¿QUE ES UN BUEN GOBIERNO? Heberto Guillermo Corea Guerrero

¿QUE ES UN BUEN GOBIERNO? Heberto Guillermo Corea Guerrero

Una de las repuestas más difíciles es responder a la pregunta “Que es un Buen Gobierno”, los políticos normalmente se van por la tangente y responde políticamente: un buen gobierno “Son obras no palabras”; otros responden, un buen gobierno es “aquel democrático”; otros expresan es “aquel que respeta la libertad en todos sus aspectos, así como los derechos humanos del pueblo”.  En otros casos la repuesta es “aquel que deja en la sociedad civil el desarrollo social y económico”.

Un buen Gobierno es: Para los transportistas. Adquirir buses nuevos que reemplacen sus viejas unidades con facilidades de pago y a precios justos. Que sus unidades corran sobre una superficie de rodamiento en condiciones óptimas. Que las carreteras Nacionales como Internacionales sean transitable en niveles estándares de la región. Que los caminos de penetración interno se conviertan en carreteras y que permita sacar la producción con menos riesgos. Que el combustible sea accesible en su precio a efectos de mantener el precio del transporte competitivo.

Un buen Gobierno es: Para los Obreros. El tener trabajo seguro, digno y permanente. Que los productos básicos alimenticios sea desgravado para poder adquirirlos a precios que permitan cubrir sus necesidades familiares. Que sus hijos tengan acceso a la educación básica, técnica y/o Universitaria. Obtener una vivienda digna con facilidades de pago. Mejorar su techo con programas sociales de gobierno. Obtener crédito para montar negocios pequeños para sus esposas en el barrio. Que las calles del barrio sean limpias y superficie de rodamiento adoquinada o, al menos tractoreada de forma permanente. Que su barrio tenga seguridad ciudadana óptima. Que sus hijos tengan parque y patios deportivos cercanos

Un buen Gobierno es: Para los Empresarios.  Que las exportaciones sean fluidas. Que el gobierno por medio de sus representaciones diplomáticas los contacte con importadores de bienes agrícolas producidos por ellos en Nicaragua. Que la tasa de cambio de la moneda frente al dólar, tenga un tratamiento especial para las exportaciones. Que se permita por medio de los impuestos que los productos agrícolas extranjeros se graven al ingresar al territorio, a efectos de defender al productor nacional y su producción. Que la libertad de empresa sea irrestricta y que la responsabilidad del productor nacional en el extranjero sea compartida por el Estado, a través de su delegación diplomática comercial.

Un buen Gobierno es. Para la diversidad sexual. Que se aprueben leyes que permitan el matrimonio sin distinción de sexo opuesto. Que se crean oficinas que defiendan sus derechos desde la óptica del Estado. Que la libertad de ingresar vestido de la forma que consideren más adecuado sea irrestricta en cualquier lugar, sea este laboral, cine, teatro, restaurante, hoteles. Que existan leyes donde se puedan cambiar al sexo elegido y a cambiarse el nombre conforme su orientación sexual. Igualdad de oportunidad, como la tienen los discapacitados, las mujeres y los jóvenes en obtener privilegios en alcanzar empleo y candidaturas políticas.

Un buen Gobierno es: Para los de la tercera edad. Una pensión por Jubilación digna. Una pensión por vejes a los que nunca ingresaron a la seguridad social, suficiente para alimentarse en su vejez. Un trato justo en el pago de servicios básicos y lugares gratuitos para esparcimiento del adulto mayor.

Un buen Gobierno es: Para los Profesionales. Ambiente decoroso para desarrollar su profesión. Que su profesión le permita una vida de clase media, conforme los niveles de vida más alto en el país.

Un buen Gobierno no tiene ni debe de tener una varita mágica para solucionar los problemas que aquejan a los ciudadanos, debe de tener una varita para guiar al ciudadano hacia el desarrollo económico, social, espiritual, técnico, científico y educativo. Un buen gobierno no necesita contratar consultores para darse cuenta de las causas de la pobreza, debe de ir a los pobres para volverlos consultores para determinar las causas de la riqueza.