel día. Llovió tanto en
aquel pueblo desde las tres de aquella tarde hasta que los del pueblo se
pensaron anegar, pasada medianoche, el aposento donde estaba el padre Comisario
era tan chico y estrecho, y tenía tantas goteros que no había en él lugar
seguro del agua, y así no pudo dormir ni descansar en toda la noche.
Cuando á la ida pasó por aquel pueblo llegó allí a
aquel aposento un indio pequeño de cuerpo y mal vestido, aunque en hábito de
español, y mandándole un fraile que tomase una escoba y barriese el aposento,
mostró afrentarse de ello, diciendo que él era corregidor y no había de hacer
aquello, pero que lo mandaría á quien lo hiciese, y así se hizo. Después á la
vuelto preguntó el padre Comisario por aquel indio corregidor, y mandó a otro
que le llamasen paro verle, fue el alcalde por él, y trajo un indio muy
alto, zapatero y curtidor del pueblo, muy diferente del otro; de suerte que por
corregidor entendieron curtidor.
Nota del
reecopilador: Como es
muy notorio donde vivía el fraile era una rancha de techo de paja, ahí pernocto
el comisario general en el año 1586, en esa época la iglesia era la primera construida.
La casa
cural era una casita de paja, de aposentos bajos, con las paredes de cañas
embarradas por dentro, y por de fuera, de igual manera así fue construida la
primer Iglesia.
Posteriormente
en el año 1612 la iglesia fue de teja, paredes de adobes y de tres naves sin el
frontispicio actual, este fue levantado en la refacción de 1875 de ladrillo
cuarterón cosido y piedra en su base con sus dos campanarios.
El
camino que pasaba por Nagarote, conocido como el “Camino Real” era puro lodo,
barrizales e infinitos charcos.
JUAN
LÓPEZ DE VELAZCO 1596. Pueblos de indios de León
Nagarote……………………………………300
tributarios
(X 4 personas por casa. 1,200 Personas, media
poblacional. autor)
EL ADELANTADO PASCUAL DE ANDAGOYA 1514 – 1527 EL ADELANTADO PASCUAL DE
ANDAGOYA 1514 – 1527
En este tiempo. Pedrarias envió a un Francisco Hernández de Córdoba
por capitán y con
gente bastante para ganar y poblar aquella tierra. y éste entró
ganando y conquistando
aquella tierra, donde hubo muchas escaramuzas y guerra, y pobló la
ciudad de León y
Granada, y en ellas hizo fortalezas para defenderse.
(León viejo)
CARTA DE PEDRARIAS DÁVILA 1525
De la dicha nueva Granada bajamos a la provincia de Imabite; En esta provincia de Imabite y en medio de
ella se pobló la nueva ciudad de León, tiene en sus arrabales 15.000 vecinos de los naturales de la
tierra.
Hízose el mejor templo en ella que en
estas partes se ha hecho; cabe esta León ciudad donde está otro cerro muy alto
[Momotombo), y por encima de la corona sale el fuego, que se ve a la clara de
día y de noche por cinco bocas; a la redonda de este cerro hay muy grande
cantidad de azufre. Toda esta tierra es muy llana y hay en ella muy grandes ríos;
en
algunas partes hay falta de agua, algunos
de estos ríos están muy calientes, que apenas
los pueden pasar por el calor del agua, y
hay una fuente que a la continua hierve, tanto
que metiendo un ave u otra cosa cruda
sale cocida incontinenti, y si la quieren asar, a la
calor del agua se asa prestamente. Está
esta Ciudad [en la) ribera de la mar dulce, tiene
muchas y muy grandes huertas y árboles.
CONQUISTA DE NICARAGUA REFERIDA POR ANTONIO DE HERRERA 1523
Llevó Francisco Hernández algunos
religiosos, los cuales, con mucho fervor [se) entendieron, por medio de los intérpretes, en la
predicación y en hacer los ejercicios católicos que eran necesarios, plantando
cruces en las partes que les parecían más convenientes. Y lo que más movió, a
los indios fue, que habiendo hecho gran fuerzas en derribar una cruz de un
lugar, nunca la pudieron quitar ni quemar, y se moría toda la gente de
pestilencia. Este milagro con otros, que cada día se veían, admiró de tal
manera a los indios comarcanos, que
infinito número de ellos acudió a pedir cruces y bautizarse; y en ciertos
templos, donde no había entrado la señal de la Cruz, ni se habían puesto
imágenes, cayeron rayos y se quemaron, por lo cual todos los pueblos pedían
bautismo y las imágenes de Nuestra Señora; y como había pocos clérigos, los
mismos indios, a imitación de los sacerdotes católicos, se echaban agua unos a
otros. De todo esto dio cuenta Francisco Hernández a Pedrarias, con Sebastián
Benalcázar, y le avisó que había descubierto que gente castellana andaba por
cerca de aquella tierra, y que hasta entonces no sabía de quien era, pero que
con cuidado lo procuraba saber.
La gente de
esta tierra decía que había descendido de la mexicana: su traje, lengua era casi como el de
Mexica y las mujeres vestían muy bien. Tenían sus mercados en las plazas,
adonde contrataban con cacao por moneda. Había muchas mujeres hermosas; tenían
por costumbre los padres, cuando eran ya doncellas para casar, de enviarlas a
ganar para su casamiento, y así andaban públicamente por toda la tierra, y en
teniendo lo que habían menester, las casaban, y los maridos estaban tan sujetos
a ellas, que si se enojaban los echaban de casa, y aún ponían las manos en
ellos y los hacían servir; y ellos iban a rogar a los vecinos para que
aplacasen a la mujer. También usaban que en la noche del casamiento dormía el
mayor sacerdote, que en su lengua decían Pipil, con la novia.
Tenían el sacrificio de hombres y mujeres,
y la disciplina, sacándose sangre de las lenguas con que untaban a los ídolos,
ofreciéndosela.
POBLACIONES FUNDADAS EN NICARAGUA DURANTE El SIGLO XVII . 1653
Carlos Molina Arguello
La Paz Centro
El Gobernador Arbieto les habia mandado que en primer lugar hiciesen
una iglesia pequeña de paja, con su sacristía, en que pudiesen oír la misa,
luego las casas de ellos y cabildo para las justicias, una venta para los
pasajeros, y dejando plaza competente. Puesto esto en ejecución y llevado a
buen efecto, en 22 del mes de mayo del dicho año de 1652, una representación de
aquellos naborías acudió al Gobernador pidiéndole hiciese "vista de
ojos" del citado lugar, a fin de que les confirmase diese la posesión.
Pocos meses debieron haber seguido al
comienzo de aquella población de naborías de la
Nueva Segovia, cuando se pudo ver
nuevamente empeñado al Gobernador en la erección
de otro pueblo, esta vez en las cercanía
de la ciudad de León (18). Se iba a ello no solamente por los motivos ya
señalados de hacer que aquellos indios naborías, vagabundos malcontentos
tuviesen orden y policía, sino también por otros más particulares derivados de
las circunstancias necesidades que se ofrecían en el paraje a poblar, el lugar
que hasta entonces era conocido “Como el
desierto de Nagarote”.
En el camino real que iba de la ciudad de
León a la de Granada, sin duda el camino
más
importante
de la provincia, ocurría
que desde aquella ciudad al pueblo de Nagarote había diez leguas de despoblado. En esta
parte, por no tener los caminantes albergue ni manera alguna de repararse, se
padecían grandes desavíos pérdidas en las recuas, lo mismo durante el invierno
con los aguaceros como en el verano con el gran solazo, y todo en grave perjuicio
del comercio que se movía entre ambas ciudades. La fatiga que producía el paso del
despoblado de Nagarote era causa
de que los viajeros e indios que los acompañaban se enfermaran y tuviesen no
pocas muertes, como la que un tiempo atrás, entre otras, le había sobrevenido
al Provincial de San Francisco Fray Juan Tercero.
Por otra parte, todas las veces, no poco
frecuente, que se hacía esta jornada de diez leguas de despoblado, cuando los
señores obispos, gobernadores, corregidores y otras personas graves la habían
de pasar, los indios circunvecinos, principalmente los de los pueblos de
Subtiava, Quezalguaque Nagarote, padecían continuo trabajo, y en tales
ocasiones iban éstos a dicho monte a hacer ranchas, enramadas, cargando
provisiones, sillas de piedras y de moler, cántaros cuanto era menester en el
avío de y aquellos viajeros. A los pobres indios que resentían este trabajo,
forzados, se les hacía ir a servir asistir en aquel y despoblado, caminando,
cargados tantas leguas de sus pueblos.
En el remedio de tantos inconvenientes y
desconsuelo que para todo género de gentes se
tenía en aquel desorden trayecto, y para
alivio de lo que padecían aquellos lndios, muchos vecinos de la ciudad de León,
comerciantes, religiosos viajeros de toda condición y suerte hicieron
manifiesto al Gobernador Arbieto lo mucho que convenía hacer una población de
indios en el comedio de aquel mal camino. Y con lo que también se representó
ante el mismo por los pueblos de Subtiava,
Nagarote y Quezalguaque para
aligerar el sufrimiento de los indios sus vecinos que se ocupaban en aquellas
jornadas, el Gobernador estimó justo y oportuno cuanto se informaba y pedía, e
inmediatamente proveyó el que se pusiese en ejecución lo solicitado.
El en persona, acompañado de sujetos de
toda capacidad y cristiandad, salió a reconocer
el terreno, parte y lugar donde se podía
hacer más cómodamente aquella población.
Reconociese como el más indicado un
cierto paraje, cerca de un río ojo de agua, que distaba ''un tiro y de
mosquete" del camino real que podía ser cómodo y tránsito en la mitad de
lo que habla que andar del pueblo de Subtiava al
de Nagarote.
Y en su conformidad, vuelto que fue a la
ciudad de mando a despachar comisarios en busca de los indios naborías que
huidos vagaban por diferentes partes en las haciendas, barrancas sitios ocultos
de la provincia; y con órdenes escritas y de palabra para prenderlos y traerlos
a su presencia, sacándoles de donde estuviesen, destruyéndoles y quemándoles
los ranchos chozas. Y para que "con mayor viveza" se hiciese este
servicio que tanto importaba al bien general, se vio al propio Gobernador salir
personalmente por diferentes partes en seguimiento de esta diligencia.
Traídos que fueron a la ciudad de León
algunos de los indios vagabundos malcontentos
que se buscaron, principalmente de los
que en buena cantidad merodeaban por el pueblo
de Managua y sus contornos, el Gobernador
Arbieto trató de convenirlos para la nueva
población, estimulándoles al orden de sus
vidas, incluso con incitaciones que les hizo para
que se casaran.
Y estando así todo dispuesto, salió Don
Andrés de Arbieto de la ciudad de León con mucha
gente de trabajo y otras personas amigos
que le acompañaron, llevando consigo a los dichos naborías, y por delante
cantidad de maíz, carne, queso y todo género de bastimentas, así como también,
regalos, yuntas de bueyes, hachas, machetes, macana y todo lo necesario para
aquella población.
Algunos meses más tarde, por agosto del año siguiente de 1653 el
pueblo de San Nicolás
del
despoblado de Nagarote contaba con
buen número de avecindados de aquellos indios llegados de diferentes pueblos,
viviendo allí con sus mujeres familias los más de ellos, con sus ya casas y
milpas; terminada ya la casa del cabildo, otra y
de paja con su corredor dos aposentos para albergue de los caminantes, enfrente de ella, en la plaza, una
casa grande de paja, embarrada, para la iglesia, con su altar dentro formado por una cruz
alta de madera, y a la redonda de aquella plaza seis casas, también pa¡izas, de
vivienda de aquellos indios, otras cuatro empezadas, con horcones y telares
madera, en que trabajaban.
PEDRO AGUSTÍN MOREL DE SANTA CRUZ -1751
OBISPO DE LA PROVINCIA DE NICARAGUA
A cinco leguas del mencionado pueblo
hacia León está Nagarote a otras cuatro, Pueblo
Nuevo o Momotombo, ambos de indios y
ladinos. Adminístralos un solo párroco, cuya
renta sin el servicio y ración, importará
trescientos pesos. Las iglesias son de teja y tres naves,
muy pobres y con un altar que es el mayor, sus titulares Santiago y San Nicolás; el primero tiene cuarenta
bohíos, sesenta y cinco familias, trescientas once personas; el segundo treinta y cuatro bohíos,
cincuenta y seis familias y doscientas catorce personas de confesión y
comunión, en cada una hay su Alcalde,
Alguacil Mayor, dos Regidores y Fiscal. Pagan entre los dos cincuenta y nueve pesos de tribute anual. El
clima de ellos es idéntico con el de Mateare, su territorio consta de diez
leguas de longitud y cuatro de latitud, en ella se numeran setenta y dos haciendas
de ganado mayor y trapiche de moler azúcar. Cinco días me mantuve en estos pueblos, no pude predicar más de un
sermón por la abundancia de lluvias; confirmé doscientas cincuenta personas.
La sombra de Pedrarias. Nicolás Buitrago Matus
LA CABALLERÍA DE TIERRA 1681
En título que se halla en poder de las señoritas
de la Llana, de Nagarote, se
encuentra la medida del sitio "Nuestra
Señora de la Soledad", jurisdicción del departamento de León, verificada en el año
de 1681, en la que se
precisa de una manera clara, la extensión de la Caballería antigua de tierra
que tanta dificultad ha ocasionado en los tribunales de ésta ciudad.
Al inaugurarse en Nicaragua el régimen político-civil, se
establecieron las villas, y ciudades,
haciéndose para ello el repartimiento de tierras a españoles y a
indios, en las cantidades
necesarias, como lo ordenaba la Ley de Don Fernando V, de 9 de Agosto
de 1513.
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