DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA

 

DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA. Heberto Guillermo Corea Guerreo. Enero 2021.

Nuestra Nicaragua es una República Social de Derecho, teniendo como principios; La independencia, la Soberanía, la autodeterminación nacional, la libertad, la justicia, el respeto a la dignidad de las personas, el pluralismo político y social, respeto a las distintas formas de propiedad y está organizado para asegurar el bien común, asumiendo la tarea de promover el desarrollo humano de todos y cada uno de los nicaragüenses.  Estas cuatro líneas bastan y sobra, para darnos cuenta que lo escrito en nuestra carta fundamental denotan un Estado de avanzada en nuestro planeta, y si le agregamos que todas las convenciones sobre derechos humanos internacionales tienen vigencia interna en nuestro país, son normas constitucionales, cualquiera en el mundo expresara; ese país es un ejemplo de República Social de Derecho y, mucho más nosotros a lo interno. Yo cada vez que me acerco a leer mi constitución, salgo a la calle sintiéndome libre, respirando aire puro de justicia, caminando por las calles respetando el derecho ajeno para conseguir la paz, haciendo lo que mi constitución me permite y no me prohíbe, debido a que el ordenamiento jurídico, la libertad, la justicia, la solidaridad, la responsabilidad social, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el bien común me dignifican como ciudadano nicaragüense.

Que orgulloso en mi caminar, de pronto veo a jóvenes que gritan consignas exigiendo libertad y, son jóvenes de los barrios, de los repartos, unos ya profesionales otros estudiantes, otros trabajadores, otros desempleados, todos queriendo realizar una manifestación pacífica; en el momento las patrullas de la policía haciendo uso de la fuerza y de su armamento dispersan la intentona. Doblo a la izquierda y a los cien metros, patrulla policial asediando en su casa a ciudadano que intentaba salir a apoyar la protesta, lo capturan y se lo llevan detenido, cual es mi susto que por todos lados saliendo policías capturando a las personas que ellos decidían, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, era un caos, la gente corriendo, me detengo y de pronto un policía me toma del brazo y me empuja. Total, ese día ochenta capturados, quinientos golpeados y cientos de perseguidos. Todo en mi mente se descalabró, lo que había leído en mi norma fundamental no se cumple, no hay libertad, no hay justicia, respeto a los derechos humanos es una ilusión.

Llego a mi casa enciendo la televisión y escucho hablando a un médico que preside la asamblea nacional y está proponiendo leyes que limiten cualquier intento de sublevación ciudadana, a estos también les limitaremos a tener derecho a elegir y ser electos, un brasileño que hoy es diputado despotricó y expresó que los delincuentes no tienen derechos políticos y estos son delincuentes de cuello blanco, otro expresa que el pueblo de nicaragua merece defenderlo, por lo que a estos individuos hay que procesarlos y condenarlo a prisión perpetua para que no salgan nunca, otro dice: promulguemos una ley donde no exista competencia electoral en nuestro país. En ese momento tomé la constitución la revisé y me di cuenta que le estaban pasando un borrador a las letras de la constitución, sólo quedaba el preámbulo y las disposiciones finales. Que tristeza ver a personas que se autocalifican como constitucionalista, vulnerarla en una verborrea apasionada nuestra carta fundamental.